La plata es un metal muy utilizado en joyas, vajillas, marcos de fotos, adornos, cuberterías… pero, a diferencia del oro y del acero, envejece. Eso ocurre por la combinación de dos factores: la acción del sulfuro de hidrógeno presente en la atmósfera en bajas cantidades y que, en contacto con la plata, da lugar a una reacción química que genera sulfuro de plata y, al adherirse éste a los objetos, ennegrecimiento, y el contacto con los químicos, naturales o no, que portamos las personas.
Cómo ya os indicamos en nuestro artículo sobre numismática, de cómo es la limpieza de la moneda es conveniente saber cómo hacerlo para no estropear las joyas. Por suerte, ese efecto viejo se puede revertir con una serie de remedios caseros y trucos que, aunque a veces parecen muy laboriosos, resultan sencillos de aplicar con resultados realmente espectaculares.
Cómo limpiar la plata
Como todo, lo primero es la prevención, es decir, intentar no amontonar las joyas de plata para que no se rayen, limpiarlas y secarlas muy bien cuando se usen (en el caso de vajillas y cuberterías), usar separadores entre las joyas o los platos e intentar no exponerlos a altas concentraciones de sulfuro de hidrógeno (no tener fruta pasada en una fuente de plata, por ejemplo, ya que la descomposición causa ese tipo de compuesto), no siempre se puede evitar el ennegrecimiento de la plata, así que, a continuación, os proponemos unos cuantos trucos sencillos para devolverle a este bonito metal todo su esplendor:
Usar una goma de borrar
Una goma de borrar puede ser de gran ayuda a la hora de quitar manchas oscuras de la plata, siempre y cuando no se trate de piezas muy delicadas, ya que implica presionar ligeramente sobre la pieza y quizás ciertas piezas de joyería corran el riesgo de deformarse. Para platos, cubiertos, marcos…, sin embargo, debe ser el primer truco a tener en cuenta.
Pasta de dientes
El dentífrico es un invento maravilloso y tiene un montón de utilidades aparte de mantener nuestros dientes blancos y sanos, entre ellas, la de reaccionar con el sulfuro de plata, eliminando el azufre. Para usar este método, la plata debe lavarse bien con agua y jabón, cubrirse con dentífrico durante unos minutos y luego volverse a lavar con agua y jabón para eliminar la pasta de dientes.
Bicarbonato sódico
Para las manchas debidas al sulfuro de plata es una de las mejores opciones, y también es una de las más simples, ya que basta con mezclar un poco de bicarbonato de sodio con agua, aplicarlo sobre la plata frotando un poco con un paño suave y luego secarlo.
El bicarbonato sí sirve para joyas y adornos pequeños, ya que, en caso de que se trate de un objeto demasiado pequeño como para frotarlo con un paño, se puede optar por sumergirlo en una mezcla de agua con bicarbonato durante unos minutos y luego simplemente aclararlo.
Jabón para lavavajillas, sal y vinagre
Una combinación bastante efectiva es la mezcla de agua, sal gorda, vinagre (una cucharada) y lavavajillas, y está indicada especialmente para joyas y pequeños objetos porque la limpieza se realiza por inmersión en la mezcla y ninguno de los componentes es especialmente agresivo con el metal.
Amoníaco
A diferencia de la pasta de dientes y el bicarbonato, el amoníaco es bastante agresivo con la plata, pero lo incluimos porque es un sistema de limpieza infalible y muy rápido y puede ir bien para piezas grandes. Para usarlo, hay que mezclar amoníaco y agua caliente a partes iguales y frotar la pieza de plata con esa mezcla, sin entretenerse demasiado ya que la reacción química será inmediata y cuánto menos tiempo apliquéis el amoníaco menos daño causaréis.
Cremor tártaro
El cremor tártaro o crema de tártaro, disponible en tiendas que vendan material para repostería, tiene muchas aplicaciones en el ámbito de la limpieza. Para limpiar plata con él hay que poner una cucharada de crema tártara y una cucharada de sal en una olla y llevarla a ebullición. Bajar el fuego al mínimo y añadir la plata. Dejarla hervir 5 minutos. Después, retirarla del agua, dejar que los objetos se enfríen y secarlos con un paño.
Papel de aluminio
Si tenéis tiempo, existe un último método, muy limpio y seguro para el metal, que consiste en forrar un recipiente con papel de aluminio y llenarlo con agua caliente y sal en la que sumergiremos las piezas. La reacción de la sal con el papel de aluminio se llevará por delante el sulfuro de plata y, en diez minutos de nada, todo volverá a brillar.
Cómo limpiar joyas de plata con pedrería
Cuando la plata que hay que limpiar es de joyas elaboradas, con piedras preciosas, perlas o cristales, hay que tener en cuenta unas cuantas cuestiones importantes:
- La joyería fina es delicada. La herramienta más adecuada para frotar sobre ellas es un cepillo pequeño (por ejemplo, un cepillo de dientes infantil) de cerdas suaves. No deben usarse paños de hilo, ya que cualquier fibra suelta podría engancharse en un engarce y romperlo.
- ¡Cuidado con los adhesivos! En la joyería fina, las gemas van unidas al metal por engarces creados por el propio metal, pero en la joyería de plata se usan a menudo adhesivos que pueden debilitarse con el agua caliente o con algunos productos. Hay que usar agua fría o templada y tener cuidado con los tiempos.
- Evita el amoníaco. Sobre todo, si llevas perlas, pero también, en la medida de lo posible, con cualquier pieza de joyería.