Siempre se ha escuchado que cuidar un bónsái es una tarea complicada, y lo es, es una de las plantas que más cuidados requiere, pero no es más complicado que hacer un huerto urbano, sin embargo, una vez se tienen un par de cosas claras en lo referente al regado, al abono y al trasplante, hacerlo puede ser una tarea mucho menos compleja de lo que se cuenta.
Cuidar un bonsái es una afición muy bonita. Especialmente si eres una persona que está empezando, te recomendamos que sigas leyendo, pues es muy probable que aprendas cosas que necesitas conocer.
Cómo regar un bonsái
Cuando reguemos un bonsái debemos evitar que la tierra quede encharcada, tan solo se trata de humedecerla. Por otro lado, los bonsáis deben regarse en el momento en que notamos que la tierra comienza a secarse, es un error esperar a que la tierra esté completamente seca. Para comprobar el estado de la tierra basta con introducir un palillo en ella, si sale seco o casi seco es el momento de regar.
Se debe considerar siempre en qué clima estamos, si estamos en una zona donde siempre hay sol y el bonsái está expuesto a sus rayos de forma diaria, será necesario estar más atentos al riego, ya que necesitará más agua. Si por el contrario estamos en un clima frío y húmedo entonces pueden pasar un par de días sin que necesite regarse.
Además de regar el bonsái, es una buena práctica pulverizar con agua las hojas, ya que así eliminarás el polvo y las mantendrás frescas.
En caso de que notemos que las hojas del bonsái se tornan de un color oscuro y comienzan a caerse, es porque nos estamos pasando con el riego. ¡Ten mucho cuidado con el exceso de agua!
Cómo abonar un bonsái
Es fundamental abonar la tierra con abono especial para bonsáis, para que reciba las cantidades adecuadas de potasio, fósforo y nitrógeno. Lo ideal y recomendable es abonar en primavera y en otoño, siendo en otoño la temporada que más abono reciba la tierra, mientras que en primavera sólo se proporcionarán cantidades pequeñas.
En verano y en invierno no será necesario aplicar ningún tipo de abono a la tierra.
Cuándo y cómo trasplantar un bonsái
Se recomienda realizar un trasplante de los bonsáis cada dos años si es joven o cada tres o cuatro años si es más maduro.
Se puede decir que es la misma técnica que cuando plantamos esquejes.
No todos los bonsáis se trasplantan igual, los hay que requieren más cuidados que otros, así que, dependiendo del que tengas, deberás informarme mejor para seguir los pasos correctos, generalmente no es complicado, aunque si no tienes experiencia, lo mejor es que dejes tu bonsái en manos de un experto. Pero si te atreves a realizar tú mismo el trasplante, te vamos a dar a continuación unas pautas generales para realizarlo con éxito:
- Necesitas tener las siguientes herramientas: unas tijeras bien afiladas, un rastrillo, corta alambres, un palo pequeño y una maceta.
- Si tu bonsái no ha sido trasplantado nunca, es probable que te lo vendieran anclado a la maceta con alambres. Mira en la parte inferior de la maceta y si está sujeto con alambres córtalos.
- Sacaremos el bonsái de la maceta ayudándonos con el rastrillo. Para realizar este proceso debemos tener mucho cuidado de no dañar las raíces.
- Una vez hemos sacado el árbol de la maceta, procederemos a retirar el substrato con la ayuda del palo pequeño.
- Cuando hayamos retirado todo el substrato posible, recortaremos las raíces con las tijeras. Nos centraremos en recortar aquellas raíces que hayan crecido de forma excesiva, en general se recomienda no recortar más del 25 o 30% de todas las raíces.
- Ahora podemos trasplantar el bonsái a otra del mismo tamaño o superior, pero antes debemos prepararla: la maceta debe tener agujeros de drenaje, podemos cubrirlos con una tela de malla, además podemos añadir alambre en forma de U para estabilizar el bonsái en la maceta, tal como lo teníamos antes de extraerlo.
- Rellenaremos la maceta con una pequeña capa de substrato de tipo grueso, para que esta capa sirva para drenar. Posteriormente añadiremos otra pequeña capa de substrato normal.
- Colocaremos el bonsái en la maceta fijándolo con los alambres.
- Añadiremos más substrato hasta cubrir la base del árbol y con ayuda del palo, apretaremos la tierra de forma que se eliminen todas las posibles bolsas de aire que puedan quedar.
- Finalmente, regaremos.
Cómo podar un bonsái
Podemos decir que cuando podamos un bonsái estamos podando un árbol enano. Dividimos la poda de bonsái en dos tipos: la que se realiza para dar forma al árbol y la que se emplea como mantenimiento:
Poda para dar forma al bonsái
Este tipo de poda es más complicada que la de mantenimiento, ya que va a determinar la forma final del árbol:
- Realiza la poda al final del otoño o en algún momento durante la primavera.
- Retira las ramas que crecen de forma vertical y se ven demasiado gruesas, ya que no doblarán, usa siempre una podadora cóncava para las ramas gruesas.
- Elimina todas aquellas ramas antiestéticas que hacen giros antinaturales.
- Elimina las ramas que tapan en exceso el tronco.
- Poda los brotes largos y corta dando una forma concreta.
- Cubre los cortes en las ramas con pasta selladora que ayudará a que las heridas del árbol (los cortes) sanen más rápidamente.
Poda para el mantenimiento del bonsái
La poda para el mantenimiento se debe realizar durante toda la temporada en que el bonsái está creciendo y así lograremos que el bonsái se mantenga en la forma que le dimos en un principio. Es importante emplear unas tijeras bien afiladas para realizar los cortes:
- Si el árbol es de hoja caduca: se deben cortar las partes más exteriores de las ramas y aquellas que han crecido excesivamente distorsionando la forma inicial del árbol.
- Si el árbol es de hoja perenne: hay que tener cuidado de que, cuando se realice el corte, éste no coja hojas ya que éstas se pondrán de color marrón. En estos casos lo más recomendable es realizar el corte con los dedos índice y pulgar.