La irrupción del frío nos obliga a permanecer en alerta. Por mucho que nos protejamos con ropa o calefacción del descenso de las temperaturas, casi siempre acabamos con algún tipo de dolencia, ya sea en forma de catarro, congestión nasal o tos. La tos es una reacción refleja de nuestro organismo que está provocada por la presencia de partículas o mucosidad en las vías respiratorias.
[Cómo expulsar las flemas rápidamente de forma simple y natural]
Por lo general se trata de un síntoma de algo más preocupante como puede ser una bronquitis, un resfriado o asma. Aunque nos resulte un incordio, su misión resulta de lo más importante, ya que pretende proteger las vías respiratorias y dejarlas lo más limpias posibles para que circule el aire con más facilidad.
Los tipos de tos
Existen varios tipos de tos y cada una de ellas debe tratarse de una manera diferente. De lo contrario no se conseguirá el resultado deseado y tardaremos más de la cuenta en recuperarnos.
La tos seca resulta irritativa y no genera expectación. A la hora de buscar una solución debemos buscar un tratamiento que nos ayude a calmarla. En la farmacia encontraremos jarabes que permiten suavizar la garganta y que impiden que la propia irritación produzca más tos.
Otro tipo de tos es la productiva, que en su caso sí que crea expectoración. Los tratamientos empleados pretenden rebajar la viscosidad de la secreción para que resulte más sencilla su expulsión. En cualquiera de estas dos opciones se pueden utilizar los remedios caseros, que pueden ser igual de eficaces que los tratamientos recetados por los médicos. Además de ser más naturales, supondrán posiblemente un desembolso menor para nuestro bolsillo.
1. Jarabe natural de miel, limón y jengibre
Para la tos seca podemos fabricar en nuestra casa un jarabe muy eficiente a base de miel, jengibre y limón. Servirá para calmar las molestias, al tiempo que hidrata y suaviza las mucosas.
Para su elaboración se necesita medio litro de agua, dos cucharadas de miel, tres rodajas de jengibre y tres rodajas de limón. En el caso que te apasione este cítrico puedes reemplazar las rodajas por el zumo de un limón.
Para su preparación hay que hervir el agua con el limón y el jengibre. Una vez que entre en ebullición será el momento de incorporar la miel y removerla hasta que quede perfectamente integrada y disuelta. Una vez conseguido esto será el momento de apagar la cocina y dejar que repose durante 15 minutos.
Habrá que colar esta mezcla y verterla en un recipiente de cristal con tapa. Se puede guardar sin problemas en el frigorífico unos cuantos días. Cada vez que notes algún tipo de molestia puedes darle un trago, pero lo adecuado es que lo tomes templado o caliente. El frío de la nevera no te sentará del todo bien.
2. Jarabe de cayena, jengibre y vinagre
En la mayoría de los tratamientos caseros contra la tos encontramos la miel. Realiza las funciones de antiséptico natural, pero ese papel también lo pueden desempeñar el vinagre y la cayena por ser estupendos remedios contra las infecciones.
Para este jarabe necesitaremos 100 gramos de miel, 20 mililitros de agua, 10 gramos de compota de manzana, 1,5 gramos de pimienta de cayena y la misma cantidad de jengibre en polvo, además de cúrcuma en polvo.
Para su elaboración hay que preparar la compota de manzana, que dejaremos que se enfríe durante unos cuantos minutos en el frigorífico. En un recipiente de cristal iremos metiendo la pimienta de cayena y la cúrcuma. Se le irá echando poco a poco la miel y removemos con una cuchara. El siguiente paso será la incorporación del agua y de la compota.
Debe mezclarse todo bien para que queden perfectamente integrados todos los ingredientes. Lo dejaremos que repose todo durante un par de días. Comprobarás que además de calmar la tos, también cuenta con un sabor muy rico.
En el frigorífico puede durar hasta una semana. Recurre a él cuando notes algún tipo de molestia. Eso sí, como ocurría con el remedio anterior, evita tomarlo excesivamente frío. Puedes meterlo unos segundos en el microondas para que coja temperatura.
3. Jarabe de cebolla
Cuando tengamos tos productiva habrá que recurrir a un jarabe que nos ayude a expulsar la mucosidad y a descongestionar. Con este jarabe de cebolla que te presentamos a continuación encontrarás el remedio perfecto, sin necesidad de recurrir a productos extraños. Tan solo precisas de tres cebollas, el zumo de tres limones y tres cucharadas de miel.
Para elaborarlo tan solo habrá que rallar la cebolla para extraer el agua que tenga. La cantidad de miel que utilizaremos será la misma que de agua que se haya conseguido de las cebollas. En un frasco lo mezclaremos todo con el zumo de limón.
Antes de tomarlo lo dejaremos que macere durante un par de horas como mínimo. Es posible que pueda resultar un tanto fuerte su sabor. De ser así, la otra opción que se nos plantea es cocer la cebolla y dejarla infusionar durante una hora. El agua se colará y se mezclará con dos cucharadas de miel.
Puedes tomar este jarabe natural hasta tres veces al día, durante un máximo de 7 días. Para que se conserve mejor no dudes en guardarlo en la nevera.
Como acabamos de comprobar existen muchos remedios naturales para tratar la tos. En esta época del año, con la caída de los termómetros y los cambios de temperatura, parece que nadie se va a librar.