En líneas generales, y si queremos calidad, los colchones no son baratos, aunque en su favor hay que decir que duran mucho, y se trata de un dinero que está bien invertido porque durante muchos años no nos tendremos que preocupar de renovarlo si seguimos al pie de la letra las instrucciones del fabricante.
Cómo elegir un colchón: lo que debes saber
Un buen descanso es fundamental, y debemos tener en cuenta que pasamos por lo menos ocho horas de descanso tumbado en un colchón, por lo que la calidad debe ser un elemento fundamental a la hora de elegir un colchón, sin perder de vista tu presupuesto y teniendo en cuenta la oferta tan variada y tan extensa que hay actualmente en el mercado.
Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un buen colchón es su firmeza. Un colchón debe ser lo suficientemente firme para apoyar relajadamente el peso de nuestro cuerpo, sin que sea muy duro y pueda resultar incómodo, ya que en este caso no proporcionara el descanso que necesitamos. Tampoco es recomendable que resulte demasiado blando, porque "hundirse" en un colchón no resulta nada cómodo para el descanso, aporta más calor, y no sujeta correctamente la columna. Así que lo mejor es comprar siempre un colchón de firmeza media.
Hoy en día, los mejores colchones del mercado son los colchones de muelles ensacados, y los colchones viscoelásticos, ya que ambos son altamente transpirables y algunos de ellos están tratados con elementos antiácaros y antibacterianos, lo que es fundamental para las personas con alergias. Otros aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir un buen colchón serían las medidas: un mínimo de 18 centímetros de altura y un largo de 10 cm más que la altura.
Cómo elegir un buen colchón: materiales con los que están fabricados
Los materiales más habituales de fabricación de un colchón son los siguientes:
- Látex: El látex es un material de muy alta calidad, con el que se fabrican los colchones en general. Los colchones tanto de látex como los colchones viscoelásticos son capaces de adaptarse a la forma de nuestro cuerpo, minimizando la presión en cabeza y hombros. Los colchones de látex, además, son muy elásticos y flexibles, permitiendo que la persona se mueva con naturalidad en el colchón mientras descansa, sin dañarse la columna vertebral. Los hay de látex natural y sintéticos.
- Colchones viscoelásticos: la viscoelástica es una tecnología altamente innovadora, que se aplica a los colchones y que es perfecto para las personas que por lo general duermen de lado, o que sufren problemas de articulaciones o musculares. Tienen diversos tipos de densidad, y pueden ser más firmes o más adaptables. Por ejemplo, las personas con sobrepeso necesitarán colchones menos adaptables y con mayor firmeza.
- Colchones de muelles ensacados: Estos colchones son la mejor opción para las personas que sufren de excesiva sudoración. También existen colchones de muelles ensacados de diferentes grosores o firmeza. Son colchones basados en los tradicionales, para personas que no buscan adaptabilidad.
Trucos y consejos para elegir el colchón más adecuado
Elegir un colchón no es tarea fácil, dada la gran cantidad de opciones que hay en el mercado, por lo que se hace necesario probarlos y tener en cuenta que el cuerpo se adaptará al descanso con el nuevo colchón en un plazo mínimo de 30 días, ya que estaremos acostumbrados a nuestro antiguo colchón.
Acudir a una tienda física a probar los colchones tumbándonos sobre ellos, puede ayudar a determinar cuál es el que mejor se adapta a lo que buscamos, pero en la mayoría de los casos no es suficiente, y lo mejor es dejarse aconsejar por un experto, explicándole nuestras necesidades básicas: la firmeza, sudoración, problemas en la columna, etc.
Por otra parte, si bien es cierto que los colchones de calidad se pagan y quizás estemos buscando algo barato, también debemos tener en cuenta que quizás la durabilidad sea menor, y dentro de menos tiempo del que habíamos pensado, tendremos que invertir en volver a comprar un colchón.
Aquí van unas últimas recomendaciones para elegir un colchón y poder sacarle el mayor partido:
- Por norma general, el colchón deberá cambiarse como máximo cada 10 años, o cuando notemos que ya no descansamos bien. Cuando adquiramos un colchón nuevo, será necesario que lo cambiemos cada cuatrimestre, para poder adaptar bien cada parte del colchón a nuestro descanso. Así, lo iremos girando para descansar en todas las partes del colchón.
- Los cambios de colchón pueden ser más necesarios para los niños debido a su crecimiento, por lo que es probable que haya que cambiar el colchón mucho antes de los 10 años.
- Hay establecimientos que permiten probar un colchón durante un tiempo, y si no va bien, devolverlo o cambiarlo por otro.
- Cuando compremos el colchón necesitaremos una factura o garantía, por si hay algún defecto de fabricación, y tenemos que devolverlo.
- Es necesario que, después de dormir en él, ventilemos bien la habitación para poder airear el colchón.
- Lo mejor para asegurar la durabilidad del colchón y protegerlo del polvo y la suciedad en la medida de lo posible, es comprar una funda de colchón de tejidos naturales como el algodón. Pero si aún así se ensucia, ya os dimos algunos trucos para limpiar el colchón de cualquier tipo de mancha.