El verano en España ha sido una de las cosas más esperadas por los ciudadanos tras el confinamiento por la crisis del coronavirus. Por fin es el momento para que hagas esos viajes de encanto que has soñado durante todos estos meses de encierro.
Si tienes pensado un día de ruta o visitar sitios nuevos, no dejes que se convierta en una pesadilla por las rozaduras del calzado. Este es un problema que puede llegar a molestarnos en cualquier época del año, pero sobre todo es en verano cuando tiende a acrecentarse. Y es que el calor y el exceso de sudoración son los grandes enemigos de las rozaduras en los pies.
En concreto, las rozaduras son heridas que se producen con la fricción de la piel y que están directamente relacionadas con el calor, pero sobre todo con el tipo de calzado que escojamos. Normalmente en verano tendemos a elegir un calzado en el que el pie está más libre y sobre todo si vamos a usar sandalias o chanclas, prescindimos de calcetines. Esto favorece esa aparición de rozaduras, pero también de callos y ampollas.
Otra posibilidad es que si vamos a hacer deporte o alguna actividad en la que vayamos a andar varios kilómetros, utilicemos un calzado cerrado y calcetines. Pero en los días más calurosos nuestros pies tienden a hincharse y eso sumado al exceso de sudoración puede acabar generando, además de un molesto dolor de pies, una fricción sobre todo en la zona de los dedos o en otras zonas del pie, que acabe provocando la aparición de heridas. La razón de ello es que el calzado en esos lugares no quedaría bien sujeto al pie.
En cualquiera de los supuestos, el pie deja de estar correctamente sujeto al calzado y es ahí cuando comienza a surgir la herida. Pero una vez tengamos identificada la razón por la que aparecen estas molestas rozaduras en los pies, es el momento de hacerles frente con alguno de estos trucos infalibles que hemos recopilado a continuación.
Trucos para evitar las rozaduras en los pies
Sobrevive al verano con estos ocho consejos antirozaduras.
1. Usa vaselina o aloe vera en las zonas críticas
La vaselina y el aloe vera tienen multitud de propiedades y usos, entre ellos este que podrás probar directamente en tus pies. Y es que son capaces de crear una película deslizante en la zona, que dificultará la aparición de la rozadura.
Y como nadie mejor que tú sabe donde suelen aparecer esas molestas heridas en el pie, lo mejor es que las apliques directamente sobre las zonas más propensas y antes de que aparezcan. Estas normalmente tienden a estar en el talón, los dedos o en los laterales.
2. Los polvos de talco serán tus grandes aliados
Como ya hemos visto, el sudor es otro de los causantes de las rozaduras en los pies y sobre todo en la zona de los dedos. Unas rozaduras provocadas por el sudor y porque el pie deja de estar bien sujeto, que podremos evitar utilizando polvos de talco. Estos serán nuestros grandes aliados 'low cost' para secar nuestros pies y evitar así la aparición de rozaduras. Pero a día de hoy, también existen otros productos específicos para el pie y similares a los polvos de talco con los que podrás evitarlas.
3. Hidrata tus pies antes de calzarte
Una piel elástica e hidratada es mucho más resistente que una que esté seca y agrietada. Es precisamente por esta razón por la que si tus pies se encuentran bien hidratados, serán menos propensos a sufrir rozaduras. Así que antes de ponerte el calzado lo mejor será que te asegures de que tus pies están bien hidratados con una buena crema hidratante.
Tampoco te olvides de lavar los pies cuando te quites el calzado para eliminar el sudor y después secarlos minuciosamente para evitar infecciones u hongos y para después poder volver a hidratarlos. De esta forma, tu piel podrá resistir perfectamente el verano y será menos propensa a las rozaduras.
4. En verano elige una talla más de calzado
Como ya te hemos adelantado antes, los pies en verano tienden a hincharse y si como consecuencia el calzado nos queda demasiado apretado o pequeño, las rozaduras en los dedos o en el talón no tardarán en aparecer. Para evitarlo, una buena opción puede ser elegir un calzado para el verano que sea una talla más a la que usas normalmente.
5. Hormas para ensanchar tu calzado
Si lo de elegir una talla más no te convence, otra buena opción puede ser utilizar hormas para que tu calzado se ensanche y se adapte a la forma de tus pies más fácilmente, aunque también puedes conseguirlo rellenándolo con periódico pero sin excederse para no deformarlo. Este truco te ayudará sobre todo con el calzado nuevo este verano y será tu aliado para evitar las típicas rozaduras que suele conllevar.
6. Usa calcetines
Los calcetines pueden convertirse también en nuestros grandes aliados incluso en verano, sobre todo si vamos a salir a caminar o a correr. Actualmente existen en el mercado todo tipo de calcetines con materiales más o menos técnicos, sin costuras o que ayudan a que el pie transpire adecuadamente. Estos te ayudarán a evitar las rozaduras y la humedad en los pies.
7. Apósitos y tiritas
Otra buena opción es buscar productos específicos para cuidar tus pies de las rozaduras como cremas o vaselinas. También puedes hacer uso de apósitos y tiritas impregnados de producto para evitarlas o curarlas si es que ya te han salido.
En definitiva, si quieres evitar las rozaduras en verano, lo más importante es que te hagas con un buen calzado con el que te sientas cómodo y que recurras a alguno de estos remedios que te hemos citado anteriormente o incluso combines varios. Una vez hayas elegido los más adecuados para ti y te asegures de llevar unas tiritas en el bolso o la mochila por si acaso, será el momento de ponerte en marcha y decir adiós a las rozaduras en los pies.
¿Cómo tratarlas?
Si lo de evitar las rozaduras llega tarde y lo que necesitas es tratar y curar esas rozaduras, te recomendamos que laves bien los pies con jabón y los aclares con abundante agua tibia, los seques bien y después recurras a alguna solución hidratante que te ayude a regenerar esas zonas de piel como: el aloe vera que es un potente cicatrizante, la manzanilla que es antiinflamatoria y desinfectante, un potente antiséptico como el aceite de tomillo, ajo para regenerar la piel, crema de caléndula, vinagre de manzana o la vaselina.