La mayoría de las veces, convertirse en modelo profesional es algo que requiere no sólo de suerte y de determinadas características innatas, sino también de constancia y esfuerzo.
Cómo ser modelo profesional
Hay que entender que ser modelo no es una profesión uniforme. Existen muchos tipos de modelaje, cada uno de ellos con unos requisitos muy específicos, aunque para la mayoría de ellos se requieren tres características básicas:
- Tener un aspecto atractivo, lo cuál no implica tener un tipo concreto, sino que debes ser agradable a la vista, independientemente de si pretendes ser una modelo de pasarela con la talla 36 o una modelo de tallas grandes con una talla 50.
- Trabajar constantemente para mantener tu belleza. No se puede subir y bajar de peso, ni cambiar de look a lo loco, ni empezar la carrera con un aspecto angelical, habrá que seguir consejos de belleza adecuados, llevar bien trajes y vestidos y saber que tipo de maquillaje nos favorece mas. Hay que ser consecuente con la propia imagen.
- Tener personalidad propia, es decir, no ser sólo atractivo, sino también expresivo y diferente de los demás. Lo importante es conocerse a uno mismo y potenciarse los puntos fuertes, y elegir un tipo de modelaje en el que podáis brillar.
Cómo ser modelo de ropa
Ya hablamos de cómo vestir bien para cualquier ocasión, ahora os indicaremos cómo lucir cualquier vestimenta para la alta costura.
Dentro del negocio de la moda existen distintos tipos de modelaje, a los que se llega por vías distintas y para los que se exigen cosas distintas. La cúspide son los modelos de pasarela de alta costura. Para serlo se buscan mujeres de más de 1,70 de estatura y tallajes bajos (como mucho la talla 38, y eso sólo si eres muy alta), con poco pecho y cintura marcada, pero sin mucha cadera, es decir, chicas tirando a andróginas y estilizadas, y hombres de mínimo 1,85 y con la musculatura definida.
El motivo de esas preferencias es que los modelos de pasarela van a llevar modelos que no están creados para ser cómodos sino para ser llamativos, y ellos tienen que aportar una buena percha sin quitarle protagonismo a la ropa. Por eso, aunque algunos diseñadores buscan modelos alternativos, para ser modelo de pasarela lo crucial es tener muy buena planta y no resultar muy llamativos. Algunos que si llegan a las pasarelas tienen que verse limitados a los desfiles de moda prêt a porter, es decir, los desfiles de la ropa que las marcas comercializan para el gran público, dónde hay una mayor flexibilidad en cuanto a características físicas, o a los desfiles de lencería, que no tienen por qué suponer exactamente un nivel inferior pero que quizás no tengan el glamour de la alta costura.
Las modelos de lencería tienden a requerir menos altura y mayor voluptuosidad, ya que la mayoría de piezas de lencería quedan mejor en mujeres con pecho grande y cadera marcada. No obstante, también hay modelos que alternan alta costura, prêt a porter y lencería.
Para llegar a ser modelo de ropa hay que buscarse agencias de modelo que puedan proponerte trabajos, y hay que hacerlo a muy corta edad, ya que muchas modelos empiezan a trabajar de adolescentes. Pero, en todo caso, si no sois de los afortunados que son seleccionados para ser top models, hay más opciones, ya que las marcas de moda siempre necesitan dos tipos de modelos que no por no desfilar dejan de ser importantes: los de patronaje y los de publicidad.
Los modelos de patronaje son lo más bajo de la escala profesional en lo que a modelos se refiere, pero puede ser un buen paso para iniciarse en este tipo de trabajo. Para patronaje se buscan sobre todo mujeres de 1,70 y talla máxima 36, y hombres de 1,80 para arriba. La ventaja de este tipo de trabajo es que da acceso al mundo de la moda y continuamente se ofertan puestos de este tipo en muchas empresas.
Los modelos de publicidad son aquéllos que aparecen en los anuncios fotográficos y televisivos y en los catálogos de las marcas y pueden ser un trampolín para la fama en algunos casos, ya que un modelo que en un momento dado no ha sido considerado apto para la pasarela por la cuestión que sea puede ser considerado perfectamente válido para la publicidad.
Los modelos de publicidad también suelen trabajar a través de agencias de modelaje, pero en su caso se valora no sólo que tengan un buen cuerpo en el que quede bien la ropa, sino también su naturalidad y que sean fotogénicos ya que su función es convencer al cliente de que compre esa ropa.
Cómo ser modelo de fotografía y publicidad
La ventaja que tiene esta opción es que no siempre se requiere cumplir con un perfil específico en lo que al físico se refiere, y tampoco hay unos límites estrictos de edad o de estilo, aunque obviamente esos requisitos se endurecerán dependiendo de para qué tipo de empresas queráis trabajar: si lo que se va a vender es alta joyería o una estancia en un hotel de lujo, las características que se van a buscar en los modelos serán las mismas que se piden en las pasarelas.
Finalmente, el modelaje comercial también incluye la opción de ser modelo parcial, por así decirlo: modelo de manos, modelo de pies, de cabello… para lo cuál el único requisito es tener esa parte concreta del cuerpo bonita.