El juego de damas se disputa entre dos participantes en un tablero de 64 casillas. El objetivo principal es desplazar las piezas diagonalmente sobre los espacios oscuros para capturar las piezas del adversario saltando sobre ellas.
Cada jugador comienza con 12 piezas del mismo color, colocadas en las filas más cercanas a él en los cuadros oscuros. La meta es capturar o inmovilizar todas las fichas del rival para que no puedan moverse.
Anteriormente, abordamos cómo jugar al ajedrez. En esta ocasión, profundizaremos en las normas del juego de damas.
El origen de las damas
El juego de las damas es uno de los más antiguos que se conocen. Tanto es así que no hay ninguna teoría que establezca con exactitud la fecha y el lugar de origen de este juego. Lo que sí está ya extendido es que se trata de una fusión entre el ajedrez, del que toma el tablero, y el alquerque, un juego muy parecido al tres en raya y del que se toman los movimientos de las damas.
[Cómo jugar al póker: una introducción detallada a las reglas del juego de cartas]
En sus comienzos, este juego recibía el nombre de ferses, denominación que tenía la reina en el juego del ajedrez. No sería sino hasta principios del siglo XVI cuando adquiere su nombre actual de damas. Lo más curioso del caso es que se trataba de un juego especialmente para mujeres, ya que los hombres se decantaban por el ajedrez. No obstante, la mayoría de investigadores sitúan el origen de las damas actual en el sur de Francia en el siglo XII.
Las reglas de las damas
Cada jugador dispone de 12 fichas de un mismo color (unas blancas y otras negras) que se colocan en las casillas negras de las tres filas más próximas a cada jugador. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el tablero se sitúa de manera que cada jugador tenga una casilla blanca en su parte inferior derecha. El objetivo final del juego es capturar todas las fichas del oponente o, al menos, acorralar para que los únicos movimientos que pueda hacer son los que lleven a su captura por el contrario.
[Cómo jugar al billar: reglamento y modalidades]
Los jugadores se van alternando para realizar los movimientos de sus piezas, empezando el juego aquel que tenga las fichas blancas. Las piezas se mueven una posición adelante, nunca hacia atrás, en diagonal a la derecha o a la izquierda y a una posición adyacente que se encuentre vacía. En el momento de comer las piezas del oponente, estas se pueden comer varias en un mismo turno de forma diagonal hacia la derecha o hacia la izquierda para adelante y para atrás.
Para comer una ficha del contrario, tenemos que estar delante de esta ficha y saltar por encima de ella en un movimiento en diagonal hasta caer en la casilla siguiente, que debe estar vacía. En el caso de que el contrincante tenga varias fichas en diagonal, alternadas con casillas vacías, vamos a poder comerlas a la vez en un solo movimiento.
Si una de nuestras fichas es capaz de llegar hasta la última fila del jugador rival, se convierte en reina y colocamos otra ficha encima. Esto va a permitir que esta ficha reina se pueda mover en diagonal por todo el tablero tanto hacia delante como hacia atrás. La reina también puede comer más de dos piezas seguidas en todas las direcciones.
[Cómo jugar al solitario: juego de cartas]
Pierde la partida el jugador que se quede sin fichas en el tablero o cuando las piezas que le quedan están bloqueadas y solo pueda moverlas a un lugar en el que serán capturadas por el jugador contrario. Si son los dos jugadores los que se quedan con piezas bloqueadas en el tablero, ganará quien tenga más fichas en ese momento.
Cómo jugar a las damas según el país
Hay una serie de variantes dentro del juego general de las damas y en las que difieren algunas reglas y movimientos.
[Cómo jugar al dominó con estas sencillas reglas]
Las reglas oficiales se desarrollan a partir de las damas internacionales o damas polacas, que tienen su origen en los Países Bajos del siglo XVII pero que no se popularizan hasta su aparición en Francia un siglo más tarde. En las damas españolas, por ejemplo, las fichas se colocan al comienzo de la partida en las casillas blancas, algo que también sucede en la variante de las damas italianas.
Las damas turcas es una de las variantes que presenta más cambios. En este caso, cada jugador dispone de 16 fichas colocadas en la segunda y tercera fila más próximas a cada uno.
Las damas chinas también es una variante con numerosos cambios. Aquí se puede jugar entre 2,4 y 6 jugadores, cada uno de ellos con un color diferente. El tablero es cuadriculado, pero adquiere forma hexagonal si toman parte en el juego 6 personas. Cada jugador comienza la partida con sus fichas en uno de los vértices del tablero y debe tratar de llevar todas las piezas al vértice opuesto.