Cómo quitar la sensibilidad dental: causas y tratamiento
La sensibilidad dental es el dolor dental más frecuente y por el que menos se acude al dentista. A continuación, mostramos las causas y los tratamientos para su eliminación.
10 diciembre, 2019 09:13La sensibilidad dental o hipersensibilidad de la dentina es una dolencia que se produce en los dientes y que está motivada por diversas causas. Suele ser un dolor leve, aunque muy agudo y desagradable, una especie de calambre en los dientes. Esta dolencia se produce o bien en un diente en concreto o en una zona que ha estado en contacto con un estímulo externo.
En otro artículo ya hablamos de cómo blanquear los dientes sin dañar el esmalte, ahora hablaremos de los problemas de sensibilidad en las encías.
Síntomas de la sensibilidad dental
La sensibilidad dental se puede reconocer porque el dolor es intenso, no dura y desaparece cuando ya no se produce contacto con un elemento externo. Si se prolongara en el tiempo, lo más conveniente es acudir a uno de los muchos dentistas que existen, ya que se puede tratar de una enfermedad dental, por lo que podemos necesitar de un odontólogo para valorar cuál es la causa de un dolor transitorio que no desaparece.
La sensibilidad dental se produce cuando la parte interna del diente o dentina queda expuesta y entra en contacto con determinados estímulos térmicos, como las bebidas o alimentos fríos, o bien sustancias como los ácidos o los dulces. También puede producirse por el cepillado de dientes o la presión con los dedos, y por el uso de instrumentos de odontología.
Hipersensibilidad de la dentina: causas y tratamientos
La dentina o parte interior del diente está protegida por la encía, y el esmalte, pero cuando pierde dicha protección, queda expuesta a estímulos externos que producen hipersensibilidad dental, por las terminaciones nerviosas de esta parte del diente, que son las que transmiten el dolor.
Las causas de la sensibilidad dental pueden ser muchas, pero la más comunes son las siguientes:
Caries
Si notamos molestias continuas en el cepillado diario, debemos acudir al dentista para que haga un análisis de nuestra dentadura. Un tratamiento para la sensibilidad dental es precisamente el empaste de las piezas dentales en las que se haya producido una caries.
Dientes rotos o astillados
La sensibilidad dental se produce cuando un diente se rompe o se astilla. En este caso, necesitaremos la implantación de una corona dental, para proteger el diente roto.
Empastes desgastados
Un empaste se puede desgastar por cepillados demasiado fuertes o por utilizar productos muy ácidos, la dentina volverá a verse expuesta, por lo que se producirá nuevamente una sensibilidad dental y deberemos acudir nuevamente al dentista para que vuelva a realizar un empaste nuevo en la pieza afectada.
Encías retraídas
Se produce por un cepillado demasiado agresivo, o también por enfermedades genéticas periodontales, que impiden la salud dental y que son muy frecuentes.
Las dentinas quedan expuestas, y necesitaremos realizar una consulta con el dentista ya que hay un número variado de tratamientos para proteger la zona, dependiendo de cada caso particular. Los tratamientos más habituales suelen ser los periodontales, consistentes en curetajes de zonas afectadas, para eliminar sarro y bacterias que pasan por debajo de las encías. Es algo similar a una limpieza dental, pero se hace de una forma más profunda.
Esmalte desgastado
Usar una pasta que sea demasiado abrasiva como la que contiene bicarbonato o un cepillado fuerte puede provocar que el esmalte de nuestros dientes acabe desgastándose. En este caso, el tratamiento para esta sensibilidad dental consistiría en la implantación de una carilla de porcelana, o una corona si el desgaste del esmalte es muy acusado. De esta manera, se volvería a proteger la dentina.
También es muy frecuente, en muchas personas, que, debido a estados de estrés o nerviosismo, apretemos y rechinemos los dientes, lo que se conoce como bruxismo, hábito que acaba desgastando el esmalte y también provoca sensibilidad dental. En este caso, nuestro dentista nos hará una férula a medida para ponerla en la dentadura por las noches, y evitar rechinar los dientes.
Erosiones dentales
La erosión por ácidos como el vinagre también puede ser causa de una sensibilidad dental. Se puede dar en personas acostumbradas a tener una alimentación con exceso de ácidos, tales como refrescos, golosinas ácidas, zumos de cítricos, etc. En este caso, nuestro dentista deberá valorar hasta qué grado se ha erosionado el diente, por si hubiera que practicar algún tipo de restauración. Pero en ocasiones lo único que podemos hacer es limitar el consumo de alimentos y bebidas excesivamente ácidos.
Tras un empaste dental
En ocasiones, y cuando nos hemos realizado un empaste, también se produce una sensibilidad dental, ya que cuando el empaste se solidifica, al endurecerse y en contacto con el diente, provoca un dolor y una incomodidad que cesará cuando el empaste se haya adaptado a nuestro diente. Este dolor puede durar unas dos semanas, y después desaparece por completo. Posiblemente, y en previsión de que aparezcan dolores esporádicos, nuestro dentista nos recomendará que tomemos algún tipo de analgésico.
Acude a tu dentista
Hay que recordar que la sensibilidad dental es pasajera, pero que tal vez esté causada por enfermedades bucodentales más graves, o bien por malos hábitos como el bruxismo, el cepillado excesivamente fuerte, o el uso de productos agresivos con dientes encías, por lo que si el dolor es persistente, conveniente acudir a nuestro dentista para que nos haga una revisión y valore si necesitamos algún tipo de tratamiento.