¿Te has preguntado alguna vez cómo consiguen los fotógrafos sacar fotos perfectas de objetos inanimados sin que se vean sombras raras, o por qué en los catálogos de venta todos los objetos aparecen sobre fondos blancos perfectos mientras cuando tú fotografías algo siempre se ven manchas e irregularidades?
Pues tenemos la respuesta: es porque usan una caja de luz, que permite que la luz de alrededor de los objetos quede difuminada, suavizando las sombras al máximo y delimitando perfectamente los objetos sobre el fondo blanco.
Aquí te mostramos cómo hacer una caja de luz con remedios caseros:
Materiales necesarios
- Una caja de cartón. La parte superior ha de estar abierta. El tamaño de caja necesario se calcula midiendo el objeto más grande entre los que hay que fotografiar y añadirle al menos 10 cm por cada lado. Es decir, si se va a realizar una fotografía de un objeto que mide unos 10 cm. de ancho hace falta una caja de 30x30 cm.
- Papel semitransparente. Puede ser papel vegetal, papel de horno, papel de seda o incluso una tela de algodón fina de color blanco. El papel vegetal es el que da mejor resultado, pero cualquier material translúcido parecido puede servir.
- Pintura blanca.
- Cutter y/o tijeras.
- Pegamento para papel
- Lápiz
- Regla
- Cartulina blanca
- Cinta adhesiva blanca
Pasos a seguir
- Con ayuda del lápiz y la regla, hay que dibujar lo que serán las ventanas en la parte superior y los laterales. Hay que intentar aprovechar al máximo el espacio, dejando solo un par de centímetros de margen.
- Recortar las ventanas con el cutter.
- Pintar el interior de la caja con la pintura blanca. Es un paso opcional, ya que otra opción es cubrir el interior con tela o papel blanco, pero la pintura, si se aplica bien, da muy buen resultado, ya que además de cubrir el color de la caja refleja la luz y ayuda a crear un efecto de luz envolvente.
- Colocar el papel en las ventanas. Se puede poner por fuera, pegándolo con pegamento, con lo cual en las fotos se verán las líneas de la ventana, o por dentro, cubriendo con él toda la superficie de las paredes y el "techo". En caso de que no se quiera cubrir toda la superficie interior, se puede pegar el papel por el interior con pegamento o cinta adhesiva y pintar encima para disimular la línea de separación entre papel y cartón.
- Recortar la cartulina con el mismo ancho que el fondo de la caja y colocarla con la ayuda de una tira de cinta adhesiva en la parte superior. También se pueden usar chinchetas o alfileres si se quiere poder cambiar el fondo. Lo más importante es que caiga de manera natural, que no esté pegada a la caja con pegamento, porque si la pegáis se verán las juntas del cartón a través de ella. Y tiene que ser una cartulina que no solo cubra el fondo, sino también el "suelo", sin doblarse. Así dará la impresión de que el objeto flota sobre ese fondo. Si la cartulina es blanca las fotos quedarán como las de los catálogos, con un fondo impoluto, pero la caja os puede servir también para crear ciertos efectos, como por ejemplo el de situar un objeto frente a una foto. Es cierto que eso se hace ahora muy a menudo con herramientas de edición de imagen, como Photoshop, pero a veces es divertido volver a los clásicos y lograr ese toque "retro". Pero, cuidado, si lo que ponéis detrás es una foto, tenéis que poner algo distinto en la parte inferior. Por ejemplo, una foto de un prado detrás, una foto de hierba vista desde arriba debajo.
¿Cómo funciona la caja de luz?
Hay que colocarla sobre una base plana e iluminarla. Aunque la caja de luz se puede usar con luz natural, esa no es la configuración más adecuada, ya que la luz natural es inestable y cambiante. Por eso es mucho mejor usar luz artificial, ya sea con focos dirigidos directamente hacia la caja o usando otros accesorios para dirigir la luz de bombillas o leds, como por ejemplo las sombrillas.
En cuanto a la tonalidad, la mejor es siempre la blanca, aunque es posible usar luces de otros tonos. Los puntos de luz deberían tener la misma intensidad y ser del mismo tipo, es decir, no basta con colocar dos luces, sino que han de ser exactamente iguales, porque si una tiene más potencia que la otra, se crearán sombras en el interior de la caja.
Y también deberían estar situadas a la misma distancia de la caja, suficientemente cerca como para que la luz rebote directamente sobre la caja, y lo ideal es situarlas en un ángulo de unos 45 grados respecto a la cámara, de manera que la luz no enfoque ni siquiera de refilón al objetivo.
También es importante que la luz de la habitación no intervenga para nada. Incluso se puede optar para apagarla directamente, de manera que la caja sea la única zona iluminada.
No obstante, como cada tipo de objeto necesita un tipo de iluminación para quedar realmente bien, es importante probar varias veces la colocación de los mismos y la posición y enfoque de las luces antes de la toma definitiva. Y los fotógrafos aconsejan usar un trípode sobre el que colocar la cámara para mejorar la estabilidad del enfoque.
Si ya hacemos fotografías estupendas podemos hacer marcos para ponerlas y hacer una decoración personalizada en nuestra casa o hacer regalos a los amigos y familiares.