Todo el mundo conoce los grandes beneficios que proporcionan los árboles, sobre todo si se les dan los cuidados necesarios. Nos protegen del calor gracias a la sombra que producen, aportan humedad al aire reduciendo la temperatura.
También absorben grandes cantidades de CO² y generan oxígeno. Sirven de vivienda para muchos animales y reducen la presencia de partículas de polvo en suspensión en el aire.
A todos nos gustaría poseer un huerto donde plantar árboles frutales y otras plantas comestibles para nuestro propio uso y disfrute.
Uno de los cuidados que podemos dar a un árbol es realizarle una buena poda. Puede parecer algo sencillo, pero no lo es. Para ello, se requiere conocer cuál es la técnica más adecuada. Es muy importante recordar que, si se hace de una manera errónea, puede hacer que el árbol se debilite, enferme e incluso llegue a morir. Otras causas que puede provocar es el crecimiento exagerado de las ramas, pudiendo aumentar el riesgo de rotura o de que el árbol se pudra.
Consejos antes de podar un árbol
Debemos tener en cuenta varios consejos antes de comenzar la poda. Hay que contar con los materiales específicos para ello. Unas tijeras de podar, una podadora, una motosierra, guantes, gafas de protección, protectores de oídos, etc. Depende de las herramientas que tengamos, conseguiremos un mejor o peor resultado.
Hay que tener presente que cada corte que hagamos, puede llegar a modificar tanto la estructura como el crecimiento del árbol. Es importante tener muy presente cuál es el objetivo que se persigue con la poda.
Además es conveniente tener presente la importancia de plantar nuevos esquejes para que nuevas plantas se desarrollen.
Los cortes deben ser realizados de forma correcta. Para ello, es importante informarse sobre la especie de árbol y los cortes que hay que hacerles en la poda. Si se hace mal, pueden provocarse al árbol daños irreparables o incluso su muerte. No se trata de un juego y hay que hacer las cosas consecuentemente y con conocimiento.
No se recomienda usar pasta cicatrizante para cubrir sus heridas, porque puede causar más daño que beneficio. Lo importante es hacer un corte correcto.
Tips para cuando se está podando el árbol
La poda está relacionada con la eliminación total o parcial de las ramas secas, mal orientadas o ya muertas. La poda de un árbol bien hecha, mejora notablemente la salud del árbol, previniendo enfermedades que puedan afectarle negativamente. Si se poda mal, pueden producirse importantes crecimientos. Esto se debe a que el árbol usa mucha energía intentando hacer crecer nuevas ramas en los bordes de los muñones.
En la poda de reducción de estructura, hay que evitar talar ramas que superen los 10 centímetros de diámetro. Además, si la poda se hace únicamente en el lateral del árbol, se le dejará desequilibrado. Es importante podar un árbol en todo su contorno para evitar peligro de caída durante días de mucho viento o tormenta.
En el caso de los árboles más jóvenes, se debe hacer una forma de poda llamada entresacado. Con este poda se eliminan las ramas desde la unión del tronco o las ramificaciones secundarias de una rama principal. Con ello se ayuda a reducir la cantidad de retoños nuevos y se conducirá mejor el crecimiento del árbol.
Cómo realizar el corte adecuado
Hay que tener presente que la poda debe realizarse cuando el árbol está en periodo vegetativo, es decir, cuando está en su etapa de crecimiento y desarrollo. Este momento es ideal porque apenas circula la savia y es muy positivo para el árbol. Los cortes mal hechos o hechos fuera de época pueden provocar la aparición de infecciones por hongos. Esto puede ser muy peligroso porque puede provocar que el árbol se pudra.
Para hacer el corte adecuado hay que tener en cuenta que un corte provoca una herida. Para que el árbol pueda sanarse, los cortes deben ser siempre limpios y sin desgarros. Por ello, es tan importante contar con las herramientas adecuadas y éstas deben estar en el mejor estado posible. Además, hay que hacer el corte en el lugar correcto para que todo salga a pedir de boca.
Al hacer el corte no debe hacerse ni demasiado alejado del tronco ni demasiado pegado. Se debe hacer en el punto de unión con la rama madre. También puede hacerse en la intersección de dos ramas, donde se forma una "Y". Se recomienda no hacer los cortes al ras del tronco.
Otra alternativa para hacer un corte correcto es optar por lo que se conoce como corte en bisel. Con este corte se evita que la herida que se provoca no retenga humedad. Con la humedad se favorece la aparición de hongos y el consiguiente proceso de pudrición.
Al realizar el corte se debe respetar el cuello, que es la zona de la base de la rama. La razón es porque en esta zona, se concentra el mayor número de células que servirán para cicatrizar la herida.
Precaución con las ramas de gran diámetro
Si el árbol cuenta con ramas dotadas de un gran diámetro, hay que tener cuidado. Para que no se produzca un desgarro hay que cortarla en dos pasos. En el primero se debe realizar una muesca y se corta más arriba. Después se elimina lo que queda sujetándolo con la mano.
Se puede hacer con un hacha o una hachuela, pero con mucho cuidado. Si se quiere un corte rápido y limpio, se puede utilizar una motosierra. Esto será de gran ayuda cuando las ramas del árbol tengan un gran diámetro y se necesiten hacer cortes limpios y precisos.
Un último consejo antes de ponerse manos a la obra antes de podar el árbol. Se debe tener en cuenta que el riesgo de pudrición aumenta cuando los cortes exceden los 5 centímetros de diámetro. Si no se puede evitar hacer un corte de estas características, cuando se haga, hay que alisarlo y retocarlo.
De esta forma el corte quedará perfecto, el árbol no sufrirá y no habrá riesgo de que se pueda producir una infección por hongos. El árbol seguirá creciendo normalmente fuerte y sano siempre el corte esté bien hecho y repasado.