La sudoración excesiva puede causar que ciertas partes del cuerpo estén húmedas de forma permanente, puede dejar antiestéticas manchas en la ropa que nos obligan a mantener los brazos pegados al cuerpo de manera permanente, y causa olores muy desagradables. Por eso, a continuación, os vamos a presentar una serie de trucos y remedios caseros para el olor a axilas que de seguro os van a resultar útiles.
Cómo quitar el olor a sudor
Lo principal para que el olor a sudor no se enquiste en la ropa es la rapidez, ya que si evitamos que el sudor se seque en la ropa la limpieza será más sencilla y la posibilidad de que el tejido amarillee será menor. Por eso, tras haber sudado mucho lo mejor es lavar inmediatamente la prenda y esperar a ver si solo con eso desaparece por completo el olor.
Si se trata de un olor fuerte podemos intentar usar un lavasuelos de pino (sin lejía) en lugar del detergente de ropa, porque el fuerte olor a pino de los lavasuelos acaba con cualquier otro olor. Y si no se consigue podemos emplear estos remedios caseros:
- Bicarbonato de sodio. Es uno de los limpiadores más potentes que existen. Mezcla una cucharada de bicarbonato con un vaso de agua y aplícalo sobre la zona maloliente, dejándolo actuar toda la noche. Otra opción es añadir la cucharada de bicarbonato directamente en la lavadora para potenciar la acción del detergente, pero de esa manera la acción del bicarbonato será más general y perderá cierta potencia. Si mezclas bicarbonato con peróxido de hidrógeno (una cucharada de cada uno) en un vaso de agua, obtendrás un producto similar a los quitamanchas con oxígeno activo, muy eficaz contra las manchas de sudor y su olor ácido.
- Vinagre. Mezclado con agua en partes iguales también tiene una potente acción limpiadora y desodorizante. Debe ser vinagre de vino, no de manzana, y se debe aplicar sobre la zona afectada con un pulverizador y dejar actuar 10 minutos antes de lavar la prenda.
- Limón. Una mezcla del zumo de un limón con la misma cantidad de agua aplicada en la prenda con la ayuda de un trapo o una esponja también puede ayudar, aunque hay que tener en cuenta que el limón puede apelmazar las fibras del tejido, por lo que hay que lavarlo muy bien tras su uso, asegurándose de que no quedan restos.
- Enjuague bucal. Si el olor no es muy fuerte, se puede intentar quitarlo con un poco de enjuague bucal aplicado durante 30 minutos sobre la zona antes del lavado.
- Tomate natural triturado. Es completamente cierto que el tomate destruye el mal olor, pero el problema es que mancha, y por tanto solo se puede usar en prendas que sean fáciles de limpiar o que permitan lavados a altas temperaturas.
- Aspirina. La aspirina disuelta en agua actúa como quitamanchas. Se pueden usar aspirinas normales o efervescentes, y hay que usar varias con 100 ml de agua para que sea efectiva. La solución debe estar sobre la prenda al menos dos o tres horas.
- Vodka. El vodka debe mezclarse con agua y aplicarse sobre la prenda.
Hay que tener en cuenta que ninguno de estos tres métodos es infalible y que no solo pueden combinarse, sino que a veces hacerlo potencia sus efectos. Es muy importante, en todo caso, que las prendas con mal olor se sequen al aire y no en la secadora, ya que la temperatura del aire dentro de ésta, lejos de airear la prenda, fija los olores en ella. De hecho, lo ideal es airear la prenda antes de lavarla y después de lavarla, ya que así parte del olor ya no llegará a la lavadora.
Aparte de todos estos trucos, existen otros que van orientados a evitar el mal olor de las axilas, es decir, a hacer que los trucos anteriores no sean necesarios, y que empiezan por conocer la razón por la que sudamos de más e intentar ponerle remedio. Ya abordamos este problema en nuestro artículo cómo evitar el sudor excesivo, ahora te indicamos otros trucos.
Los más efectivos son:
- Cuidar la alimentación. Hay que evitar aquellos alimentos que aumenten la temperatura corporal o que provoquen sudoración, y también es bueno controlar el peso corporal, ya que es habitual que a más peso más sudoración.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura. La sudoración se activa con más fuerza cuando se pasa de una zona fría a una calurosa de forma brusca, así que la estabilidad ambiental es clave.
- Usar ropa transpirable. Evitar que el sudor se pegue a la ropa es posible si usamos prendas que dejen que la piel respire y, por tanto, se airee. Aprovechar nuevos tejidos como la microfibra, que no solo deja respirar al cuerpo, sino que además casi no absorbe la humedad y se seca en cuestión de minutos.
- Utilizar desodorantes antitranspirables eficaces. Aunque muchos desodorantes prometen evitar el exceso de transpiración, pocos productos cumplen esa promesa, así que, si tendéis a sudar mucho, pasad por la farmacia y comentadlo. Existen desodorantes extremos en roll on para personas con problemas de sudoración, y si ninguno funciona siempre queda tratar las axilas como si se tratase de pies, aplicándoles alguno de los tratamientos desodorantes podológicos que existen.
En todo caso, es importante que la sudoración no nos estrese, porque el estrés, a fin de cuentas, puede hacernos sudar aún más. Tomaoslo con calma, respirad y pensad que todo lo que se mancha se puede limpiar.