El café es una de las bebidas más consumidas en España. Ya sea solo, con leche, cortado o capuchino, se presenta como la manera más interesante para arrancar el día con energías. Se contabilizan por millones de tazas las que se toman a diario en todo el mundo. Solo es superado por el agua y el té como la bebida más ingerida.
El país que más café bebe es Finlandia, con 11,6 kilos por persona al año. En España la cifra es bastante más reducida, alcanzando los 4,5 kilos en este periodo de tiempo. Esto implica que se toman de media al día 3,5 tazas.
Hay varios motivos que explican su consumo generalizado entre la población. En primer lugar por su sabor reconfortante, además de los distintos beneficios que reporta a la salud. Distintos estudios han avalado sus propiedades, su capacidad para aportar nutrientes y para disminuir el riesgo de contraer enfermedades como la diabetes, el Párkinson o problemas cardiovasculares.
Factores del café que influyen en el colesterol
En cualquier caso, el café no afecta a todo el mundo por igual, ya que sus efectos dependen de una serie de factores, como pueden ser la preparación, la máquina con la que se preparada o incluso el sexo del consumidor. Así lo recoge un informe publicado en la revista Open Heart, en donde señalan que todos estos detalles que a simple vista pueden parecer insignificantes mantendrían una cierta vinculación con el colesterol alto.
Está demostrado que hay una serie de sustancias químicas naturales de este producto, como son el cafestol, diterpenos y kahweol que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol en sangre. Pero también influye, y de manera importante, la forma de prepararlo.
Estudio sobre la preparación del café
Los responsables de esta investigación se encargaron de comparar los efectos del café expreso con otras maneras de elaboración. Para ello se tomó como muestra un grupo de adultos de más de 40 años, con una edad media de 56 años, con un total de 21.083 participantes. Se trató de un estudio a largo plazo que se inició en 1974 y en el que tomaron parte ciudadanos del municipio noruego de Tromsø.
Se consultó a los participantes el número de tazas que consumían cada día, eligiendo entre ninguna, 1 o 2, de 3 a 5 y 6 o más. También se quería saber el método de preparación, ya fuera de cafetera, café filtrado, expreso de máquina, instantáneo, monodosis u otros.
Para que el estudio fuera lo más completo posible también se tomaron muestras de sangre, se pesó y midió a los implicados en la investigación y se les solicitó detalles sobre el estilo de vida y los hábitos que tenían en cuanto a dieta, actividad física, consumo de tabaco y alcohol.
De este trabajo se desprendió que las mujeres tomaban casi cuatro tazas de café al día, mientras que los hombres elevaban esa cantidad hasta casi las cinco. Analizada la información obtenida se revela que el vínculo entre el café y el colesterol en sangre cambiaba en función de la manera de elaborarlo, con importantes diferentes de sexo en los distintos métodos de preparación salvo para el café de embolo.
Entre otras cosas desvelaron que el consumo de entre 3 y 5 tazas al día de expreso se relacionó de forma importante con el incremento del colesterol en sangre, sobre todo en hombres. Su ingesta se asoció con un aumento de 0,16 mmol/l en la población masculina, frente al 0,09 mmol/l en la femenina.
También se vinculó el consumo diario de seis o más tazas de café de émbolo con unos niveles de colesterol altos. En este caso, los grados son similares en los dos sexos, aunque ligeramente superiores en las mujeres con 0,30 mmol/l en las mujeres frente al 0,23 de los hombres. Tomar seis o más tazas de café filtrado se relacionó con unos niveles superiores de colesterol entre ellas, en concreto de 0,11 mmol/l más.
En lo que se refiere al instantáneo, el incremento se produce en los dos sexos. Hay que decir que la subida no se produce en función del número de tazas bebidas, en relación con aquellos que se decantaron por un café en polvo.
Hay que decir que para llevar a cabo dicho estudio no se empleó un tamaño de taza estándar, ya que lo que se analizó en realidad fue el método de elaboración del café. Por lo general, los ciudadanos de Noruega suelen consumir en tazas de expreso más grandes que los italianos.
Sustancias químicas que influyen
Existe otro detalle a tener en cuenta. Y es que tienen la sospecha de que en los diferentes tipos de expreso, de máquinas de café, cápsulas cafeteras moca haya distintos niveles de las sustancias químicas que se origen de manera natural. La presencia de cada compuesto variará según la especie de café, el grado de tostado, el tamaño de la porción y la elaboración.
Entre las sustancias del café que elevan el colesterol se encuentran el cafestol y el kahweol. Pero estos componentes también ofrecen a la salud una serie de beneficios que deberían tenerse en cuenta, como son una reducción de los riesgos de padecer diabetes y cáncer, una protección del hígado y poder antiinflamatorio.
Por lo tanto, antes de prepararse cada mañana una taza de café, además de reparar en el tipo de grano, cápsula, etc., también sería interesante prestarle atención al método de preparación. Nuestra salud lo agradecerá.