En España, el termómetro comienza a descender y las temperaturas cada vez son más frías, algo que se acentuará durante los próximos meses. Con ello, la calefacción volverá a ponerse en funcionamiento en casi ocho millones de hogares, lo que supone también un quebradero de cabeza: ¿cómo mantener la casa caliente en invierno sin elevados gastos?
Y es que, según el informe 'Pobreza Energética en España' realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), se estima que un 43,4% del consumo de energía doméstica se dedica a la calefacción del hogar, lo que puede generar una situación de pobreza energética. Para evitarlo, te mostramos unos trucos para conservar una temperatura en invierno óptima. ¡Comenzamos!
Trucos para mantener tu casa caliente
Puesto que el 43,4% del total del consumo de la energía doméstica corresponde a la calefacción del hogar, el primer objetivo no será calentar la casa, sino evitar que el frío penetre en ella.
De hecho, un buen aislamiento puede suponer un ahorro energético anual de 16 millones de toneladas de combustible. Para que te hagas una idea, en un plazo de unos 60 años, esta solución supondrá una reducción de más de 110 millones de toneladas de emisiones de CO2 y alrededor de 35.000 millones de litros de gasóleo en calefacción.
Además, para instalar un sistema de aislamiento adecuado, no siempre tendrás que recurrir a las reformas ni a un gran desembolso económico. Existen muchos trucos que podemos aplicar para evitar malgastar calefacción. Estos son los recomendados por expertos en ahorro energético, así que toma nota para mantener tu casa con buena temperatura en invierno.
1. Tapa todas las fugas
Una gran parte de la climatización de nuestro hogar se pierde por puertas, muros, ventanas, pequeños resquicios y grietas. La solución, si quieres lograr una temperatura ideal para la calefacción, será sellar todos los recovecos por donde pueda entrar el frío.
Para ello, necesitas cinta adhesiva de aluminio, silicona o sellos y aislamientos a prueba de corrientes de aire tanto en puertas, como en ventanas y grietas. De este modo, se podría mantener hasta un 10% más el calor procedente de la calefacción. Además, instalar estos productos de sellado es sencillo y no requiere una gran inversión.
El gasto del material para tapar las fugas se amortizará en un par de meses tras su instalación. Además, es recomendable también revisar las cajas de las persianas, ya que puede ser otro punto de fuga de calor. Para evitarlo, debes aislar la estructura interior con lana mineral de roca o poliestireno expandido.
Por último, para mantener constante la temperatura en invierno, instala empaquetaduras o juntas de goma tras los enchufes e interruptores y usa un sellador de espuma para cubrir cualquier otro punto de fuga, como las grietas alrededor de las ventanas o del rodapié.
2. Instala válvulas termostáticas
Es aconsejable programar la calefacción para preservar la casa caliente en invierno sin gastar energía en exceso. Puedes hacerlo para que se encienda, por ejemplo, media hora antes de levantarnos o de la hora de llegar a casa.
Si la caldera de tu calefacción no incluye este sistema de programación, puedes incorporar unas válvulas termostáticas para regular de forma automática la cantidad de agua caliente del radiador. De este modo, podrás aumentarla o disminuirla según la temperatura que indique el termostato.
El uso de estos dispositivos supone un ahorro energético del 40% si lo comparamos con una vivienda sin ningún tipo de controlador. Al programar la calefacción para que se encienda o se apague cuando queramos, solo utilizará la energía cuando sea necesario de verdad.
3. Reorganiza los muebles
En ocasiones, el mobiliario y los artículos decorativos pueden ser uno de los responsables de que tengamos que gastar más energía para mantener la temperatura en invierno. Esto es debido a que los muebles absorben mucho calor restándolo del ambiente. Los que más calor atraerán son los fabricados en tela, como sofás, sillones y otros textiles como las cortinas.
Por lo tanto, nuestro consejo es que alejes estos muebles del radiador, así el aire caliente podrá circular con total libertad. Aleja también las cortinas y la ropa tendida de los radiadores para aprovechar todo lo posible esta fuente de calor.
4. Limpia y revisa la caldera y los radiadores
La limpieza de la caldera antes de encenderla tras el verano te permitirá ahorrar combustible, así como producir menos residuos. Además, este mantenimiento previo, no solo de la caldera, sino también de los radiadores antes de utilizarla a diario, garantizará un funcionamiento óptimo cuando esté a pleno rendimiento.
Si tienes un radiador en casa y adviertes que no se calienta, es más que probable que el circuito tenga aire y tendrás que purgarlo. En caso de tratarse de una estufa o una chimenea, asegúrate de que los tiros están bien limpios y usa siempre la leña o el combustible apropiado.
5. Utiliza estufas sostenibles
En caso de disponer en el hogar de espacios que requieran un plus de calor, la estufa será una alternativa más ecológica. Por ejemplo, puedes usar las de leña o las de pellets que, además de ser sostenibles, tienen un precio muy competitivo y estable, así como un alto poder calorífico. Esto te permitirá conseguir un gran rendimiento energético para conservar la temperatura en invierno.
7. Ajusta la temperatura
Los expertos coinciden en que ajustar la temperatura ideal para la calefacción es fundamental para ayudarte a ahorrar. Así pues, el uso de programadores y termostatos es de gran utilidad para conseguirlo. La temperatura perfecta para mantener tu casa caliente en invierno es de entre 19 º y 21 ºC durante el día, y de entre 15 º y 17 ºC por la noche.
8. Apaga la calefacción cuando no estés
Hay muchos mitos relacionados con este tema, pero según los expertos energéticos, mantener una temperatura fija y constante precisa un aporte continuo de energía, pues en todas las casas hay fugas. Por lo tanto, te recomendamos apagar la calefacción durante la noche o cuando no estés en casa.