Cómo limpiar los rieles de puertas y ventanas correderas en pocos segundos
Unos rieles sucios pueden provocar que las ventanas y puertas correderas se atasquen. Descubre los mejores trucos de limpieza para retirar toda la suciedad de la zona de forma fácil y eficiente.
15 abril, 2022 12:12La limpieza del hogar no es algo que siempre sea fácil, por lo que es simple que los españoles pensemos en maneras diferentes para limpiar aquella suciedad a la que no es fácil acceder. Uno de los sitios en los que más suciedad se acumula y con el que podemos tener más problemas son los rieles de las ventanas y de las puertas correderas. Por ello, nosotros queremos mostrarte dos formas en las que puedes realizar esta limpieza de un modo muy simple y rápido.
Limpiar los rieles con jabón de lavavajillas
El jabón de lavavajillas es uno de los mejores productos que tenemos para efectuar esta limpieza. Y es que por muchos productos que usemos, el jabón siempre debe estar como primera opción. ¿Por qué? Pues porque es muy efectivo y es mucho menos nocivo que otros productos que podamos encontrar en las tiendas.
Para empezar, debemos coger un pequeño aspirador para aspirar la suciedad más grande que se haya depositado en estos espacios tan pequeños. Si no tenemos un aspirador, un secador también nos irá muy bien.
Cuando hayamos pasado el aspirador o el secador, debemos emplear el jabón. Para ello, usa una botella con rociador. Añade agua tibia en ella y unas gotas de jabón. Agita bien la botella para que el jabón se diluya. Cuando lo tengas, solo debes rociar los rieles con esta mezcla. Deja que el agua se impregne y luego retírala con un papel absorbente o con un trapo.
Si empleas este método, debes tener en cuenta de usar un trapo a la hora de rociar las puertas y ventanas. Con ello, no protegerás las paredes de la solución sobrante.
Limpiar los rieles con vinagre y bicarbonato de sodio
Otra forma fácil que tienes de limpiar los rieles es usando vinagre y bicarbonato de sodio.
En este caso, debes empezar como te hemos indicado anteriormente: aspirando la suciedad más grande. Cuando ya lo tengas, espolvorea bicarbonato de sodio por todos los rieles. Ten en cuenta que debes usar bastante, ya que los rieles deberían quedar casi cubiertos.
Una vez lo hayas hecho, es momento de usar el vinagre. Rocía el vinagre por encima del bicarbonato con la ayuda de una botella rociadora. Verás que se hace una pequeña pasta que deberás retirar con un paño húmedo.
Si la suciedad está muy pegada y ves que quedan restos de ella, puedes repetir la operación tantas veces como sea necesario. Y, además, puedes ayudarte de un cepillo pequeño para frotarla.
Cuidado y mantenimiento de los rieles
Ya hemos visto cómo podemos limpiar los rieles de las puertas y de las ventanas sin mucho esfuerzo. Sin embargo, dejar que la suciedad se acumule puede hacer esta tarea mucho más difícil y compleja. Por este mismo motivo, te aconsejamos que sigas unas pautas de mantenimiento para evitar que esta suciedad se quede fijada en ellos.
Lo primero que debes hacer para cuidar tus rieles y asegurarte que las puertas y ventanas cierren bien es limpiarlos cada semana. Para ello, lo mejor es hacerlo con agua y jabón. Tal y como te hemos mencionado anteriormente, solo debes mezclar el agua con el jabón y rociar los rieles con esta solución. Luego, simplemente pasa un paño para eliminar la suciedad. Como no se habrá incrustado mucho, verás que con una sola vez tendrás suficiente.
El lubricado de los rieles es otra pequeña tarea de mantenimiento que debes adoptar si quieres que sean fáciles de limpiar y funcionen perfectamente bien.
Para llevar a cabo el lubricado de los rieles, deberás comprar un producto adecuado para ellos. Nosotros te aconsejamos que uses un lubricante de silicona que lo puedes encontrar en cualquier tienda.
Para lubricar los rieles, debes apuntar con la boquilla de la botella hacia los rieles y apretar el gatillo para rociarlos. Debes ser también generoso con la cantidad. Luego retira lo sobrante con un trapo. Cuando vayas a retirar el producto, debes hacerlo con cuidado y muy suavemente, de manera que el lubricante llegue incluso aquellas partes que son más difíciles de acceder.
Por último, rocía también lubricante en el agujero lateral que hay en las puertas y en las ventanas. Esto hará que el lubricante llegue también a las ruedas que hay dentro de las puertas y de las ventanas. Y, para acabar, vuelve a pasar un trapo seco para retirar los restos.
Importancia de la limpieza y lubricación de los rieles
Los rieles de las ventanas y de las puertas necesitan mucho más que una limpieza cada mes o cada cuando nos acordamos. De hecho, cada vez que limpiamos las ventanas es un buen momento para ocuparnos también de los rieles. Debemos tener en cuenta que el buen estado de estos es necesario para que todas las puertas y ventanas nos cierren bien. De no ser así, el aislamiento que estos nos proporcionan no será el correcto y acabaremos pagando mucho más en nuestras facturas de la luz o del gas.
Las puertas y las ventanas correderas son ideales, pues con ellas no perdemos espacio en aquellas estancias en las que las tenemos instaladas. Sin embargo, sí es necesario hacerles un mantenimiento y mantenerlas siempre limpias. Las rutinas de limpieza son esenciales si queremos evitar que la suciedad se vaya incrustando y luego nos cueste mucho más eliminarla. Y, el mantenimiento es indispensable para asegurarnos de que las puertas y las ventanas cierren bien.