Aunque las plantas de elefante no son originarias de España, es posible tener una. De hecho, si te acabas de comprar una planta de pata de elefante o tienes pensado adquirir una más pronto que tarde, es conveniente que le eches un vistazo a este artículo. En él vamos a explicar cómo cuidar una planta de elefante sin morir en el intento, y lo más importante, que no se nos muera tampoco ella. Pero, antes de nada, conozcamos un poco más sobre esta peculiar y ornamental planta que has elegido probablemente por su original apariencia. A continuación te contamos cómo cuidar una planta de elefante: cuidados y consejos.
¿Qué es una planta de elefante?
Cuando hablamos de la planta de elefante, lo hacemos de una suculenta clasificada en el género Beaucarnea. Y, ahora te estarás preguntando: ¿qué es una suculenta? Se le conoce con ese nombre a las plantas que cuentan con algún órgano especializado en almacenar agua en mayor cantidad que las plantas que no cuentan con esta adaptación.
Podrás intuir entonces que este tipo de plantas en el hogar se aclimatan bien. Pero ¡ojo! Que eso no significa que debas dejarla de la mano de dios. Necesitan sus cuidados y aquí vas a descubrir cuáles son.
Volviendo al origen de esta peculiar planta, debemos decir que también es conocida bajo el nombre de Nolina recurvata, y esto es, sin duda, por la forma curvada de su tronco cuando la planta alcanza cierta altura.
¿Qué características tiene este tipo de plantas en el hogar?
Esta planta suculenta es originaria de México y de otros países de Centroamérica. Se suele encontrar en las zonas más desérticas y selvas secas de estos países, y lo cierto es que están protegidas por su gobierno porque la urbanización y la agricultura intensiva están reduciendo poco a poco su hábitat, lo que altera la polinización y un desequilibrio en la población.
Una planta de elefantes de interior en una casa plantada en maceta, es raro que supere el metro o metro y medio, pero debes saber que, en estado salvaje, esta suculenta puede alcanzar la friolera de 10 metros.
Se caracteriza por tener pocas ramas y por contar con un tronco muy ensanchado en la base. Ensanchado que le sirve a la propia planta para almacenar sus reservas de agua. Sus hojas son finas y largas, de color verde muy intenso, y la peculiaridad está en que tienden a caer hacia el suelo con cierta curvatura.
¿Cómo cuidar una planta de elefante correctamente?
Vayamos por partes, porque, aunque la tarea de cuidar una planta de elefante parezca sencilla, hay determinados aspectos que debes tener en cuenta para un crecimiento sano.
1. Sustrato
Hay un requisito indispensable en cuanto al suelo o base de esta planta: que drene bien. Por lo tanto, vamos a huir de suelos pesados con tendencia a retener agua constantemente.
En cuanto al sustrato, te recomendamos que uses una de esas mezclas comerciales para macetas con buen drenaje, ya que funcionan mejor que los sustratos propios para cactus y suculentas. Eso sí, añade perlas de agua para controlar la humedad.
2. Iluminación
Resulta lógico que te digamos que este tipo de plantas necesitan sol. Si vamos a cultivar la planta de elefante en el exterior, ponla a pleno sol y sombra parcial. Si, por el contrario, quieres colocar este tipo de plantas en el hogar, te recomendamos que siempre estén en el lugar más brillante de la casa.
Eso sí, durante primavera y verano, el sol directo en exceso podría ser perjudicial, así que procura que el lugar esté parcialmente soleado. La temperatura idónea en interiores debe oscilar entre 18º C a 26º C.
3. Riego
A la hora de regar una planta de elefante se comete el mayor error: regarla en exceso o mantenerla en condiciones húmedas durante mucho tiempo. Estas plantas, sobre todo en temporada de crecimiento, se riegan, de forma general, una vez cada 7 o 14 días.
Lo mejor es que para averiguar si necesita agua o no, introduzcas el dedo en el sustrato. Si lo sientes seco, riega tu planta.
¿Cómo podar, fertilizar y trasplantar una planta de elefante?
Para fertilizar esta planta te recomendamos usar un fertilizante granulado de liberación lenta. Que tenga el nitrógeno bajo es una buena opción. Cuanto más bajo sean los niveles de Nitrógeno, mejor. La época más acertada para la fertilización de esta planta es, una vez cuando empieza la primavera, y otra vez al comenzar el verano. Eso sí, no te pases fertilizando esa planta porque podrías quemar las puntas del follaje.
A la hora de la poda, usa tijeras desinfectadas y únicamente corta las puntas de las hojas que estén marrones. Si una hoja está totalmente muerta, puedes eliminarla por completo, aunque lo cierto es que no sería necesario.
Si vas a trasplantar tu planta de elefante, la mejor época es la primavera. Sabrás cuál es el momento exacto para poder trasplantarla cuando veas que asoma por el orificio del drenaje sus raíces. Ahora bien, no hace falta que la trasplantes si la planta no ha crecido mucho. Debido a su lento crecimiento, puede que tarde muchos años en tener que trasplantarla.
Ahora ya sabes cómo cuidar una planta de elefante y sabemos que tus plantas estarán en buenas manos, así que te damos un último consejo. Si quieres reproducir tu planta de elefante, puedes hacerlo por semillas y por retoños. Para ello, únicamente debes separar los retoños o hijuelos que aparecen en la base del tronco, sin dañar las raíces y pasarlos a unas macetas colocadas a una temperatura cálida y, a ser posible, a la sombra.