Todos hemos ido solos a la playa o a la piscina alguna vez y no hemos tenido a nadie cerca para que nos pueda echar crema en la espalda. O incluso después de la ducha. Por suerte, existe un aplicador de crema para la espalda con el que podrás alcanzar esta zona tan difícil.
Así, ya no tendrás que preocuparte por no poder ponerte crema en la espalda, ¡y sin ayuda! Además, también hay una serie de trucos que te mostramos en este artículo sobre cómo ponerse crema en la espalda uno mismo en caso de que no tengas este aplicador. ¡Toma nota, comenzamos!
1. Aplicador de crema para la espalda
Este artilugio tiene un cabezal extraíble para rellenarlo con la crema que desees. No solo podrás aplicarte crema hidratante, sino también aftersun o protección solar. En caso de utilizarlo, sigue estos consejos para aprovechar al máximo los beneficios de este artilugio que ha llegado para cambiarnos la vida.
- Cuanto más líquida sea la crema para la espalda que le pongas al aplicador, más sencillo será que esta se filtre por las bolitas que, a modo de roll-on, dejan pasar la crema y ayudan a esparcirla por la superficie cutánea. Y olvídate de quemarte o pelarte estas vacaciones.
- Para lavar el recipiente en el que coloques la crema, es mejor que utilices lavavajillas. Solo así eliminarás los restos de loción que no se irán solo con un estropajo.
2. Usa los antebrazos
Para echar crema en esta zona tan inaccesible sin un aplicador de crema para la espalda, puedes utilizar muchas formas creativas. En primer lugar, puedes hacerlo con los antebrazos de la siguiente manera:
- Aplícate una línea de crema en la parte superior de los antebrazos y en el dorso de las manos. No te frotes la loción, más bien déjala que se asiente en las líneas que aplicaste. Puedes usar tanta crema para la espalda como consideres necesario para cubrir toda la zona por completo.
- Coloca los brazos detrás de la espalda doblando los codos de manera que los antebrazos cubiertos con la crema queden pegados contra la espalda. Si no eres muy flexible y te produce dolor esta posición, coloca solo un brazo y, cuando termines, haz lo mismo con el otro.
- Mueve los brazos con un movimiento similar al de un limpiaparabrisas. Frota los antebrazos y la parte posterior de las manos hacia arriba y hacia abajo de la espalda cubriendo la mayor parte posible. Repite este proceso si consideras que no tienes suficiente crema para la espalda.
3. Utiliza una espátula
Puedes utilizar una espátula de plástico, de goma o incluso de madera, pero evita el metal y elige una que tenga el mango largo. No utilices una de la cocina, mejor comprar una exclusiva para este fin y ten cuidado con las de madera, podrían tener astillas. Debes hacer lo siguiente:
- Aplica una cantidad abundante de crema para la espalda sobre la espátula. Mantenla plana para que la loción no se caiga al suelo y usa poca cantidad aunque tengas que realizar más de una aplicación.
- Coloca la espátula detrás de la espalda con suavidad manteniendo la espátula plana con el lado de la loción hacia arriba. Dobla el brazo hasta que alcances la parte baja de la espalda.
- Esparce la loción alrededor de la espalda moviendo la espátula en círculos para cubrir esa zona primero. A continuación, muévela hacia arriba hasta la parte media de la espalda. Por último, puedes pasar la espátula por encima del hombro y aplicarte crema también en la parte superior de la espalda.
- Si lo consideras necesario, puedes echar crema de nuevo y repetir el proceso hasta cubrir toda la zona. Es un buen aplicador de crema para la espalda casero, y muy efectivo.
4. Echar crema con papel film
Para utilizar este truco, corta un pedazo de papel de plástico film de 5 a 7,5 cm de longitud. La envoltura plástica tiende a enredarse y pegarse a sí misma, así que colócala bien estirada sobre la mesa antes de cortarla. Cuando lo tengas preparado, sigue estos pasos:
- Aplica un poco de crema para la espalda, sin excederte, en el centro de la tira plástica.
- Colócate con la envoltura plástica detrás de ti.
- Pasa las manos detrás de la espalda, coge la envoltura de plástico por los extremos y colócala sobre la espalda comenzando por la parte inferior.
- Desliza la envoltura plástica de lado a lado como si estuvieras utilizando una toalla para secarte la espalda y muévela a ambos lados para distribuir la loción de forma correcta. Puedes hacer un movimiento en zigzag hacia arriba para alcanzar la otra mitad de la espalda.
- Si no puedes mover los hombros o los brazos con soltura, puedes utilizar una cinta adhesiva para pegar la envoltura de plástico a una superficie vertical plana. Trata de elegir una superficie donde no se vaya a dañar la pintura y que se pueda eliminar con facilidad cualquier derrame de crema. Aplica la loción en un lugar del plástico a la misma altura que tu espalda y ponte de espaldas al plástico, coloca los omóplatos contra este y desliza la espalda sobre la crema. Repite este movimiento de un lado a otro para aplicarte la crema en toda la parte a tratar.
Aunque consideres que algunos de estos métodos son algo complicados de ejecutar, no lo será tanto como intentar echar crema en esta zona sin un aplicador de crema para la espalda. Pruébalos y verás lo sencillo que te resulta ponerte crema para la espalda tú mismo.