La fregona es un invento español. Fue diseñada en 1964 por el prestigioso inventor e ingeniero aeronáutico Manuel Jalón Corominas, y desde entonces se ha extendido casi a nivel mundial.
La fregona es un invento que ha revolucionado el mundo de la limpieza. Pero, aunque su destino sea la higiene, no debemos suponer que se mantendrá limpia por estar en continuo contacto con fregasuelos, detergentes, lejía, etc. Entonces, ¿cómo se debe limpiar la fregona?
En primer lugar, ten en cuenta que, al permanecer siempre húmeda y con suciedad, será un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias. Y un indicio de ello es la pestilencia. ¡Descubre cómo limpiar la fregona y eliminar el mal olor!
Importancia de limpiar la fregona con frecuencia
Cuando la tela o la fibra de tu fregona adquiere un olor desagradable, ha llegado el momento de limpiarla. O, en su defecto, sustituirla por una nueva si está demasiado deteriorada. Si solo necesita una limpieza, te proporcionamos un truco casero estupendo para limpiar el mocho de la fregona y eliminar su mal olor. Y solo necesitas jabón, limón y vinagre.
Además, la limpieza frecuente de este utensilio es fundamental para mantener la higiene en el suelo de todo tu hogar. Piensa que la finalidad de la fregona es limpiar la suciedad de los suelos, y al fregar, su tela remueve y captura suciedad. Por lo tanto, si después de fregar el mocho no se limpia, toda la suciedad que has eliminado quedará adherida a sus fibras.
Por este motivo, es fundamental limpiar el mocho de la fregona después de utilizarlo. Así, eliminarás toda la suciedad incrustada y evitarás también la aparición de malos olores y manchas repugnantes.
Pero si no lo has hecho y has continuado limpiando con el mocho sucio, te mostramos cómo limpiar y eliminar el mal olor de la fregona para que no distribuyas más la suciedad por todas las estancias de tu hogar. ¡Toma nota!
Cómo limpiar el mocho de la fregona paso a paso
Ahora que conoces la importancia de limpiar la fregona después de utilizarla, queremos proporcionarte un truco casero muy efectivo para limpiarla y evitar que aparezcan bacterias y malos olores.
Para ello, lo primero que debes hacer es preparar los utensilios y productos necesarios para su limpieza. Estos son: un cubo lleno de agua con un poco de jabón o lejía con detergente, unos guantes de látex, tres limones y vinagre blanco. Cuando lo tengas todo, sigue estos pasos:
- En primer lugar, vierte abundante agua fría, o tibia para mejores resultados, en el cubo de la fregona. Añade un poco de jabón neutro o lejía con detergente.
- A continuación, introduce el mocho de la fregona de microfibra o de tela. Ponte los guantes y frota la fregona con fuerza, aprovechando para quitar los pelos o restos de basura que hayan quedado adheridos. Después de frotar bien, enjuaga y escurre la fregona varias veces.
- Tira el agua sucia y vuelve a llenar el cubo de nuevo con abundante agua fría o tibia. En esta ocasión, añade dos tazas de vinagre de vino blanco y el zumo de tres limones. Pon el mocho dentro para eliminar el mal olor de la fregona y déjalo en remojo unas 2 o 3 horas. Esta técnica es muy efectiva para terminar de limpiar la fregona y eliminar los malos olores.
- Pasado este tiempo, escurre el mocho para eliminar el exceso de agua y deja que se seque al aire. Si es posible, intenta que le dé un poco el sol también, pues esto contribuirá a eliminar las bacterias y los tejidos se secarán más rápido.
El vinagre es un potente limpiador que, además, desinfecta y blanquea los tejidos. Esto, sumado al zumo de limón, es una mezcla muy potente para eliminar el mal olor de la fregona. Y recuerda, para evitarlo, debes limpiar el mocho de la fregona después de cada uso.
¿Cada cuánto tiempo debo sustituir la fregona?
La frecuencia con la que debes sustituir el mocho de la fregona dependerá mucho del uso que se le dé. Nuestra recomendación es que lo hagas una vez al mes, pero si no la utilizas con demasiada frecuencia porque usas también la mopa, un robot de limpieza, una aspiradora, etc., o realizas un mantenimiento adecuado, puedes cambiarla cada dos meses.
Como hemos comentado, al limpiar la fregona con frecuencia mantendrás tu casa libre de bacterias y suciedad, pero además estarás alargando mucho su vida útil. No obstante, para mantener una correcta higiene en el hogar no es necesario que friegues el suelo a diario, de lo contrario las baldosas adquirirán humedad y se acabarán estropeando.
Tampoco es recomendable fregar el suelo de toda tu vivienda con la misma fregona. Lo recomendable es tener, como mínimo, dos mochos o fregonas para llevar a cabo una correcta limpieza del hogar. Una irá destinada a la cocina y los baños, y la otra para el resto de la casa.
De este modo, la suciedad de estas estancias no se extenderá por el resto de la casa. Ten en cuenta que en la cocina tiende a acumularse más grasa, de manera que si friegas el pasillo o una habitación después de fregar la cocina y no limpias el mocho, la grasa de la cocina se distribuirá por el suelo de otras dependencias.