En 2019 en España, el cómputo total de siniestralidad mortal fue de 104.077 accidentes. Y puede que no le hayas prestado la atención que merece, pero la importancia de unos buenos reflejos es fundamental para evitar accidentes y mejorar nuestra habilidad al volante. También nos ayuda a reaccionar con destreza frente a situaciones de peligro. De hecho, los reflejos son una parte esencial en el desarrollo motriz cuando somos niños, habilidad que utilizaremos durante toda nuestra vida.
Además, contar con unos reflejos excepcionales es básico para practicar deporte y jugar a videojuegos, pues ganar o perder dependerá de cómo reaccionemos en microsegundos. A continuación, te ofrecemos unas formas sencillas para mejorar los reflejos. ¡Vamos allá!
Consejos para mejorar reflejos y agilidad
1. Cuidado con tu alimentación
Ciertos alimentos contribuyen a mejorar reflejos y agilidad gracias a su composición y a los nutrientes que aportan a nuestro organismo. Los huevos y las espinacas son un buen ejemplo de ello, pues nos proporcionan energía para poder rendir bien durante todo el día.
Además, el cansancio es un gran enemigo de los reflejos, ya que disminuye nuestro rendimiento y resta velocidad a la respuesta de los músculos frente a las órdenes enviadas desde el cerebro.
Por otro lado, estos dos alimentos contienen grandes cantidades de tirosina, es decir, un aminoácido esencial para mejorar la conexión entre los músculos y el cerebro. También nos ayuda activando la adrenalina, una hormona imprescindible para alertar a nuestro cuerpo en situaciones extremas.
Por último, tanto los huevos como las espinacas harán que te sientas más despierto durante el día, y tus reflejos se verán más agudizados. Y no olvides hacer tus cinco comidas diarias e ingerir las calorías necesarias según la actividad que realices.
2. Intenta mejorar tu visión periférica
En la actualidad, casi todos tendemos a fijar la mirada solo en un objeto o escena. Sin embargo, para mejorar reflejos y agilidad, debes entrenar tu visión periférica para ver también lo que pasa a tu alrededor, en todo el entorno que te rodea, para así tener más tiempo para reaccionar debidamente.
De este modo, tu campo visual será de 180 grados, lo que quiere decir que podrás percibir lo que ocurre alrededor del objeto que tiene ocupada tu mirada. Estas son algunas de las formas sencillas para mejorar los reflejos entrenando la visión periférica:
El primer ejercicio consiste en mirar a través de la ventana concentrando tu visión en un punto concreto o persona. Poco a poco, ve observando también todo lo que rodea a ese punto sin apartar la vista de él. Si haces esto a diario, tu campo visual irá aumentando.
Puedes hacer algo parecido también cuando conduzcas o salgas a pasear. Presta atención a los objetos que te rodean y fíjate en sus particularidades, como el color, la marca, el logo, los rótulos, etc.
Practicar artes marciales también te ayudará, pues su disciplina incrementa la visión periférica y, con ella, los reflejos.
3. Optimiza tus reflejos con los videojuegos
Muchos videojuegos requieren una reacción rápida entre el pensamiento y la velocidad de respuesta para alcanzar el objetivo. Por lo tanto, son una buena forma de entrenar y mejorar reflejos y agilidad.
Además, aportan muchos estímulos y nos obligan a conectar la vista con el cerebro y también las manos. Pero mejor que escojas un nivel de dificultad adecuado a tus habilidades, de lo contrario, te frustrarás enseguida y no conseguirás divertirte.
Los juegos de rol son excelentes para mejorar los reflejos, ya que exigen tomar decisiones de forma constante. También lo son los de acción y disparos, pues nos sirven para optimizar la coordinación motriz y el tiempo de respuesta. Pero recuerda jugar de manera responsable y en intervalos cortos de tiempo.
Hacer determinados ejercicios de manos, como los malabares, tocar algún instrumento musical o practicar un deporte de raqueta también puede ser muy útil para perfeccionar la coordinación entre las manos y el cerebro, mejorando además la independencia de movimiento entre ambas manos.
4. Practica deporte regularmente
Como hemos dicho, son muchas las prácticas deportivas que nos ayudan a mejorar reflejos y agilidad, como el tenis o las artes marciales. Estos deportes exigen reaccionar de forma rápida coordinando nuestros movimientos, y esto implica tomar una serie de decisiones en tan solo unas décimas de segundo.
Sin embargo, también puedes correr al aire libre, ya que es otra de las formas sencillas para mejorar los reflejos. Para ello, basta con ir cambiando el recorrido a menudo para no controlar los posibles obstáculos que puedas encontrar en el camino, así incrementarás tu capacidad de reacción.
5. Duerme bien
La importancia de unos buenos reflejos está relacionada con el descanso, ya que es imprescindible para que nuestro organismo rinda al máximo. De hecho, el cuerpo necesita alimentarse de forma correcta y reposar el tiempo necesario. Por lo tanto, debes respetar las horas de sueño para poder disfrutar de todo su potencial.
Lo recomendable en personas adultas es dormir entre 7 y 9 horas, lo que te garantizará un buen descanso y una mayor velocidad de reflejos. Para aquellos días en que no sea posible cumplir con este horario, es conveniente dormir un rato la siesta después de comer para contrarrestar esa falta de sueño y rendir mejor el resto del día.
6. Mantén tu consciencia despierta
Ya has comprobado la importancia de unos buenos reflejos, y otra buena forma para mejorarlos consiste en abstraerte de todo pensamiento y distracción. Es decir, tendrás que centrarte durante unos minutos solo en lo que observes a tu alrededor.
Dicho de otro modo, una consciencia despierta y plena es lo que suele denominarse como dejar la mente en blanco. Así, tu cerebro estará atento a lo que percibes con la vista y eso te otorgará una mayor capacidad para reaccionar ante sucesos que ocurran frente a ti. Por ejemplo, la meditación es una forma estupenda de alcanzar este estado.