A pesar de que cepillarse los dientes es un hábito que llevamos repitiendo diariamente desde que éramos niños, según un estudio reciente los españoles no lo hacemos de forma correcta.
Estos estudios revelaron que no solo suspendemos en el tiempo dedicado a la limpieza, sino también en la forma de cepillarnos. De este modo, el 33,6% de los niños se cepilla tan solo las piezas dentales delanteras, mientras que el 43,1% dedica menos de dos minutos en cada cepillado, es decir, menos de la duración recomendada por los dentistas. Por ello, queremos mostrarte en este post la manera correcta de cepillarse los dientes para mantener una perfecta higiene bucal.
En otro post, ya hablamos sobre cómo blanquear los dientes sin dañar el esmalte, ahora hablaremos de cómo lavarse los dientes.
Cómo lavarse los dientes
El problema de que los niños no sepan cepillarse los dientes suele estar relacionado con los hábitos enseñados por los padres, ya que algunos también pueden tener dudas sobre la frecuencia, duración y técnica. Atiende a las siguientes pautas para mejorar tu cepillado, pues es algo fundamental.
Tanto si el cepillo de dientes es manual como eléctrico nos servirá para la misma función, ya que ambos, usados de la manera correcta, son muy efectivos. Lo único que debemos tener en cuenta es que esté en buen estado y limpio, debiendo cambiarlo cada tres meses o incluso antes si observamos que empieza a estar desgastado. Asimismo, lo recomendable es lavarse los dientes después de cada comida aproximadamente durante dos minutos.
Añade una pequeña cantidad de pasta de dientes al cepillo y presta la misma atención a todos los dientes a la hora del cepillado. Para cepillar las caras exteriores de los dientes superiores, abre ligeramente la boca y coloca el cepillo de forma perpendicular al diente e inclinado levemente hacia la encía. Realiza varios movimientos circulares sin ejercer presión para que las cerdas del cepillo abarquen tanto dientes como encías. Hazlo suavemente o tus encías acabarán sufriendo daños, ya que pueden retraerse por culpa de un cepillado agresivo.
Una vez hallamos terminado con las caras exteriores, procedemos a lavar las caras interiores. Para este proceso, puedes hacer dos movimientos diferentes: uno de colmillo a colmillo y otro para el resto de los dientes. Lo ideal es que empieces por la parte posterior de la boca y realices pequeños movimientos circulares, para lo que debes utilizar únicamente la parte delantera del cepillo de dientes. Una vez llegues a los colmillos, realiza un movimiento de barrido utilizando todo el cepillo.
Para cepillar las caras de los molares superiores, realiza movimientos de barrido horizontales. Este movimiento es el que menos problemas plantea, ya que es el que hacemos de manera natural a la hora de cepillarnos los dientes. Después de cepillar los dientes superiores, pasamos a los inferiores. La técnica a utilizar es exactamente la misma que hemos explicado anteriormente, colocando el cepillo de dientes perpendicular al diente para seguir el mismo orden que en los dientes superiores: caras exteriores, interiores y, para finalizar, los molares.
Una zona donde se acumulan gran cantidad de restos de alimentos pudiendo generar problemas bucodentales es la lengua. Para evitarlo, te recomendamos el uso de un raspador lingual para eliminar todos los restos de comida correctamente. Su uso es muy sencillo: saca la lengua y coloca el raspador en la zona más posterior que te sea posible sin llegar a producir náuseas. A continuación, realiza un barrido desde atrás hacia delante y enjuágate después.
Un buen cepillado de dientes no está completo sin el uso del hilo dental o cepillo interproximal y un buen colutorio para llegar a aquellas zonas donde no puede acceder el cepillo de dientes, pero en ningún caso son sustitutivos de un cepillado minucioso. Con usar estos productos una vez al día es suficiente para mantener una buena salud oral. Lavarse los dientes ayuda a prevenir no solo problemas bucodentales, sino también enfermedades más graves como la diabetes o el infarto de miocardio. Por lo tanto, presta atención a la hora de hacerlo y ayuda a los más pequeños en esta tarea fundamental para un óptimo estado de salud.
Cómo cepillarse los dientes con cepillo eléctrico
En los últimos años, se ha puesto muy de moda el uso del cepillo de dientes eléctrico frente al manual y es que, efectivamente, es más rápido y limpia más en profundidad. Está recomendado en especial para los niños, pero los adultos también pueden sacarle un gran partido a la hora de limpiar en profundidad dientes y encías. Sin embargo, para aprovecharlos al máximo, debemos saber cómo se usan y cuál es su mantenimiento.
En primer lugar, moja las cerdas y aplica un poco de pasta en el cabezal. Enciende el cepillo y empieza a cepillar tus dientes ejerciendo una ligera presión, pero muy suave. Debes mantener las cerdas en una posición de 45º con respecto a los dientes y cepillar bien sobre todo entre ellos. Comienza con los dientes frontales superiores e inferiores y cepíllate tanto por delante como por detrás. Continúa con los premolares, los molares y, por último, las muelas del juicio y siempre de arriba hacia abajo. La lengua también puedes cepillarla para completar tu limpieza bucodental.
Asegúrate de cambiar el cabezal periódicamente y de limpiar el cuerpo introduciéndolo media hora dentro de un vaso con enjuague bucal. Y ahora que conoces los beneficios de cepillarse los dientes correctamente, tú y tu familia disfrutaréis de una boca mucho más sana.