Muchas son las teorías que afirman que es posible cerrar por completo los poros abiertos y muchos los gurús que te venden cremas milagrosas para acelerar el proceso. Pues amiga, si estás de acuerdo con lo anterior, siento decirte que si preguntas a un dermatólogo profesional te dirá que has vivido en una mentira, puesto que a día de hoy es casi imposible eliminar los poros abiertos.
Ahora bien, esto no quiere decir que tengamos que conformarnos con el tamaño de nuestros poros y mucho menos si estos se ven antiestéticos y afean nuestro rostro. He dicho que, según los expertos, no es posible eliminar por completo los poros abiertos de nuestra piel, pero sí podemos combatirlos, disimularlos y limpiarlos para que no se aprecien y disminuyan esos dichosos agujeros en la piel que tanto nos molestan. Pero, ¿cómo podemos hacer que los poros dilatados parezcan más pequeños? La respuesta no es otra que con una buena rutina de limpieza facial.
No te voy a mentir, también puedes acudir a una clínica estética a que te realicen un peeling químico facial y olvidarte del problema por un tiempo, pero te garantizo que la rutina de limpieza es imprescindible incluso cuando te sometes a estos tratamientos tan directos. Así que toma nota y comienza hoy mismo una rutina que te salve de que esos agujeros en la piel sigan acumulando grasa e impurezas, y te provoquen a la larga problemas más graves como el acné y otras alteraciones.
En otro post, ya hablamos sobre cómo eliminar el acné, ahora nos centraremos en los remedios caseros para que tus poros abiertos disminuyan su tamaño.
Baños de vapor
Este sin duda es el remedio casero más recomendado y sencillo para que tus poros abiertos se minimicen, pero no es magia, debes seguir al dedillo una serie de pasos:
- Previamente lava tu rostro para eliminar la suciedad.
- Hierve un cazo con agua, cuando esté en ebullición apaga el fuego y vierte el contenido a un recipiente que aguante el calor.
- Acerca tu cara al recipiente sin llegar al agua y coloca una toalla sobre tu cabeza.
- Aguanta unos 10 minutos bajo la toalla.
- Lávate la cara inmediatamente con agua fría.
Puedes añadir al agua algún extracto como el aceite de árbol de té que viene muy bien para combatir el acné, pero es suficiente con los vapores puros.
Algo que debes tener en cuenta es que este tratamiento no es para realizarlo diariamente, ya que someterse al vapor de manera reiterada puede enrojecer tu piel. Lo ideal es que lo hagas una vez cada dos semanas aproximadamente.
El Hielo
La aplicación de hielo en el rostro hace que la piel gane firmeza y como resultado los poros reducen notablemente su tamaño. Pero no debemos aplicar el hielo directamente en la cara, así sin pensar, debes comprender que el exceso de frío también quema y si no sigues estos pasos puedes sufrir consecuencias:
- Lava tu cara previamente, debe estar limpia para someterse al tratamiento.
- Coge un cubito de hielo del congelador y envuélvelo en un paño fino.
- Pasa el hielo por todo el rostro, pero no más de 30 segundos.
- Hazlo un par de veces a la semana justo después de salir de la ducha.
Ten muy en cuenta el primer paso, si no limpias tu cara previamente no eliminarás la suciedad puesto que el hielo lo único que hace es dar tensión a la piel.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato puede ayudarnos a combatir el acné, puesto que seca la piel. Pero, por el mismo motivo no podemos abusar de él ya que podríamos resecar de manera excesiva y acabar diciendo la típica frase de "es peor el remedio que la enfermedad" ¿verdad?
Así que presta atención porque esta es la mejor forma para aplicarlo en tu rostro:
- Haz una pasta con una cucharada de bicarbonato y agua.
- Aplica únicamente esta pasta en las zonas que estén más perjudicadas
- Masajea de forma circular cual exfoliante, nunca más de 30 segundos.
- Deja la mezcla actuar unos 5 minutos.
- Retira enjuagando con agua tibia.
Si tienes una piel mixta o grasa, puedes comenzar este tratamiento aplicándolo durante una semana completa y después reduciendo a 2 ó 3 días por semana. Pero si tu piel tiende a ser más bien seca, lo mejor es que recurras a otros tratamientos o que apliques bicarbonato solo 1 o 2 veces a la semana combinando con una buena crema hidratante.
Te he hablado de tres grandes remedios naturales que funcionan y que te ayudarán a combatir los poros abiertos, pero debes tener en cuenta que también puedes recurrir a cremas o exfoliantes químicos, ¡eso sí! Déjate recomendar previamente por los expertos, porque ya sabes que según tu tipo de piel te vendrá mejor un tratamiento u otro. Tampoco te olvides de las mascarillas, en este caso las de arcilla absorben muy bien los excesos de grasa y suavizan por completo la piel, que es justo lo que necesitamos para que los poros abiertos reduzcan su tamaño. Si quieres recurrir a una de estas mascarillas, ya hablamos en otro post sobre cómo hacer una mascarilla facial casera.
El truco está en plantearse una rutina fija y ser fiel a ella porque de nada sirve que te apliques algunos de estos tratamientos una vez al mes y luego te olvides. La constancia es la clave para mantener siempre tu piel en perfectas condiciones.