En España, tenemos básicamente dos tipos de berenjena: las globosas de frutos casi esféricos, de color negro o violeta oscuro; y las semialargadas, de frutos más o menos alargados y más estrecho que el tipo anterior, con menos peso.
Es inevitable que, a veces, al cocinar nos pueda sobrar parte de nuestra preparación, y es una verdadera pena dejar que se eche a perder. Por suerte, no tienes por qué hacerlo, al menos cuando cocines berenjenas, pues hay muchos trucos para conservar este fruto comestible.
Además, no importa si son berenjenas rellenas, fritas, rebozadas, cocidas o frescas, siempre habrá una manera de congelar cualquiera de estas recetas de forma correcta para que no se estropeen. ¡Descubre cómo congelar las berenjenas!
¿Se pueden congelar las berenjenas?
Como decíamos, es posible congelar diferentes recetas cuyo incrediente principal sea la berenjena, solo es cuestión de saber cómo hacerlo. A continuación, te mostramos cómo conservarlas congeladas tanto crudas como cocinadas, así que, toma nota.
Congelar berenjenas crudas
- Para empezar, pela y corta en rodajas las berenjenas. Es mejor conservarlas así que enteras siempre y cuando estén frescas.
- Pon a hervir agua con medio vaso de limón.
- Mientras, prepara un recipiente con agua y unos cubitos de hielo para que se ponga bien fría.
- Introduce las rodajas de berenjena durante 3 minutos en el agua hirviendo para escaldarlas. Además, gracias al limón se destruirán las enzimas que provocan su descomposición, pero sin perder su valor nutricional.
- Pon de inmediato las berenjenas en el agua helada para frenar la cocción y déjalas unos 4 o 5 minutos hasta que estén bien frías. Si lo consideras necesario, añádele más cubitos.
- Pasado este tiempo, saca las rodajas de berenjena y ponlas sobre varias capas de servilletas para que absorban todo el agua sobrante.
- Para concluir, utiliza una bolsa al vacío o una hermética especial para congelados si quieres conservar esta hortaliza de forma correcta sin que se eche a perder. Te aconsejamos que las pongas separadas para que no se queden pegadas y puedas utilizar solo las que necesites.
Cómo congelar berenjenas rellenas
Antes de nada, debes saber que hay dos formas distintas, pero igual de efectivas, de congelar las berenjenas rellenas. Te las mostramos para que emplees la que más te guste:
- Empieza colocando las berenjenas sobre una bandeja.
- A continuación, envuelve el recipiente con papel film transparente con mucho cuidado de que no entre nada de aire.
- Introduce el recipiente en el congelador lo más recto posible para que no se vuelquen las berenjenas rellenas.
- Descongélalas y disfruta de ellas cuando quieras.
También puedes poner las berenjenas rellenas en un táper de plástico y guardarlas así en el congelador. No obstante, si no tienes suficiente espacio para congelar las berenjenas ni en una bandeja ni con un táper, puedes hacerlo de la siguiente manera:
- Coloca una o dos berenjenas en un plato y ponlo en el congelador durante 2 o 3 horas.
- Después, sácalas y envuelve cada una con film transparente por separado, ya que estarán tan duras que no se chafarán ni se manchará el papel.
- Sigue el mismo procedimiento con todas las berenjenas rellenas que tengas para congelar.
- Por último, introduce en el congelador las berenjenas donde tengas espacio, pero procura no poner ningún otro alimento encima.
Congelar berenjenas fritas
Las dos variedades de berenjena que hay en España están deliciosas en cualquier elaboración. No obstante, si entre las muchas recetas con berenjenas que existen has optado por cocinarlas fritas y te han sobrado, te explicamos cómo congelarlas:
- Una vez fritas, pon las berenjenas en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Después, parte un trozo de film transparente y ve colocando encima las berenjenas, una al lado de otra, hasta que tengas 4 o 5.
- Envuélvelas con el film e intenta que queden planas.
- Pon otra capa de berenjenas fritas encima y repite el paso 3 formando capas.
- Para terminar, comprueba que el papel film haya quedado bien sellado antes de introducir las berenjenas en el congelador.
Cómo congelar las berenjenas rebozadas
Otra de las recetas con berenjenas más populares es la berenjena rebozada, y sí, se pueden congelar de este modo también. Por lo general, suelen ser más gruesas, así que te aconsejamos que sigas los siguientes pasos para congelar berenjenas rebozadas de manera óptima:
- Cuando hayas cocinado la berenjena, retira el aceite sobrante con papel de cocina absorbente. Esto es muy importante para que su conservación sea mejor.
- En este caso, mejor utilizar bolsas herméticas o un táper para congelar la berenjena rebozada, pues con el film transparente corremos el riesgo de que se chafen o deformen si no tenemos cuidado.
- Una vez dentro de lo que hayas escogido, introduce las berenjenas en el congelador.
- Para terminar, debes tener en cuenta que, al estar rebozadas, pueden durar menos tiempo congeladas que si se trata de un producto crudo o fresco. Por ello, lo mejor será que pongas la fecha en el envase para tener presente cuándo las congelaste.
Congelar berenjenas cocidas
Dentro del amplio abanico de recetas con berenjenas, no podemos olvidarnos de las berenjenas cocidas. Para congelar esta hortaliza hervida te recomendamos que sigas estos consejos:
- Comienza separando las rodajas de berenjena cocida que vayas a congelar y cúbrelas con varias capas de papel absorbente de cocina para eliminar el agua sobrante.
- Introduce las berenjenas en un táper y ciérralo bien, asegurándote de que no haya grietas ni fisuras, o el aire del congelador estropeará el alimento.
- No llenes el táper hasta arriba, pues la comida aumenta de tamaño al congelarse y el recipiente podría abrirse o romperse.
- Para finalizar, si cociste demasiadas berenjenas y te sobraron, ponlas en el congelador como te hemos explicado y disfruta de ellas cuando te apetezca. Y recuerda, podrás hacer lo mismo con distintas recetas con berenjenas.