Las dilataciones oreja son perforaciones que hacen que se tenga que estirar la misma con un expansor. Se trata de un cono con una punta afilada que va engrosándose. A medida que pasa el tiempo, el agujero de la oreja se estira hasta conseguir el tamaño necesario. Aunque hay tamaños muy grandes las dilataciones oreja 6mm suelen ser las más discretas.
Ya te mostramos cómo cuidar los piercings en el ombligo, ahora sabréis cómo cerrar dilataciones.
Dilataciones de oreja (8mm)
Por ejemplo, si se tienen dilataciones oreja 8mm y por causas laborales hay que cerrarla, debemos seguir varios remedios caseros para el cuidado de la piel. Hay que sacar con cuidado el dilatador del agujero de las orejas sin estirar demasiado la piel del lóbulo.Con agua templada y un jabón antibacterias debemos limpiar bien el interior del agujero. Cuando lo hayamos hecho, enjuagaremos la piel para que no quede ningún resto de jabón.
Con una toalla suave, secaremos despacio los lóbulos y no debemos volver a ponernos los dilatadores. De esta forma, la piel se irá encogiendo de forma gradual, haciendo que las dilataciones oreja se vayan cerrando. Se recomienda aplicar crema contra las hemorroides en los agujeros durante varios días, lo que ayudará a cerrarlos más rápidamente. No hay que olvidarse de limpiar todos los días los agujeros con jabón antibacterias. Es muy importante mantener esa zona completamente limpia.
Hay que recordar, que los tiempos de curación de cada persona son diferentes. No es lo mismo tener dilataciones oreja 8mm que de 12 o de 16, por ejemplo. Dependiendo del tamaño, tardará más o menos en acabar curándose y encoger hasta cerrarse. A pesar de ello, las dilataciones de unos 16mm o más, cuando encogen del todo, siempre dejarán un agujero de unos 4mm. Es prácticamente inapreciable, aunque se puede notar.
Otro método para cerrar las dilataciones de la oreja
Una de las dudas que pueden tener muchas personas que tienen las dilataciones muy grandes es si conseguirán cerrar el agujero. A veces, cuando se dilata demasiado con unos expansores de gran tamaño, la elasticidad no devuelve a las orejas a su estado normal.
En este caso, las dilataciones oreja son muy visibles cuando se retira el dilatador y no van a cerrar del todo. En este caso, si se quiere cerrar del todo, hay que recurrir a una cirugía plástica sencilla conocida como lobuloplastia. Para reparar la oreja se debe tener en cuenta el tamaño que tenía la dilatación. En estos casos, es normal que en los tratamientos estéticos se use un bisturí cilíndrico y hacer algunos puntos de sutura. Si la dilatación oreja es demasiado grande, se puede requerir de plastias para eliminar la redundancia de la dilatación.
¿Cómo es el proceso de la lobuloplastia?
Por norma general, antes de hacer la intervención, el paciente debe proporcionar una historia clínica para que el profesional sepa si hay algún problema que no permita la intervención. En caso de no tenerla, se debe hacer un análisis de sangre. Asimismo, antes de la cirugía, el lóbulo de la oreja debe estar completamente aséptico.
Cuando el lóbulo está dilatado, se hace una incisión vertical para extirpar la piel interior. De esta forma se hará la unión de los planos de piel y grasa. Cuando se reduce el lóbulo debido al tamaño de la dilatación, la incisión debe esconderse para un mejor resultado estético. Esto se hace en la zona posterior de la oreja, quedando ahí la cicatriz de la intervención
El procedimiento se lleva a cabo con anestesia local y se puede acabar en una sola sesión. La persona que quiera cerrar su dilatación oreja podrá volver a sus actividades diarias sin ningún problema. Además, hay que decir que la operación no produce dolor y el ratio de que puedan producir complicaciones es muy bajo.
Qué hacer tras la lobuloplastia
Tras haberse sometido a la cirugía, se debe volver al especialista para la retirada de los puntos por la unión de la piel. El profesional facultativo revisará el proceso de cicatrización durante las primeras semanas para ver que todo está correcto. Hay que destacar que, en las horas siguientes a la intervención, puede producirse una pequeña inflamación de la zona afectada. El único problema son los puntos, que pueden llegar a ser algo molestos, pero en apenas dos semanas la cicatriz estará curada.
El único riesgo que hay tras someterse a una intervención de estas características son las infecciones, aunque esto no pasa si se cuida correctamente la zona afectada. Los lóbulos deben estar siempre limpios tras la intervención, debiendo lavarlos varias veces al día y procurando no tocarlos sin haber lavado las manos. Para su limpieza pueden usarse cremas antibióticas, las cuales acelerarán el proceso de cicatrización y evitarán que aparezcan infecciones.
¿Y si me arrepiento y quiero hacer otra dilatación?
Se tendrá que hacer al menos pasados tres meses aproximadamente. Esto se debe a que la cicatriz debe de madurar y la piel tenga que estar preparada para poder soportar un nuevo peso sin ir agrandándolo demasiado al principio.
Además, no se recomienda que la dilatación se haga sobre la línea de la antigua cicatriz, dado que puede llegar a aparecer algún problema o una infección. Lo que hay que hacer es consultar con el especialista para que pueda recomendar acerca de la nueva dilatación. A pesar de ello, quien se cierra una dilatación oreja no vuelve a hacerse una dilatación de nuevo. En caso de ser así, siempre hay que consultar con un especialista.