Cuando nos hacemos un tatuaje tenemos que ser conscientes de que el tatuador nos ha estado introduciendo en la piel distintas tintas con agujas finísimas, por tanto, el proceso de curación y cicatrización llevará un tiempo.
¿Os acordáis de cuando hablábamos de las distintas maneras de curar un piercing en el ombligo?, pues ahora veremos cómo curar un tatuaje.
Cuidados del tatuaje
En primer lugar, es fundamental seguir al pie de la letra las indicaciones del tatuador.Debemos saber que es importante acudir a un estudio de tatuajes, de higiene y profesionalidad contrastadas, porque los verdaderos artistas del tatuaje son personas profesionales y serias, y con ellas puedes estar seguro de que no correrás ningún peligro.
Cuando salgamos de su estudio, nos habrá limpiado bien la zona y habrá aplicado una pomada antibacteriana, para evitar infecciones. Y después, nos la habrá tapado con un apósito que deberá permanecer en nuestro tatuaje, durante al menos dos horas.
Un tatuaje puede tardar en curarse alrededor de una semana, aunque siempre habrá una serie de cuidados que deberemos tener en cuenta de cara al futuro, especialmente si hacemos gimnasia, y también si nos gusta tomar el sol o bañarnos en la playa.
Cómo cuidar un tatuaje: primera cura
Una vez que hayamos quitado el apósito, dejaremos que el tatuaje esté al aire las siguientes 24 horas, y solo lo cubriremos para ducharnos y que la piel no entre en contacto con el agua.
Para el cuidado del tatuaje deberemos estar muy atentos en su limpieza y curación al menos 2 ó 3 veces al día, es decir, cada 8 horas, durante por lo menos la primera semana, hasta que veamos que va cicatrizando.
Para la limpieza, primero lavaremos muy bien las manos, y procedemos a lavar el tatuaje con agua fría y un jabón neutro, sin ningún tipo de olor ni perfume, frotando suavemente con las yemas de los dedos, sin utilizar esponjas o paños. Sentiremos un gran alivio con la piel mojada y fresca. Secamos después con una toalla suave de algodón, sin frotar, simplemente colocándola con cuidado encima del tatuaje, para dejar que absorba el agua. Después aplicaremos una pomada cicatrizante que nos haya recomendado el tatuador. Debemos aplicar una capa muy fina y dejar secar al aire, para que penetre bien en la piel. Después, taparemos el tatuaje con un apósito para protegerlo.
Cómo curar el tatuaje: los primeros 7 a 10 días
Para curar el tatuaje debemos repetir esta operación cada 8 horas durante, al menos, una semana. Notaremos que como cualquier herida que cicatriza, nos picará porque la piel se está regenerando, pero debemos evitar rascarnos para no dañarnos.
Entre los cuidados para el tatuaje, debemos saber que si en tres días molesta y la inflamación no baja, es importante acudir al tatuador. Tal vez se haya infectado, y necesitemos ir al médico. Lo más seguro, si esto ocurre, es que nos receten antibióticos, pero el cuidado del tatuaje en las primeras semanas siempre será jabón neutro y crema cicatrizante.
Durante los siguientes días (al menos doce) seguiremos con el mismo procedimiento, y dejaremos el tatuaje al aire con cada vez más frecuencia. Debemos tener en cuenta que las cremas para el tatuaje serán las que nos diga el tatuador, ya que no todas las cremas valen. Las cremas con base de petróleo tales como la vaselina son demasiado espesas y pueden obstruir los poros de la piel o provocar la expulsión de la tinta antes de que el tatuaje pueda curarse, y además éste podría perder color.
Pasados 10 ó 12 días, podremos lavar el tatuaje directamente con el agua de la ducha, y mantenerlo al aire. Ya podremos lucirlo sin problema y sin necesidad de taparlo para protegerlo.
Trucos y remedios caseros para cuidar un tatuaje
Además de los cuidados ya citados para saber cómo cuidar un tatuaje, hay una serie de trucos y remedios caseros, así como advertencias, que debemos seguir al pie de la letra para no deteriorar nuestro tatuaje y que luzca siempre bonito:
- Aunque tengamos la tentación de rascarnos cuando está cicatrizando, no debemos hacerlo. Cuando cicatrice, se irán formando costras, lo que entra dentro de lo normal, y si las rascamos, podemos crear agujeros o manchas y lo podemos infectar. Lo mejor es usar alguna crema hidratante que nos refresque y combata el picor persistente.
- Cuando el tatuaje esté recién hecho debemos evitar bañarnos en playas o piscinas, porque el agua puede dañar su apariencia debido a la sal y el cloro. Una vez que el tatuaje esté asentado en nuestra piel, podemos bañarnos y mojar el tatuaje sin ningún tipo de problema.
- Debemos proteger los tatuajes del sol, cuando son nuevos. Para cuidar un tatuaje en condiciones, no debemos dejar que le dé el sol, ni exponernos a éste porque se pueden provocar ampollas en la piel. Además, la tinta es un producto químico, y se puede desteñir el tatuaje. En los primeros meses, y si coincide con los meses de sol y playa, debemos mantener nuestro tatuaje tapado.
- Si practicamos deporte o algún tipo de gimnasia no ocurre nada si practicamos de forma diaria y regular. Pero si hacemos deportes de musculación debemos saber que, al principio, tendríamos que hacer un deporte muy suave, puesto que el desarrollo del músculo puede incidir negativamente en el que tatuaje se deforme ligeramente y no guarde las proporciones deseadas.