Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, almacenar adecuadamente los alimentos es fundamental para prolongar su vida útil y evitar su deterioro o contaminación, debiéndose prestar especial atención cuando llega la época de calor.
A la hora de conservar los alimentos, es muy probable que sigas algunas rutinas que ya se han convertido en habituales en casa. Sin embargo, es probable que con algunas de ellas estés cometiendo algún error y, en consecuencia, tus alimentos no se conserven todo el tiempo que quisieras. Es cuando te sueles preguntar por qué se estropean los alimentos.
Hay una serie de trucos y métodos de conservación de alimentos generales a poner en práctica para no caer en esos errores. Algunos de ellos son muy conocidos, pero otros quizás te sorprenderán.
1. Dejar las lechugas en bolsas de plástico
Si alguna vez has dejado la lechuga en una bolsa de plástico, habrás comprobado que la verdura se humedece. Esto es debido a que el plástico no permite que circule el aire alrededor de las hojas, lo que acelera el crecimiento del moho y las bacterias y la lechuga se pudre más rápidamente.
2. No guardar otras verduras en bolsas
Sin embargo, a diferencia de las lechugas, hay otras verduras que sí deben guardarse en bolsas, ya sean de plástico o de algodón, para que retengan la humedad. Son productos de conservación que deben ser tenidos en cuenta en función de los alimentos que quieras conservar.
3. Refrigerar algunas frutas sin enjuagarlas antes
Algunas frutas como las fresas, las frambuesas o los arándanos cogerán rápidamente moho y bacterias si las guardas en la nevera sin enjuagar. Una vez compradas, y antes de meterlas en el refrigerador, hay que enjuagarlas con tres partes de agua y una de vinagre. Luego se secan bien y se meten en la nevera.
4. Guardar ciertos alimentos en el frigorífico
Hay ciertos alimentos que no son nada recomendables de meter en el frigorífico. Y, sin embargo, se suele caer en el error:
- Tomates: mejor tenerlos a temperatura ambiente para que maduren y consigan más sabor (a menos que estén ya muy maduros o cortados).
- Sandía: si pasa más de tres días en el frigorífico, pierde sabor y color; lo mejor es tenerla a temperatura ambiente y protegida de la luz solar directa (si está cortada, sí se debe refrigerar y comer los primeros días).
- Calabacín: se debe guardar en el frigorífico, pero no a temperaturas muy bajas; lo mejor es colocarlo en el cajón de las verduras o envuelto en papel de cocina (hay que comerlo antes de que pasen cinco días).
- Pepino y berenjena: ambos alimentos deben guardarse a temperatura ambiente para que no pierdan color y sabor (si se guardan en el frigorífico, solo un máximo de tres días).
5. No etiquetar los alimentos congelados
Si congelas alimentos en recipientes, es recomendable etiquetarlos para saber luego qué son. Cada vez que congeles algo puedes etiquetar la bolsa o el recipiente con lo que contiene y la fecha en la que lo congelaste. A medida que metes más cosas en el congelador, hay que pasar a la parte delantera los más antiguos para usar primero.
6. Guardar juntas cebollas y patatas
No, no es una leyenda urbana. Guardar juntas cebollas y patatas puede echar a perder ambos alimentos. Lo ideal es conservar las patatas en un lugar fresco, oscuro y seco, mientras que las cebollas irán a un espacio fresco y seco, pero con mucha circulación de aire. Así no habrá nunca problemas.
7. Guardar juntas frutas y verduras
Hay muchas frutas (manzanas, aguacates y melocotones) que producen etileno, una hormona de maduración que hará que ciertas verduras (pepino, berenjena y lechuga, sobre todo) maduren más rápidamente y se pudran antes. Las manzanas y los aguacates, por ejemplo, son muy sensibles al etileno.
Cómo conservar los alimentos
En la mayoría de las ocasiones, el mal almacenamiento de los alimentos es lo que suele provocar que se pudran antes de tiempo. La forma más habitual de conservarlos es guardarlos en la nevera, ya que el frío ayuda a que los elementos que degradan los alimentos tarden más tiempo en actuar.
Para preservarlos por más tiempo, es preferible guardar los alimentos en la nevera en recipientes herméticos, a excepción de las frutas y verduras. Estas lo mejor es guardarlas en el cajón de la nevera o en un recipiente en donde obtengan aire, pero evitando mezclar frutas y verduras.
La carne, el pescado y otros alimentos se pueden conservar en el congelador incluso durante un año. No obstante, habrá que controlar la temperatura de la nevera. Cuanto más fría esté, más tardarán en descomponerse los alimentos.
Trucos y consejos para conservar los alimentos
- Rociar con zumo de limón la pulpa de una fruta cortada por la mitad para que no se oscurezca al meterla en la nevera.
- Cubrir con paños húmedos la carne del pescado para conservar su humedad (recomendable almacenar los distintos pescados por separado).
- Conservar alimentos en salmuera (una pequeña cantidad de sal pura basta) para impedir que crezcan las bacterias y los microorganismos que descomponen los alimentos.
- Secar al máximo posible los alimentos, dejándolos al sol, para evitar la aparición de bacterias.
- Los productos que pueden desprender algún líquido en la nevera deben ir abajo, mientras que los crudos se deben mantener alejados de los ya cocidos y almacenados.
- Almacenar en contenedores separados o herméticos productos como los pescados que desprenden fuertes olores.
En definitiva, la forma de conservar los alimentos es muy importante, ya que de ello dependerá el que estos nos puedan durar más o menos tiempo. Es cierto que en la mayoría de las ocasiones lo mejor es refrigerarlos. Pero, como has podido comprobar, no siempre es la solución más idónea. Teniendo en cuenta algunas de las sugerencias anteriores los alimentos nos durarán más tiempo.