La mayoría de las cocinas y baños están alicatados. Las baldosas dejan pequeños espacios entre ellos, llamados juntas, y éstas se rellenan con la lechada, que es la que más acusa la presencia de suciedad.
Ya vimos cómo limpiar las juntas del suelo en cualquier tipo de superficie, ahora os mostraremos cómo limpiar la junta de los azulejos del baño.
Cómo limpiar las juntas de los azulejos con productos industriales
En el mercado existen limpia juntas industriales, que son productos específicamente preparados para limpiar y blanquear juntas de baldosas. Estos productos suelen estar etiquetados como blanqueador de baldosas, los hay desde los 2 o 3 euros de precio y se pueden encontrar en droguerías o supermercados.
El procedimiento para aplicarlo es sencillo:
- Quitar toda clase de decoración de las paredes.
- Limpiar la pared alicatada con un paño o bayeta húmeda.
- Dejar que se seque.
- Aplicar el blanqueador de juntas, apretando ligeramente la esponja incorporada en la parte superior del bote (todos suelen llevarla, aunque si no, se puede echar el producto en una esponja de baño).
- Pasar un paño por el alicatado, retirando el exceso de blanqueador.
También se puede usar un producto antimoho de los que se pueden adquirir en centros de bricolaje. Son algo más caros que los blanqueadores, pero también tienen una efectividad más elevada y duradera. La mayoría se venden en spray y hay que dejarlos actuar sobre las juntas durante 20 o 30 minutos antes de aclarar con un paño bien humedecido.
Limpia juntas casero
Existen también una serie de remedios caseros que os pueden ayudar a mantener blancas y limpias las juntas:
- Bicarbonato: el bicarbonato es el remedio universal. Mezclado con un poco de agua caliente y aplicado con un cepillo, puede limpiar la mayor parte de la suciedad de las juntas igual o mejor de lo que lo haría un limpiador industrial. Solo hay que aclararlo bien al terminar. Si queréis potenciar la acción del bicarbonato, podéis mezclarlo con una cucharadita de detergente líquido y con un chorrito de vinagre o de agua oxigenada.
- Salfumant: es un limpiador muy eficaz, que solo debería usarse como último recurso y tomando precauciones (guantes y, si es posible, mascarilla) porque sus vapores son tóxicos y, además, es corrosivo, con lo que puede acabar por desgastar el mortero de las juntas.
- Vinagre de vino blanco: el vinagre debe mezclarse con un poco de agua a temperatura ambiente (en proporción ½) y ser aplicado sobre las juntas con un spray. Luego, hay que dejarlo actuar durante unos 10 o 15 minutos y después aclararlo.
- Agua oxigenada: con media taza de agua oxigenada podréis limpiar toda una habitación. Basta con rociarla sobre las juntas con un spray y frotarlas con un cepillo antes de aclarar debidamente.
- Lejía: la lejía diluida en agua también es un gran limpiador. Basta con frotar con la solución sobre las juntas y luego aclarar.
Pintar juntas de azulejos
En última instancia, si aún limpiándolas no conseguís que las juntas se mantengan blancas, podéis pintarlas. Hay dos opciones: pintar la estancia entera, baldosas incluidas, o pintar solo las baldosas. La primera opción es la más sencilla, y basta con escoger una pintura adecuada para azulejos y aplicarla con un rodillo, cuidando de que la pintura cubra por completo los azulejos y las juntas. La segunda opción es más compleja, ya que pintar solo las juntas es un trabajo de precisión que requiere de mucho tiempo, paciencia y habilidad.
Si vas a usar un pincel y pintura, debes escoger una pintura que sea apta para azulejos y que sea resistente a la humedad y pintar las juntas una por una, lo cual requiere de muy buen pulso. Otra opción es que protejas los azulejos con cinta de carrocero y uses un rodillo pequeño, lo cual te permitirá ahorrar algo de tiempo en el pintado, pero te lo quitará en la preparación. También tienes la opción de comprar un rotulador para juntas de azulejos, que tiene la ventaja de distribuir la "pintura" de manera más uniforme que un pincel pequeño.
En todo caso, debes recordar que no debes mojar las juntas pintadas hasta que estén completamente secas, por lo que es mejor que si vas a pintar las juntas lo hagas con bastante tiempo por delante y teniendo claro que no se va a poder usar el baño o la cocina al menos en 24 horas tras el pintado.
Realizar una nueva lechada
Otra opción de último recurso es aplicar nuevamente la lechada, es decir, aplicar una nueva capa de mortero, de manera que las juntas recuperen su aspecto limpio y cuidado original.
La lechada más barata es la de cemento, mientras que la que da un mejor resultado es la de resina epoxi, que es menos porosa y tiene un elevado nivel de impermeabilidad.
- Realizar la mezcla de la lechada, con agua a temperatura ambiente, asegurándose de que queda completamente homogénea.
- Aplicar la lechada a la pared, trabajando por zonas. Para hacerlo se usa una llana, una paleta plana, preferentemente de goma, con la que vamos a ir extendiendo la lechada por encima de la pared alicatada, en diagonal respecto a las juntas.
- Una vez aplicada la lechada a toda la pared, hay que limpiarla. Esto se hace en tres fases: primero con una esponja ligeramente húmeda, para retirar la parte que ha quedado encima de las baldosas. Luego con una esponja empapada que se lleve todo el sobrante de las juntas, y finalmente con un paño de algodón seco que quite la humedad de encima de la pared.