Existen distintas técnicas para pintar en tela, y elegir una u otra dependerá del tipo de tela, el efecto que queramos crear y nuestras habilidades personales. Lo que sí es importante en todos los casos es respetar los tiempos de secado (o las temperaturas de fijación en caso de usar seda) y atender a las instrucciones del fabricante en cuanto a los tiempos que deben transcurrir antes de lavar la prenda.
Anteriormente os indicamos cómo hacer flores de tela, pintar esa tela puede ser una gran idea de decoración.
Dibujos sobre tela con rotulador
En muchas tiendas de manualidades existen rotuladores específicos para pintar sobre tela, especialmente sobre telas de algodón. Los rotuladores son fáciles de usar, más baratos que la mayoría de pinturas y la mejor opción si se quiere realizar el pintado con niños, ya que hay menos peligro de que se manchen y su uso no requiere de una gran habilidad. En caso de utilizar rotuladores se pueden buscar dibujos para pintar sobre tela en internet. Hay muchos para copiar.
Cómo pintar en tela con pincel
Para seguir la explicación, te compartimos un video para que no pierdas ningún detalle:
Uno de los trucos y remedios caseros más utilizados es pintar tela con pincel es fácil y probablemente sea, junto a los rotuladores, la opción más adecuada para principiantes. Necesitarás:
- Pinceles, al menos tres. Uno plano y ancho para pintar grandes superficies, uno redondo y gordo para zonas en que quieras aplicar más cantidad de pintura y uno fino para perfilar y crear detalles.
- Bastidor y pinzas para mantener la tela fija y tensada. Si se trata de una tela con varias capas, como las prendas de ropa, hay que poner un cartón entre ambas capas para que la pintura no traspase.
- Papel de calco para poder plasmar cualquier imagen en la tela. El dibujo también se puede hacer directamente con pincel, a mano alzada, si se tiene habilidad para ello.
Una vez realizado el dibujo, sólo hace falta ir añadiendo pintura. La tela es un soporte más absorbente que el papel o la lona, y es complicado quitar pintura si usamos de más, por lo cual es aconsejable usar el mínimo de pintura posible y repetir la operación hasta que estemos satisfechos.
El uso de pincel permite mucha libertad, ya que se puede pintar cualquier cosa que se os ocurra y, si sois habilidosos, podéis optar por ir creando el diseño sobre la marcha, a mano alzada. De esa manera cada obra será completamente distinta de las demás. Pero también se pueden usar plantillas para recrear formas, aplicando la plantilla y pintando dentro de ella o alrededor. Esta técnica se llama estarcido.
Pintar tela con spray
Pintar en tela con spray puede ser muy sencillo si optáis por usar plantillas, y algo más complicado si preferís dibujar a mano alzada, como los grafiteros, pero en este último caso los resultados pueden ser fantásticos. Además, el spray es la técnica ideal para pintar patrones repetitivos, ya que es una técnica muy rápida. Para dibujar esos patrones se puede usar una plantilla, cinta adhesiva (siempre hay que usar una que sea fácil de despegar), o recurrir a la técnica del batik, que consiste en aplicar cera fría en las zonas de la tela dónde no queramos que se adhiera la pintura.
Estampar tela con sellos
Otra opción interesante y que puede resultar muy original es el estampado de flores con sellos. Para ello podemos usar tampones comprados, pero también podemos crear nuestros propios sellos a partir de pastillas de jabón (tallando la pastilla con un buril o cuchillito) o incluso usar objetos cotidianos con relieve (tapones de botellas, hojas, suelas de zapato, monedas…)
Técnica de la sal para seda
Una última opción para crear efectos originales sobre tela y que suele usarse con la seda es la técnica de la sal, que consiste en pintar sobre una tela humedecida y luego aplicar sobre la misma un poco de sal, ya sea esparciéndola por toda la tela o en montoncitos.
La sal absorbe la humedad y, con ella, atrae la pintura hacia sí, creando puntos de concentración de color y áreas de color muy diluido y más claro. Las formas que se pueden crear con esta técnica son casi infinitas, y variarán dependiendo del tamaño de los cristales de sal, de la humedad que haya en la tela y de la humedad ambiental, por lo que es aconsejable trabajar en un ambiente seco y estable.