El piercing en el ombligo, ampliamente popular en España, es frecuentemente elegido por mujeres jóvenes. Es esencial recordar que la colocación del piercing debe ser realizada por un profesional y seguir sus recomendaciones para su cuidado. Además, queremos compartir contigo algunos métodos caseros para desinfectar el piercing, que son fáciles de aplicar.
Estos consejos son útiles tanto para piercings en el ombligo como en otras áreas, ayudando a prevenir infecciones. Dado que el ombligo requiere cuidados particulares, es importante prestar especial atención a estos remedios.
Qué cuidados necesita un piercing en el ombligo
Cuidar adecuadamente de un piercing en el ombligo es crucial para asegurar una buena cicatrización y prevenir infecciones. Aquí te detallamos algunos de los cuidados esenciales:
- Limpieza rigurosa: debes limpiar el área del piercing al menos dos veces al día. Utiliza una solución salina o jabón antiséptico suave para limpiar alrededor del piercing, evitando el uso de productos agresivos como el alcohol o el peróxido de hidrógeno que pueden irritar la piel.
- Evitar manipulación innecesaria: no toques el piercing con las manos sucias y evita jugar con él. La manipulación frecuente puede irritar la zona y aumentar el riesgo de infección.
- Ropa adecuada: usa ropa holgada para evitar la fricción sobre el piercing. La ropa ajustada puede irritar y ejercer presión sobre el área, lo que puede provocar problemas en la cicatrización.
- Secado cuidadoso: después de limpiar el piercing, sécalo suavemente con una toalla limpia o una toallita de papel. No frotes el área, ya que esto puede causar irritación.
- Evitar piscinas y baños prolongados: durante las primeras semanas, evita sumergir el piercing en piscinas, jacuzzis, o bañeras para minimizar el riesgo de infección.
- Revisiones y cambios de joyería: no cambies la joyería hasta que el piercing esté completamente curado, lo cual puede tomar varios meses. Si es necesario cambiar la joyería por alguna razón médica, hazlo con la ayuda de un profesional.
- Observar signos de infección: presta atención a cualquier signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón, secreción, mal olor o dolor persistente, y consulta a un profesional de la salud si alguno de estos síntomas aparece.
Siguiendo estas pautas, puedes ayudar a asegurar que tu piercing en el ombligo sane adecuadamente y reducir el riesgo de complicaciones.
Otros consejos para evitar una infección en el ombligo
Existen otros consejos a tener muy en cuenta cuando te acabas de hacer un piercing en el ombligo. Por ejemplo, no uses ropa ceñida o lleves ningún elemento que pueda rozar el piercing, como correas, riñoneras… Tampoco se recomienda tocarlo hasta que cicatrice por completo, excepto cuando lo estés desinfectando.
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Por otra parte, los profesionales aconsejan no utilizar cremas sobre la zona mientras cicatriza, ni asistir a un spa o a la piscina. El cloro es un producto muy nocivo para la curación de las heridas.
Para finalizar, si por un error o algún despiste acabas con una infección en el ombligo, puedes hacer dos cosas: bien quitar el piercing y curar la herida hasta que se renueve la piel de forma natural, o bien cambiar el piercing en el ombligo por uno de titanio puro y desinfectar bien la zona. ¿Por qué? Pues porque está demostrado que el titanio acelera la cicatrización de las heridas.
Cómo curar un piercing de ombligo infectado
Curar un piercing en el ombligo infectado con remedios caseros puede ser efectivo si se hace con cuidado. Aquí te explicamos cómo:
- Solución salina: el agua con sal es un remedio casero efectivo gracias a las propiedades antibacterianas de la sal. Para prepararla, disuelve una cucharada de sal en un vaso de agua. Asegúrate de que la sal esté completamente disuelta antes de usar la solución para limpiar el área infectada varias veces al día. Esto puede ayudar a eliminar las bacterias.
- Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada): aunque generalmente no se recomienda alcohol o peróxido de hidrógeno para desinfectar piercings, en casos de infecciones graves (donde hay secreción de pus), el peróxido de hidrógeno puede ser útil. Debe usarse con mucho cuidado debido a su potencia. Aplica con precaución y solo en situaciones donde la infección sea severa.
- Cremas antibióticas: esta es una opción menos agresiva. Aplica cremas antibióticas en la zona afectada, permitiendo que la piel la absorba durante unos minutos. Asegúrate de tener las manos limpias y mueve el piercing ligeramente para evitar que las costras se adhieran y reabran la herida, lo cual podría provocar otra infección.
Es importante recordar que el proceso de cicatrización de un piercing en el ombligo puede durar al menos 12 meses. Si los síntomas persisten o empeoran, es crucial consultar a un profesional médico o a un piercer experimentado para obtener asesoramiento y tratamiento adecuados.
Qué hacer si la infección no remite
No queremos terminar este artículo sin darte un último consejo. Si has seguido todos los cuidados mencionados y la infección en el ombligo no remite, debes acudir de inmediato a un dermatólogo. Es poco común llegar a este extremo si se siguen estos cuidados, sin embargo, puedes cometer algún error y tu piercing en el ombligo podría llegar a infectarse.
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Por lo general, las infecciones suelen durar dos o tres días, de modo que si tras ese tiempo la infección continúa, hay que ponerse en manos de un profesional facultativo. Este examinará la infección y nos proporcionará un tratamiento para desinfectar un piercing que, por cierto, deberás seguir a rajatabla. Así, te asegurarás de terminar con el problema de forma rápida y segura.
Para terminar, no olvides que se debe tener mucho cuidado con la limpieza de la zona. Una rutina diaria de higiene es necesaria para un correcto cuidado del piercing en el ombligo. Y no olvides utilizar uno de acero quirúrgico o de titanio, son los de mejor calidad. Ten en cuenta estos cuidados a la hora de desinfectar un piercing, resultarán de gran utilidad.