El Plátano de Canarias es el primer plátano del mundo que cuenta con una Indicación Geográfica Protegida (IGP), el máximo reconocimiento de calidad europeo. Una distinción, otorgada a finales del 2013, que pone en valor la diferenciación por la que vienen trabajando los fabricantes de este producto. Pero, ¿sabrías distinguir un plátano de Canarias de una banana u otro plátano del mercado?
Los orígenes del plátano de Canarias
Las primeras plataneras que llegaron a las islas Canarias lo hicieron procedentes del sudeste asiático a principios del siglo XVI. Poco a poco, este cultivo comenzó a extenderse por todo el archipiélago, siendo un alimento ya muy popular y muy enraizado en la gastronomía canaria desde los primeros años.
Si bien durante los primeros siglos el plátano de Canarias se consideró un alimento de consumo interno, durante la segunda mitad del siglo XIX comienza su exportación a Inglaterra gracias a los marinos ingleses que llegaban hasta las Canarias. En tierras inglesas, el plátano adquiere una enorme repercusión.
En la actualidad, el plátano de Canarias se produce en Tenerife, La Palma, Gran Canaria, El Hierro, La Gomera y Lanzarote. En el conjunto de las seis islas, se estima que la producción anual se sitúa en torno a los 375 millones de kilogramos. Es por eso por lo que el plátano de Canarias es un producto que se comercializa ya en todo el mundo.
¿Es lo mismo una banana que un plátano?
Hay quienes piensan que el plátano y la banana son la misma fruta. No en vano, a veces al plátano se le llama banana porque, en realidad, son muy similares y provienen de la familia de las musáceas. Sin embargo, entre ambos hay ciertas diferencias y una única similitud: las dos frutas son muy nutritivas. Aunque en esto también hay algunas pequeñas distinciones a señalar.
1. Las diferencias nutricionales
El plátano, por ejemplo, es un alimento con un alto contenido en fósforo y potasio. La banana, en cambio, no tiene un aporte tan alto de estos minerales, pero sí tiene más sodio, calcio, hierro, zinc, cobre y manganeso que el plátano. Por otro lado, el plátano es más rico en fibras como la pectina, tiene más azúcares sencillos como la sacarosa, la glucosa y la fructosa y tiene menos hidratos de carbono y almidón que la banana.
Precisamente, la mayor cantidad de sacarosa, glucosa y fructosa hace que el plátano tenga un sabor más dulce que la banana y su textura sea más blanda, dos de las diferencias más características entre ambos alimentos.
2. Las diferencias físicas
Hay ciertas características físicas que distinguen al plátano de la banana. De hecho, el plátano es más curvo y la banana tiene forma recta. Por lo general, el plátano suele ser más pequeño y tener un menor grosor que la banana.
Además, el plátano tiene una pulpa más amarilla que la banana y posee unas pintas negras en la piel que indican un mayor proceso de maduración. El plátano tiene también una textura más suave pero más firme, mientras que la banana es más dura y más seca.
¿Qué diferencia hay entre una banana y un plátano de Canarias?
La banana y el plátano de Canarias también presentan otras diferencias a tener muy en cuenta. Una de las más evidentes es su lugar de procedencia: la banana proviene sobre todo de Asia y Latinoamérica, mientras que el plátano de Canarias es original del archipiélago de las islas afortunadas.
Otra de las grandes diferencias entre ambos es que el plátano de Canarias posee un sabor más dulce, un mayor aroma y unas motitas negras características. Todo esto se debe al hecho de que el plátano canario posee un mayor índice de humedad, lo que lo convierte en un alimento más jugoso que la banana. Precisamente, esta última es más seca.
Cómo distinguir un plátano de Canarias en el mercado
El plátano de Canarias se puede distinguir del resto ya incluso en el envase en el que se comercializa. En la caja en la que estén colocados los plátanos debe aparecer siempre la aplicación de sello de Plátano de Canarias IGP. Además, cada bandeja llevará una etiqueta del plátano de Canarias en la que se incluirá el logo de Plátano de Canarias IGP y toda la información que establezca la legislación vigente. Lo mismo sucederá si los plátanos vienen en un pack de plástico o en una bolsa.
En los lineales del supermercado o de la tienda, el Plátano de Canarias debe tener una separación clara respecto a otros productos similares como la banana u otros plátanos procedentes de diferentes lugares. En los carteles de los expositores se mostrará siempre la denominación Plátano de Canarias IGP.
Esta distinción y la etiqueta del plátano de Canarias también deberán aparecer en cualquier catálogo o información web en la que se muestre este alimento.
En definitiva, a pesar de que puedan parecer lo mismo, el plátano de Canarias y la banana tienen una serie de diferencias que los distinguen. No solo desde el punto de vista físico, sino también nutricional.
Además, es muy importante saber distinguir estas diferencias, así como identificar que el plátano de Canarias lleva siempre su distintivo IGP de Indicación Geográfica Protegida a la hora de comprarlo en el supermercado o en cualquier tienda. La mejor manera de comprobar que estamos en realidad frente a un auténtico plátano de Canarias.