Las encías inflamadas y con un aspecto de color rojo son el principal síntoma de un problema gingival. Es una enfermedad que puede llegar a ser mucho más grave si no se atiende a tiempo, hasta el punto de producir una periodontitis, lo que podría implicar la pérdida de piezas dentales. Por eso es muy importante mantener una higiene bucodental adecuada desde niños para que las encías se mantengan sanas.
Siempre y cuando la inflamación sea leve, pueden ayudarnos una serie de remedios caseros para que baje la hinchazón. Aunque el remedio más eficaz será acudir al dentista para hacernos una limpieza dental.
Causas de las encías inflamadas
- La acumulación de placa (gingivitis) es una de las causas principales de las encías inflamadas. La placa bacteriana se puede formar en los dientes y alrededor de ellos, por lo que hay que eliminarla con una buena higiene bucodental. De no hacerlo, las encías se irritarán, enrojecerán y se inflamarán. Si este es vuestro caso, os compartimos un artículo de cómo lavarse los dientes correctamente.
- Otra de las posibles causas de la inflamación de las encías tiene que ver con las úlceras bucales. Si aparecen en las encías, estas se inflamarán, aunque tienden a desaparecer a los pocos días. Si este es vuestro caso, os compartimos un artículo sobre cómo curar las úlceras de la boca. Si con estos tratamientos no conseguís eliminarlas, hay que acudir al médico para que determine la causa de su persistencia en el tiempo.
- Un cepillado con demasiada fuerza puede provocar abrasión en las encías y que estas se inflamen. El tejido gingival es muy delicado, por lo que se requiere un movimiento suave y circular a la hora de cepillarnos los dientes.
No obstante, lo mejor para descubrir cuál puede ser la causa principal de las encías inflamadas es acudir a un dentista. El especialista médico será el encargado de determinar dicha causa y dar con el tratamiento más adecuado.
Por qué sangran las encías
Hay un aspecto que debemos tener claro: si las encías sangran es que no están sanas. A este respecto, dos pueden ser los problemas principales:
- Gingivitis: enfermedad que provoca la inflamación y el sangrado de las encías de forma leve y reversible.
- Periodontitis: una afección más grave ya que, además de afectar a la encía, se produce una destrucción del hueso alveolar y del ligamento periodontal, ambos tejidos de soporte del diente.
La gingivitis que causa el sangrado de las encías es una enfermedad que aparece sobre todo por una mala higiene bucodental. La inflamación que produce el sangrado es consecuencia de la presencia de bacterias adheridas a la superficie de los dientes.
Pero además de por una mala higiene bucodental, la gingivitis se puede ver potenciada por el tabaco, una alimentación deficitaria en vitamina C, enfermedades sistémicas o tratamientos que afecten al sistema inmunológico, determinados fármacos, el estrés, los cambios hormonales, etc. Si no se detiene a tiempo, la gingivitis puede derivar en una enfermedad periodontal. Este trastorno afecta a todos los tejidos de soporte del diente, pudiendo provocar la pérdida de piezas dentales.
Cómo bajar la inflamación de las encías rápidamente
Cuidar la boca a diario es la fórmula ideal para que las encías no enfermen. Por tanto, hay que cepillarse los dientes después de cada comida (mínimo 3 veces al día) durante dos minutos. Lo ideal es utilizar una pasta dentífrica con flúor para evitar la caries y la sensibilidad dental.
El mejor tratamiento para eliminar las encías inflamadas es una limpieza dental realizada por el dentista. No obstante, existen una serie de remedios caseros que pueden ayudar frente a las inflamaciones leves de las encías. Se pueden hacer enjuagues bucales de agua con sal o mezclar bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta crear una pasta con la que frotar la encía. También se puede frotar la encía varias veces al día con un poco de aloe vera o moler un poco de jengibre, agregarle una pizca de sal y agua y, con la pasta resultante, masajear las encías.
Otra opción es coger una bolsita de té y ponerla en agua a hervir, reposar la infusión y añadirle una cucharadita de miel. Un remedio que resulta muy efectivo justo después del cepillado de los dientes. Masticar cebolla cruda durante unos minutos o preparar un zumo de cebolla y aplicarlo con un trozo de algodón también ayuda a bajar la inflamación. Un remedio que resulta muy eficaz es el zumo fresco de limón. Tan solo hay que agregar el zumo en agua tibia y usarlo como enjuague bucal durante tres veces al día. Lo mismo sucede con el zumo de arándanos, que podemos beber dos veces al día para ayudar contra las encías inflamadas.
Por último, también se pueden hacer enjuagues bucales con agua oxigenada. Para ello, solo hay que agregar un par de cucharadas de agua oxigenada en media taza de agua tibia. Este enjuague resulta más eficaz si lo hacemos justo después del cepillado, por lo que se puede realizar unas tres veces al día.
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