Contar con un buen edredón es fundamental para poder disfrutar de una noche cálida y con el máximo confort posible, incluso sin tener que recurrir a la calefacción. En el mercado podemos encontrar una gran cantidad de opciones diferentes entre las que elegir, tales como edredones nórdicos, de plumas, sintéticos y cuatro estaciones.
En ocasiones puede llegar a ser complicado hacer una buena elección, y es que para ello hay que atender a diferentes criterios como son la temperatura de la habitación, el material utilizado para su relleno y el propio tamaño de la cama, entre otros. A continuación, te vamos a dar las claves para que sepas cómo elegir un buen edredón.
Puntos clave para elegir un buen edredón
Un edredón es clave para poder disfrutar de una noche de confort en la cama, para lo cual es imprescindible elegir el adecuado. Para ello hay una serie de aspectos fundamentales a tener en cuenta, y estos son los siguientes:
Elegir entre relleno nórdico, un edredón tradicional o una colcha
En los meses de verano puede ser suficiente con colocar en la cama una colcha fina e incluso una sábana, si bien cuando llega el otoño y el invierno y el frío comienza a apretar, el edredón se convierte en un imprescindible.
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Los edredones tradicionales no requieren de funda, ya que ya tienen un tejido exterior con un diseño, si bien optar por un relleno nórdico supone disfrutar de algunas ventajas, como el hecho de poder cambiar el diseño del edredón con tan solo cambiar su funda nórdica. Esto supone poder disfrutar de una compra con mayor durabilidad, al mismo tiempo que el edredón está protegido y resulta más higiénico.
Asimismo, también podemos encontrar edredones nórdicos de diferentes colores y reversibles para poder hacer uso de los mismos tanto con funda nórdica como, si se prefiere, sin ella.
Las medidas de la cama
A la hora de elegir un buen colchón es muy importante tener en cuenta las dimensiones de tu cama, ya que no querrás comprar un producto que no sea acorde a las medidas y que tus pies u otra parte de tu cuerpo se quede destapado en una noche fría de invierno.
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Los colchones miden, de media, unos 28 cm de altura, por lo que el edredón tendrá que medir un mínimo de 60 cm más que el ancho de la cama y unos 30 cm más de largo. En el caso de que haya dos personas las que duerman en la cama, se necesitarán 25 cm más de ancho.
Edredón fresco, cálido o extracálido
El tercer punto clave a tener en cuenta es determinar la calidez del edredón, que depende del tipo de relleno y del gramaje. Para poder elegir el nivel de calidez será necesario tener en cuenta:
- Temperatura del dormitorio: en función del aislamiento térmico de la casa, de la zona geográfica en la que se encuentre y de la orientación marca la temperatura de la habitación.
- Preferencias personales: hay que tener en cuenta que no todas las personas sienten el frío y el calor de la misma manera. Además, la complexión también juega un papel importante a la hora de determinar las necesidades de calidez de unos y otros. A ello hay que sumar que hay personas a las que les gusta sentir más peso en la cama que a otros disfrutar de mayor comodidad en la misma.
Dicho lo anterior, en el caso de que duerman dos personas en una misma cama y una sea más friolera y otra más calurosa, es preferible optar por un edredón menos cálido.
Tipos de rellenos nórdicos
Si quieres saber cómo elegir un buen edredón, es importante que tengas en cuenta los dos grandes tipos de rellenos nórdicos que pueden encontrarse en el mercado. Por un lado, se encuentran los naturales y por otro los sintéticos. El precio de ellos se incrementa con la calidez y con el material del tejido exterior. Para que puedas hacer una buena elección, te dejamos con las características de cada uno de ellos.
Edredones naturales (plumón, plumas, fibras vegetales, lana o seda)
Los edredones con relleno natural son apreciados por su capacidad termorreguladora y aislante. Los más habituales son los que combinan las plumas y plumón con un tejido exterior de algodón. Los que tienen mayor cantidad de plumón son más ligeros y cálidos que los que tienen mas plumas, y también tienen un precio mayor. Los que tienen mayoría de plumas ofrecen más transpiración.
Los edredones naturales son más caros que los sintéticos y tardan más en secarse, además de que su mantenimiento es más complejo y costoso. Sin embargo, retienen el aire de manera natural para ofrecer un buen aislamiento, son transpirables y ligeros y tienen una larga vida útil, de entre 10 y 15 años.
Edredones sintéticos, de fibra y lyocell
Existen muchas variedades distintas de fibras de poliéster, pero en la gran mayoría de los casos, los rellenos incluyen fibra hueca o fibra hueca siliconada. En el tejido exterior es frecuente la microfibra, de tacto suave, aunque también podemos encontrar con un tejido similar al borreguillo. En este sentido hay que saber que cuánto más aire quede retenido en los huecos de su interior, el edredón ofrecerá mayor ligereza y calidez.
Dentro de los edredones sintéticos hay algunos que optan por la combinación de fibras sintéticas con semisintéticas de origen vegetal, como es el caso del lyocell.
Los edredones sintéticos tienen la ventaja de que se pueden encontrar en distintos niveles de calidez, que son fáciles de mantener y que son más baratos que sus equivalentes de relleno natural. Sin embargo, duran menos tiempo que estos últimos y, con el mismo nivel de calidez, tienen un peso mayor que los de plumas.