Adentrarse en el mundo de la escritura con tu primer ensayo literario puede ser un buen primer paso, pero sin la orientación adecuada y sin escribir en el orden correcto puede convertirse en una tarea complicada que probablemente acabes abandonado.
Las claves para que puedas acabar tu ensayo y que éste sea un éxito son: elegir una buena temática, que tengas mucha constancia, paciencia, que tengas también un estilo personal de escritura y que sigas los pasos que te vamos a indicar a continuación.
¿Qué es un ensayo?
No podemos sentarnos frente nuestro ordenador a escribir un ensayo sin tener bien claro en qué consiste esto de “un ensayo literario”.
Un ensayo es un texto escrito en prosa que trata de analizar e interpretar ideas relacionadas con un tema. Básicamente tiene como objetivo dar un argumento sólido a una idea o tema concreto. Se debe estructurar en tres partes:
- Introducción: se pretende dar al lector una idea global del tema que se va a desarrollar a lo largo de todo el texto.
- Desarrollo: durante el desarrollo se trata de argumentar la idea principal, se explican de forma detallada hipótesis que plantea el autor, así como argumentos de peso en los que fundamentar la conclusión final.
- Conclusión: es la última parte del ensayo literario, debe ser breve y extraer la información esencial que lleva a las soluciones de las diversas hipótesis que se han dado a lo largo del texto.
Elige un tema
Como es obvio, necesitas pensar un tema que tratar en tu ensayo literario. Debes intentar buscar un tema que pueda resultar interesante a tus lectores y sobre el que tengas una opinión bien formada, ya que así te resultará mucho más sencillo organizar tus ideas.
Los ensayos de autoayuda tienen mucho éxito en la actualidad, puede ser una buena idea hacer uno.
A la hora de elegir tu tema no te abrumes si crees que tiene muchos puntos diferentes que se pueden tratar de analizar. Dentro del tema que has elegido, debes enfocar tu atención solo a una parte de él y si lo requieres puedes abarcar más a modo de apoyo para lograr argumentos más sólidos, de este modo conseguirás profundizar más sobre una cuestión concreta sin irte por las ramas, redactando un texto de mucha más calidad y valor para el lector.
Investiga en profundidad tu tema
Necesitas ser un experto en el tema que vas a tratar, debes investigarlo a fondo. Esta es la parte más complicada, pero puede llegar a ser muy divertida. Cuanto más tiempo le dediques mejores ideas y análisis harás sobre el papel.
Es recomendable que leas mucho sobre el tema, que leas otros ensayos de otras personas, que realices experimentos si es necesario, etc.
Toda la información que consigas absorber sobre el tema de tu ensayo literario será positiva y te ayudará a hacer un mejor trabajo literario.
Organiza tus ideas
Durante la investigación es un buen momento para ir organizando las ideas que vamos a tratar, con el objetivo de presentarlas de una manera bien estructurada y que siga cierta lógica, de tal manera que facilite la lectura y la comprensión.
Un método que suele funcionar muy bien es que, en un primer momento, hagas un ejercicio de brainstorming (palabra en inglés) o de lluvia de ideas, anotando en un papel una lista lo más larga posible de ideas que te surjan, sin pensar demasiado en si son buenas o malas.
En un papel por separado, deberás ir tratando de realizar una organización esquemática de cómo plantear el ensayo literario y siempre que te sea posible extraerás ideas del brainstorming y las irás tachando de la lista inicial.
Seguramente es algo que te cueste creer, pero cuando consigas finalizar tu organización de ideas y tengas establecida una línea argumental clara, habrás dado un gran paso, avanzando mucho en el trabajo.
Escribe la introducción
No es necesario que sea una introducción muy larga, pero debe tener gancho, ten en cuenta que es lo primero que va a leer el lector y si no le gusta lo que se encuentra es posible que no continúe leyendo tu ensayo.
En tu redacción de la introducción emplea frases cortas y presenta el tema a tratar de la forma más clara posible. Debes también de transmitir aquellos argumentos que vas a tratar y las posturas que vas a defender, plantear hipótesis, etc. No cuentes demasiadas cosas, pero cuenta lo suficiente como para que al lector le apetezca seguir leyendo más.
Si tienes buena capacidad de autocrítica, puedes intentar leer la introducción cuando la finalices y preguntarte a ti mismo si seguirías leyendo siempre analizando el porqué que te llevaría a continuar con la lectura. Así podrás intentar ayudarte a ti mismo a detectar si la introducción necesita mejoras.
Escribe el desarrollo
Este es la parte más importante y más difícil de redactar. Debes desarrollar con todo detalle el tema, presentando hipótesis y argumentos a favor o en contra, de forma que las conclusiones que saques más adelante tengan sentido.
Tienes que tratar de ser persuasivo y de ganarte al lector, debes conseguir una reacción por su parte y para ello debes explicar cada argumento de forma muy clara, siguiendo un razonamiento lógico y que pueda demostrarse.
Escribe la conclusión
La conclusión debe resumir todo lo anterior y extraer el resultado de todo lo que has expuesto, debe ser lo más concisa posible.
No escribas una conclusión demasiado larga, con dos o tres párrafos es suficiente.
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Revisa y corrige
Revisa y corrige tu texto tantas veces como te sea necesario. Muchas veces tendrás que reescribir ciertas partes del texto, pero es algo necesario y que hacen todos los escritores.
Primero deberías escribir el texto en papel, y una idea muy ingeniosa es hacer tú mismo ese papel que utilizas y así hacer una labor de reciclaje.
Una buena idea es que dejes tu texto a alguien de confianza para que le haga una lectura y te ayude a determinar si todo lo que estás tratando de transmitir llega al lector de la forma que esperas que lo haga.