Cuando llega el buen tiempo, suele apetecernos realizar cambios decorativos en el hogar, por ejemplo, pintando la casa. Es una tarea que puede parecer fácil de llevar a cabo, pero hay que seguir ciertos pasos para que el resultado sea bueno.
Hay que tener en cuenta al pintar una casa, que los colores más claros y la sensación de luz y espacio será más grande. Esto es algo muy recomendable para aquellos hogares que no sean demasiado amplios. También se puede dar un toque de color pintando tres paredes y techo en blanco y una pared en un color diferente.
Planifica tu proyecto
En caso de que se desee pintar toda la casa, lo más aconsejable es despejar al máximo todas las estancias. De esta forma se trabajará de una forma más cómoda. Si no se puede, los muebles deben estar todos en el centro de la estancia protegidos con plásticos.
Por otro lado, hay que preparar todo el material que vayamos a usar a la hora de pintar. Cinta de pintor o de carrocero, cubos, brochas, rodillos y todos los utensilios, además de la pintura.
La prueba de la pintura
En caso de que dudes entre varios colores, siempre debes probar el color en diferentes paredes. Hay que dar algunos brochazos en una pared donde dé el sol y otra donde no lo dé. Miraremos el resultado a diferentes horas del día para ver cómo queda. Ojo, cuando la pintura seca, se vuelve más oscura.
Revisa el estado de las paredes
Si tienen algún desconchón hay que rellenarlo con cemento de secado rápido y alisarlo respecto a la pared. Lo mismo sucede si hay grietas, todo debe ser rellenado para dejar una superficie lisa y homogénea.
Cuando el cemento esté seco, el siguiente paso es lijar bien las paredes y limpiarlas eliminándoles todo el polvo que puedan tener.
En el caso de tener alguna plaga de insectos, como puede ser las temidas cucarachas, es el momento de utilizar todos los remedios caseros que disponemos para erradicar el problema y luego pintar.
Asimismo, si tenemos una plaga de hormigas deberemos sellar todos las posibles ranuras por donde pasan para que no estropeen el resultado final.
Protege todos los muebles
Antes de empezar a pintar hay que proteger los muebles y retirar todos los elementos decorativos de la pared. Hay que poner la cinta de pintor en los zócalos, esquinas de los techos, puertas así como marcos que no sean de madera. Se aconseja desmontar los interruptores y si no se puede, les pondremos cinta protectora. El suelo podemos ponerlo lleno de papeles de periódico. También pondremos plástico encima de los muebles que no pueden ser sacados de la estancia.
Lo más importante es retirar todo el mobiliario posible para trabajar con más comodidad. De esta forma, antes secará la habitación.
La elección de la pintura es la clave de un buen resultado
Para que el resultado quede como queremos, debemos elegir la pintura adecuada. Puede ser pintura plástica para todas las estancias, sobre todo por sus excelentes resultados. Además, las pinturas son cada vez más naturales, con lo que al pintar no se desprende apenas olor a pintura.
Entre otras opciones que podemos encontrar en el mercado destacan las que son 100% ecológicas. Dentro de sus ventajas destaca porque son completamente transpirables. Otra pintura que podemos usar es la antialérgicas, la cual evita la proliferación de ácaros y hongos. Además, reducen la emisión de compuestos volátiles, algo necesario para personas alérgicas.
Las pinturas con olor y antiolor son otras de las opciones disponibles actualmente en el mercado. Tienen la capacidad de perfumar nuestro hogar gracias a las esencias naturales que desprenden lentamente. El problema de estas pinturas es que su efecto dura solo unos días. Por otro lado, hay pinturas que neutralizan olores, con pinturas fotocatalíticas que los absorben.
¿Por dónde empezamos?
Lo más aconsejable es comenzar por el techo. Si cae alguna gota en las paredes, podremos cubrirlas cuando las pintemos. Se recomienda utilizar un rodillo de calidad para aplicar la pintura en el techo, dándole dos capas si fuera necesario. En este caso, no se puede dar una segunda sin haber secado la primera.
Cuando se haya secado la primera capa del techo, comenzaremos con la segunda y después con las paredes. Dejaremos que seque todo y pintaremos de nuevo las paredes, comprobando que todo ha quedado bien cubierto. Ahora llega el momento de esperar a que vuelva a secar todo.
Retoques, los pasos finales
El siguiente paso es retirar la cinta de pintor y hacer los retoques que sean necesarios. No hay que esperar a que se seque la pintura que tiene la cinta porque acabará secándose y al retirarla la romperemos y dejará restos. Con un pincel y un poco de pintura en un recipiente podremos arreglar aquellas zonas que no han quedado bien.
Debemos revisar a conciencia el resultado, tanto en el techo como en las esquinas y en las paredes. Aplicaremos los retoques y esperaremos a que seque. Con ello, habremos finalizado el proyecto de pintar nuestro hogar.
Es importante tener en cuenta que no debemos pintar rápidamente para acabar cuanto antes. Hay que tener paciencia y hacer las cosas bien. Si se hace correctamente, la pintura nos acompañará durante muchos años. Por eso, debemos prestar especial atención a todos los pasos, porque todos ellos son de gran importancia.
Una vez pintada, veremos nuestro hogar con otros ojos y posiblemente tengamos ideas para decorarla de otra forma, no dudeis en hacerlo, es nuestro hogar y tenemos que estar siempre cómodos en él, una buena decoración es fundamental.