Las patas de gallo son unas pequeñas líneas de expresión que se forman en las comisuras de los ojos y que suelen ser muy comunes en personas de más de 35 o 40 años. Se deben en general al envejecimiento natural de la piel, que da lugar a falta de elasticidad, y se ven potenciadas por la falta de hidratación y por ciertos comportamientos, como fumar o tomar demasiado el sol.
Patas de gallo: cómo prevenirlas
- Realiza gimnasia facial cada día: es una técnica de reeducación de la musculatura de la cara mediante movimientos de tensión y relajación. Existen ejercicios específicos para prevenir/reducir las patas de gallo, por ejemplo, mantener los ojos cerrados y enarcar las cejas sin abrirlos, de manera que se ejercite todo el contorno de los ojos.
- Aliméntate bien: los alimentos ricos en vitaminas y en antioxidantes son muy importantes para mantener la flexibilidad de la musculatura y la dermis facial. Es muy bueno consumir zumos de cítricos y zumo de aloe vera, y también consumir fruta y verdura rica en vitamina C, como la sandía, los pimientos y la coliflor.
- No fumes y controla el alcohol: el tabaco reseca y envejece la piel al reducir el riego sanguíneo, y el alcohol dificulta la hidratación de la piel, así que son productos a evitar.
- Hidrátate bien: beber al menos dos litros de agua al día y mantener la piel bien hidratada por fuera usando cremas hidratantes o productos naturales con efecto hidratante.
Tratamiento facial de las patas de gallo
Si a pesar de cumplir con las indicaciones anteriores, las patas de gallo acaban apareciendo, tenéis dos opciones: podéis acudir a un especialista y someteros a un tratamiento médico adecuado para las patas de gallo o utilizar mascarillas faciales caseras de distintos productos (en otro artículo te dimos los trucos para hacer una mascarilla facial completamente natural).
Tratamiento médico-quirúrgico para patas de gallo
Los tratamientos que ofrecen las clínicas de estética para las patas de gallos son:
- Inyecciones de bótox o de ácido hialurónico: el bótox paraliza los músculos, mientras que el ácido hialurónico rellena las arrugas, así que se trata de dos tratamientos completamente distintos, aunque se realicen de la misma manera.
- Reducción muscular: se quita una pequeña porción milimétrica de músculo bajo las patas de gallo, porque así al haber menos músculo el estiramiento no causará arrugas.
- Lifting facial completo: el lifting facial es un tratamiento que cambia el aspecto de toda la cara, por lo que quizás es un poco exagerado hacerlo solo para arreglar unas patas de gallo.
Productos cosméticos para las patas de gallo
En las farmacias se pueden conseguir muchas cremas que van bien para contorno de ojos, que suelen contener productos destinados a reducir las bolsas, reducir las patas de gallo y reducir también las arruguitas de los párpados. Aunque no son baratas, muchas tienen un efecto bastante notable, especialmente cuando se trata de una crema de una marca conocida.
Por otra parte, se pueden preparar mezclas de productos naturales en casa, con magníficos efectos. Para aplicarlas, se pueden adquirir bases de mascarilla facial (químicas) en varios sitios de internet y/o droguerías, o usar yogur o clara de huevo como aglutinante.
Los remedios caseros más indicados para tratar las patas de gallo son:
- Aloe vera: el aloe da elasticidad a la piel. Para acabar con las patas de gallo, ya comentamos cómo hacer crema de aloe vera.
- Aguacate: es rico en minerales y vitaminas y ayuda a fortalecer el tejido dérmico. Se puede aplicar directamente en el contorno de ojos, basta con extraer la pulpa de un aguacate maduro y triturarla. Hay que aplicar durante 20 minutos antes de aclarar.
- Papaya: su principal aporte es la riqueza en vitamina C, que contribuye a la producción de colágeno. Se puede usar triturada directamente aplicada sobre la piel o mezclada con aceite de oliva. En ambos casos hay que tenerla en contacto con la piel unos 10 minutos.
- Claras de huevo: la clara de huevo reafirma la piel, así que reduce las arrugas de manera casi inmediata. Para aplicarla hay que batir una clara de huevo hasta que adquiera una textura espumosa y aplicarlo durante 10 minutos alrededor de los ojos. Luego hay que aclararlo bien con agua fría.
- Leche: sus ácidos estimulan la creación de colágeno. Para aplicarla hay que empapar un algodón o una gasa con leche y situarla sobre los ojos cerrados durante unos 10 minutos. Es un proceso que se puede hacer hasta dos veces al día.
- Aceite de coco: actúa como hidratante natural y, gracias a su alto contenido en vitamina E, ayuda a nutrir los tejidos. Basta con aplicarlo como si fuera una loción, ni siquiera hace falta aclarar.
Aunque es complicado identificar una única mejor crema para patas de gallo, en líneas generales puede decirse que los mejores productos de farmacia son los que incluyen ácido hialurónico y/o colágeno, mientras que las mejores mascarillas y cremas caseras son las que aportan flexibilidad, como las que llevan aloe vera, y las que contienen vitamina C, que estimula la producción de colágeno, con lo que ayuda a rellenar arrugas.
Asimismo, uno de los productos más eficientes y con una mejor relación calidad precio en lo que refiere a reducir las patas de gallo es la leche, que también aumenta la producción de colágeno y además nutre la piel.