Durante el verano, el avión es uno de los medios de transporte preferidos por la mayoría de personas. Principalmente se presenta como la única alternativa, o al menos la más cómoda y eficaz para los desplazamientos internacionales. Sin embargo, puede resultar un tanto incómodo todo lo que implica acercarse hasta el aeropuerto, facturar, pasar controles y las continuas esperas o retrasos.
Pero es algo con lo que todo el mundo debe contar cada vez que se saca un billete de avión. Durante las épocas de más viajeros, que coincide sobre todo con los primeros de cada mes o antes de las operaciones de retorno, es probable que se repitan año tras año las mismas imágenes de gente realizando cola para pasar controles.
Hace unos días se pudo comprobar esto en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que llegó a provocar importantes retrasos en algunos vuelos e incluso algunos pasajeros internacionales vieron como perdían el avión a causa de esto. Al parecer, dicho colapso se produjo en el control de seguridad y pasaportes, como señalaron desde la Comunidad de Madrid.
Desde el Gobierno central trataron de restarle trascendencia a este contratiempo y en un primer momento negaron que hubiera esperas excesivamente largas. Lo responsabilizaron todo a una cuestión puntual debido a la coincidencia a la misma hora de distintos vuelos que procedía de fuera del Espacio Schengen. En vista del enorme caos generado, desde el Ministerio de Interior se vieron obligados a tomar medidas y ya anunciaron que reforzarán estos espacios con 500 agentes de policía en los mayores aeropuertos de España.
Además de Madrid, también se repitió el problema en Málaga, Alicante y en El Prat, en Barcelona. Por lo tanto, no se trató de una situación anecdótica de un solo día.
Las colas tuvieron lugar sobre todo en las escalas de viajes internacionales que pasan por la capital de España. Los principales damnificados fueron sobre todo viajeros que tenían conexión con otro vuelo y precisaban el acceso al control de pasaportes por parte de las autoridades.
La previsión de vuelos para este año
Después de la pandemia parece ser que se recupera la normalidad poco a poco en los viajes. Eso sí, según los cálculos que maneja la Policía en base a las informaciones que aporta AENA, lo más probable es que la cifra de vuelos durante este año resulte ligeramente inferior respecto a 2019, que fue el último ejercicio en el que se pudo coger un avión sin necesidad de soportar restricciones.
En el caso de Barajas, que es el que más tráfico de pasajeros soporta de todo el país, se espera que pasen por sus instalaciones 18,7 millones de personas, cuando hace tres años esa cifra se elevó hasta los 19 millones. No obstante, las variaciones son mínimas.
Pese a la pequeña caída de viajeros, en la capital se contará con 189 efectivos de policía más, alcanzando sumar más de 600 agentes. Por lo tanto, el aumento supone un 40%. En cualquier caso, los retrasos que se generan en los controles de seguridad podrían darse con frecuencia en verano pese al refuerzo policial.
Hay que decir que desde la Comisión Europea se autorizó al Ministerio de Interior para que los británicos afectados por el Brexit, a raíz de la salida del Tratado Schengen, puedan hacer uso de los controles automáticos, que también se conocen como puertas ABC. De esta manera tendrían la posibilidad de agilizar el proceso de sellado de los pasaportes. Eso sí, deben contar con una fila concreta y en ningún instante deben mezclarse con el resto de viajeros de Europa.
¿Qué hacer si se pierde un avión por las esperas en los controles?
Aquellos pasajeros que en algún momento se vean salpicados por una situación de este estilo y finalmente acaben perdiendo sus vuelos, tienen la posibilidad de reclamar una indemnización. Las quejas deben dirigirse siempre a AENA y no contra la compañía aérea con la que tenemos contratado el viaje. Estas pueden argumentar que el retraso no ha sido de su responsabilidad, sino del usuario, ya que no se encontraba en la puerta de embarque a la hora requerida.
Desde la organización de consumidores FACUA explican que la aerolínea no se hará cargo de este problema en el supuesto de que pueda probar que puso en marcha todas las medidas que tenía en su mano para evitar el daño o que le fue imposible adoptar dichos planteamientos.
Además, en la OCU aconsejan que además de presentar la reclamación se incorporen todas las pruebas que sean posibles para demostrar que en el momento del retraso se estaba presente en las instalaciones aeroportuarias con la debida antelación. Para ello podría resultar válido tanto un vídeo como una foto con el móvil o incluso una publicación en las redes sociales donde quede registrado que el pasajero estuvo presente allí en la hora indicada.
Toda la responsabilidad recaerá sobre AENA a la hora de presentar estas quejas. Entre sus competencias están los servicios de seguridad de los controles donde se están registrando dichas colas.
La citada reclamación puede hacerse por escrito o por medio de una hoja de reclamaciones que se puede encontrar en su página web en donde se detalle lo ocurrido en el aeropuerto. En el caso de utilizar la primera vía, es preciso mandarla a través de carta certificada a la dirección Aeropuerto de Barcelona-El Prat, 08820, El Prat de Llobregat.