Bañar al bebé es una de las experiencias más placenteras que se pueden disfrutar como madre, y también un momento muy agradable para los bebés. Como es lógico, bañar a un bebé por primera vez da bastante miedo a las madres primerizas ¿le haré daño? ¿Sabré cogerle bien? ¿el agua estará suficientemente caliente? ¿Cómo lo saco sin que coja frío?
Aquí te damos unas cuantas pautas sobre cómo bañar al bebé para que la experiencia de sus primeros baños resulte todo un éxito.
Cómo bañar al bebé: lo que debes saber
El baño del bebé es muy importante, tanto para la madre como para el niño. Además de la higiene, es una ocasión para compartir, para jugar, para empezar de una manera gratificante a sentir las relaciones entre padres e hijos. Para que bañar al bebé sea todo un éxito desde el principio, unos cuantos consejos previos ante de aprender cómo hacerlo. A todos nos asusta cuando el bebé es recién nacido introducirle en una bañera. Pero no hay que preocuparse, al bebé le encantará esta experiencia.
Bañar a un recién nacido es un hábito que debe ser diario y que se puede practicar en cuanto volvamos a casa del hospital. En contra de lo que se piensa, no es necesario esperar hasta que se le caiga el ombligo. Mientras éste esté bien tapado y protegido, se le puede bañar perfectamente. Una vez que el bebé está bañado, se puede limpiar y curar el ombligo, para después volverlo a tapar. No hay que tener miedo, no tardará en caerse.
La temperatura del baño del bebé debe estar entre los 35 y los 37 grados centígrados. Se puede utilizar un termómetro de baño, que es muy cómodo y nunca falla. A esa temperatura, más o menos la del cuerpo humano, el bebé disfrutará de un baño calentito y muy agradable. Es posible que el primer día de baño de un bebé a éste no le guste nada y llore desesperadamente. No hay que preocuparse porque es lo normal. En un par de días le encantará, tan sólo tiene que acostumbrarse.
La bañera de un bebé es un elemento fundamental y comprarla no es una tarea difícil, porque hoy en día hay muchos tipos de bañera en el mercado. Podemos elegir con tiempo la que más se adapte a nuestras necesidades. Las bañeras para bebé que tienen patas altas son las más adecuadas y cómodas, ya que no tendrás que agacharte para coger en brazos a tu bebé e introducirlo en la bañera, y podrás realizar todas las operaciones de pie. La mayoría de las bañeras incorporan cambiadores, para poder sacar a tu bebé inmediatamente del baño, tumbarlo boca arriba y poder secarlo. Son muy cómodas y fáciles de usar.
Cómo bañar a un bebé paso a paso
Si estamos solos y no podemos pedir ayuda, lo más importante a la hora de bañar a un bebé es tenerlo todo a mano: toalla, gel, esponja, talco, etc. Cuando hayamos desvestido al bebé y lo vayamos a sumergir en la bañera, apoyaremos su cabeza en el hueco de nuestro brazo, sosteniendo al mismo tiempo la parte exterior de su hombro con la mano. Pasemos el otro brazo por debajo de sus nalgas y sujetémosle por un muslo. Sumerjamos al pequeño en el agua, empezando por los pies.
Primero, lavaremos cabeza del bebé, manteniendo al niño en posición horizontal y con su cabeza apoyada en el hueco de nuestro brazo. Le enjabonaremos la cabeza con mucha delicadeza. Pasamos a la espalda y el resto del cuerpo, y podemos hacerlo con una esponja distinta. Limpiamos con mucho cuidado los plieguecitos del cuerpo, con cuidado de no agitar el agua para que el bebé no se asuste. Para lavarle la espalda, cogeremos al niño por la parte exterior de su hombro, pasando nuestro brazo por delante de su pecho. El niño se sentirá protegido. Después, sacaremos al niño de la bañera con mucho cuidado, y lo tumbamos boca arriba, encima de una toalla que ya tengamos preparada, y lo cubrimos bien para que no coja frío.
Ya podemos curarle el ombligo y cambiarle la gasa, ponerle el pañal y vestirlo. El bebé habrá recibido su primer baño y, poco a poco le irá gustando la experiencia. Además, un buen baño caliente les ayuda a conciliar el sueño, pero si queréis más consejos sobre el sueño, compartimos unos trucos para relajar y dormir a un bebé.
Trucos y consejos para bañar a un bebé
Es lógico que, a todo padre primerizo, le dé mucho miedo coger a un niño tan pequeño y bañar a un recién nacido, pero en poco tiempo aprenderemos y podremos hacerlo sin miedo. El único truco consiste en apoyar a nuestro bebé en el hueco de nuestro brazo izquierdo, no soltarle y que se sienta seguro dentro de la bañera, y lavarle con el brazo derecho. Lo haremos al revés si somos zurdos.
Hay que tener un cuidado extremo con la cabeza. El hueso frontal o fontanela todavía no está formado, y cerrará bien a los dos meses, con lo que necesitamos una esponja muy suave, natural, y pasarle la esponja con champú muy suavemente, para después enjuagar inmediatamente. Una vez que lavemos el resto del cuerpo, debemos sacar al bebé lo antes posible. El baño no puede durar más de 5 minutos, y ya se irá alargando poco a poco, a medida que al bebé le vaya gustando la experiencia.