Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), cada año se diagnostican en España más de 75.000 casos de cáncer de piel. Muchos de estos tumores cutáneos se relacionan con la exposición solar inadecuada. Algunos de ellos se relacionan más con exposiciones intensas y esporádicas, especialmente durante el verano, y en otros influye más la exposición frecuente y prolongada. Sin embargo, de forma general se puede considerar que la exposición al sol sin protección puede ser responsable de hasta el 80% de los cánceres de piel.

Antes de adquirir un protector solar es importante conocer algunas curiosidades, como el significado de SPF al que hace referencia su protección. El SPF o Sun Protection Factor se refiere al tiempo de protección solar que tenemos ante la exposición a los rayos UV. 

Por ejemplo, si usamos una crema con SPF 30 no quiere decir que nuestra piel estará protegida durante 30 minutos, sino que el tiempo que estaremos protegidos frente a la radiación solar será 30 veces el tiempo que lo estaríamos sin el producto SPF. Descubre otras peculiaridades en este artículo.

Curiosidades que no sabías acerca del protector solar

1. No protege igual a todas las pieles

Según lo dicho antes, un mismo protector solar puede proteger más o menos a unas personas que a otras. Incluso nos protegen más o menos según la latitud del planeta en la que nos encontremos. Y por supuesto, debes tener en cuenta que si tienes una piel demasiado sensible y delicada el tiempo de exposición a la radiación UV debe ser menor.

Es fundamental conocer nuestra piel y reaplicar protección solar al menos cada dos horas aunque no nos bañemos. Respeta también la cantidad recomendada, de lo contrario el SPF de la etiqueta no se cumplirá.

2. Protección SPF

También te interesará saber que un protector con SPF 100 no es el doble de eficaz contra la radiación UV que uno con SPF 50. Aunque sugiera que son mucho más seguros, en verdad no es así. Cualquier SPF mayor de 50 solo protege entre un 98,5 y un 99% de los rayos solares, mientras que un SPF 50 protege un 98%.

La diferencia es casi nula, así que los factores de protección solar más elevados de 50 no aumentan la protección frente a la radiación UV. Eso no significa que no existan los protectores con SPF 100, pero suelen utilizarlos las personas con alergia al sol, pacientes oncológicos, aquellos con la piel muy delicada…

3. ¿Y si voy a viajar en avión?

Otra de las curiosidades es que si vas a viajar en avión pronto, te recomendamos que te pongas protector solar durante el vuelo. Piensa que cada kilómetro que asciendes los niveles de radiación UV también lo hacen entre un 10 y un 12%.

Esto es lógico, ya que cuanto más alto subimos más cerca del sol estamos y, por ende, más desprotegida estará nuestra piel frente a los rayos UV. Lo ideal es llevar siempre un buen protector solar en la maleta de mano, o si lo prefieres, hazte con un stick solar para que no te paren en el control de equipaje.

Stick protector solar - Nature Republic

4. Las cantidades son importantes

Atención con las cantidades que utilices de protección solar, pues la que necesita nuestro cuerpo es la de una cucharilla de café para cara y cuello y seis cucharillas para el resto del cuerpo. Cuando vayas a exponerte al sol recuerda estas medidas y no escatimes, así conseguirás un bronceado saludable. Pero tampoco te pases, no es aconsejable para tu piel un exceso de protector solar.

5. Ten precaución con los remedios caseros

Cuidado con la protección solar handmade o DIY (Do it yourself), es decir, la elaborada de forma casera. Son muchas las páginas web que nos han alertado de algo bastante peligroso: las búsquedas en la red de 'handmade spf'. Además, hay cientos de entradas que ofrecen recetas o trucos para proteger la piel de los rayos solares de forma casera.

En realidad, estas elaboraciones no son del todo efectivas y podrían no protegerte de los rayos solares. Además, no han sido probadas por tests de eficacia para saber cuánto protegen, ni podemos saber si los ingredientes utilizados son los que afirman. Por lo tanto, no es seguro utilizar un protector solar de estas características.

6. El protector solar no se acumula

Una de las curiosidades más interesantes sobre el protector solar es que los factores SPF no se mezclan. Es decir, si utilizamos una BB cream con SPF 20 y después añadimos a nuestra piel una crema contra la radiación solar con SPF 30, nuestra piel conseguirá tener una protección SPF 30 y no SPF 50. Tenlo siempre presente, la protección contra la radiación UV de los productos de belleza no se acumula.

7. ¿Puedo utilizar el del año pasado?

Seguro que todos los años aprovechas el protector solar que te sobró el verano pasado, pero es muy posible que ya no te esté protegiendo bien. Este tipo de productos tienen una estabilidad que puede expirar de un año para otro y no te estará protegiendo de forma correcta. Revisa siempre la fecha de caducidad y el PAO, pues lo normal es que la estabilidad del protector solar sea segura hasta un año de su apertura, pero no más.

8. La mejor protección para tu piel

La mejor protección que puedes ofrecerle a tu piel es una mezcla de filtros físicos y químicos que protejan a tu piel de un amplio rango de radiación UV. Fíjate en la etiqueta antes de comprar tu protector solar, aunque hoy en día la mayoría suelen contener los dos tipos de filtros.

Además, tienen muchas ventajas, como su protección ante los rayos UVA y UVB de forma eficaz. Para proteger tu piel todavía más, es aconsejable el consumo de alimentos con antioxidantes como las vitaminas C o E.

9. No olvides retirarlo

La última de las curiosidades acerca del protector solar es que tan importante es aplicarlo como retirarlo. No te vayas nunca a dormir con los filtros solares sobre la piel, así que puedes buscar una protección solar que se elimine con facilidad. Suelen indicarlo en el envase con el nombre de washables. ¡Atiende a estos consejos y no dejes de cuidar tu piel este verano!

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