Probablemente coincidiremos en que recibir un masaje adecuado puede ser una experiencia sumamente relajante y gratificante. Además, este puede ofrecer alivio inmediato a una variedad de dolores musculares, ya provengan de traumas físicos o del estrés cotidiano.
Sin embargo, es igual de importante reconocer que un masaje mal ejecutado puede llevar a lesiones no deseadas. Por lo tanto, si tienes la intención de brindar un masaje sencillo y relajante, es esencial estar informado sobre la técnica correcta para hacerlo de manera segura.
Beneficios del masaje relajante
Los masajes relajantes ofrecen una amplia gama de beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Aquí detallamos algunos de los más destacados:
- Reducción del Estrés y la Ansiedad: uno de los principales beneficios de los masajes relajantes es su capacidad para aliviar el estrés y la ansiedad. Ayudan a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
- Alivio del Dolor Muscular: los masajes son efectivos para aliviar la tensión y el dolor en los músculos. Pueden ser particularmente beneficiosos después de un ejercicio intenso, o para personas que sufren de rigidez y dolores musculares crónicos.
- Mejora de la Circulación Sanguínea: la manipulación de los tejidos blandos durante un masaje ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Esto no solo lleva oxígeno y nutrientes a los músculos y tejidos, sino que también ayuda en la eliminación de toxinas.
- Estimulación del Sistema Linfático: los masajes pueden estimular el sistema linfático, que es crucial para el sistema inmunológico. Esto puede ayudar a mejorar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades.
- Mejora del Sueño: muchas personas encuentran que los masajes relajantes mejoran la calidad del sueño. Esto puede deberse a la reducción del estrés y al alivio de la tensión muscular, que a menudo pueden interferir con un buen descanso nocturno.
- Mejora de la Flexibilidad y Movilidad: al relajar y elongar los músculos, los masajes pueden mejorar la flexibilidad y la movilidad. Esto es especialmente beneficioso para personas que llevan estilos de vida sedentarios o que sufren de rigidez articular.
- Beneficios para la Piel: el masaje estimula la circulación en la piel, lo que puede mejorar su apariencia y textura. Además, el uso de aceites y cremas hidratantes durante el masaje puede nutrir y revitalizar la piel.
- Reducción de la Tensión Emocional: además de los beneficios físicos, los masajes también pueden ofrecer alivio emocional, ayudando a liberar emociones reprimidas y fomentar una sensación de paz y relajación mental.
Es importante recordar que, aunque los masajes relajantes tienen muchos beneficios, deben ser realizados por profesionales capacitados, especialmente si se tiene alguna condición médica específica.
Cómo hacer un buen masaje relajante
Hay ciertas condiciones previas que pueden ayudar a potenciar los efectos del masaje:
- En la medida de lo posible, la habitación debe ser tranquila, con una iluminación tenue y, a poder ser, indirecta, y una temperatura adecuada.
- El sitio dónde se va a situar la persona a la que se de el masaje debe ser cómodo.
- Antes de empezar el masaje es bueno lavarse las manos y calentarlas un poco, sobre todo si estamos en invierno.
- En caso de que se vayan a usar aceites, es recomendable usar aceite de almendras, cuyo olor es agradable y que va muy bien para agregarle esencias. El aceite debe estar templado. Las esencias adecuadas para aliviar el dolor muscular por estrés son albahaca salvia, jengibre, enebro, mejorana, menta y romero, mientras que las que favorecen la relajación mental y el sueño son manzanilla, mejorana, rosa, lavanda y jazmín. Para conciliar el sueño podéis visitar nuestro artículo de cómo dormir bien.
- El silencio ayuda a la relajación, es uno de los mejores trucos.
Masaje de espalda relajante
Una opción práctica y socorrida es realizar un masaje de espalda mientras la otra persona está sentada, ya esté en un taburete o en un cojín en el suelo, con el masajista arrodillado tras ella.
Los pasos que debes seguir son los siguientes:
- Empieza en la base del cuello, aplicando sólo un dedo de cada mano, y deslízalo hacia los lados del cuello y hacia los hombros con una presión uniforme. Repite la operación hasta que notes como la temperatura de la zona empieza a aumentar.
- Desliza la mano entera por toda la superficie del cuello, ya que es una zona que suele ponerse bastante tensa.
- Aprieta los músculos tensos con los pulgares, colocando los dedos sobre los nudos y, con los otros cuatro dedos sobre los hombros, realiza movimientos rotativos para liberar la tensión muscular. Los nudos suelen localizarse en el cuello y sobre los hombros.
- Aplica presión con todos tus dedos sobre ambos omóplatos y realiza movimientos circulares sobre la zona.
- La columna vertebral es una zona delicada, así que, para trabajarla, debes poner la mano sobre la parte delantera del hombro y situar el talón de la mano (la zona huesuda que queda pegada a la muñeca) en el área entre los omóplatos. Presiona mientras mueves de un lado a otro.
- Masajea suavemente la clavícula, ya que puede ayudar a relajar el cuello.
- Masajea los brazos, ya que los brazos están muy relacionados con la tensión que se experimenta en los hombros y el cuello.
Empieza poniendo las manos sobre los hombros y deslízalas hacia abajo aplicando una presión suave pero intensa. Frota repetidamente los brazos de esa manera, desde los hombros al codo y viceversa.
Si preferimos realizar el masaje con el masajeado tumbado, podemos seguir las mismas instrucciones y añadir potenciadores como aceites y esencias que, estando sentado, resbalarían por la espalda y resultarían un engorro.
Masaje relajante de piernas cansadas
El masaje para piernas cansadas suele tener como objetivo principal activar la circulación y nos lo podemos dar nosotros mismos, aunque, si se trata de relajarse, que nos lo haga otra persona es mucho mejor. En todo caso, el mejor momento del día para realizarlo es por la tarde, cuando las piernas están cargadas, y la postura ideal es con las piernas extendidas y ligeramente levantadas por encima del cuerpo (colocar los pies sobre el reposabrazos del sofá o sobre una almohada basta).
En caso de realizarlo con aceite, se recomienda el aceite de oliva con esencia de romero, que tiene propiedades antiinflamatorias.
Los pasos a seguir son los siguientes:
- Sitúa las manos alrededor de los tobillos, realiza movimientos ascendentes desde el tobillo a la rodilla, manteniendo una presión constante.
- Siempre siguiendo una línea ascendente, dedica varios minutos a ejercer distintos niveles de presión a cada zona de la pierna. Asegúrate de pasar las manos por toda la pierna moviéndolas también hacia atrás y hacia adelante.
- Crea un movimiento oscilante en el músculo, ya sea moviendo arriba y abajo los pies o presionando alternativamente en varios puntos para que la tensión muscular desaparezca.
- Para terminar, empapa una tela en aceite de romero y colócala encima de la pierna durante unos minutos. Después, simplemente sécala con una toalla o un trapo de felpa.