Cómo hacer unas croquetas de berenjena súper cremosas y crujientes

Las croquetas son una de las elaboraciones más populares de la cocina española. Se comen de un bocado y encajan tanto en el aperitivo como en la cena acompañándolas de otras tapas. Si conseguimos hacer unas de calidad, podremos disfrutar de su textura y sabor. Pero este plato tiene una particularidad importante que no debemos pasar por alto, y es que se puede hacer de muchos sabores. Tantos como ingredientes se nos ocurran. Así que solo habrá que echarle un poco de imaginación.

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En esta ocasión queremos alejarnos un poco del tradicionalismo. Por lo general suelen prepararse de jamón o de pollo, pero nosotros nos decantamos por unas croquetas de berenjenas súper cremosas.

Las propiedades de la berenjena

La berenjena se encuentra entre las verduras más consumidas en España. Se pueden adquirir prácticamente durante todo el año, tienen un precio bastante asequible y su sabor es bastante peculiar. Con todo esto, hemos pensado que la mejor manera de fomentar el consumo de vegetales es incluyéndolos en distintas recetas, como pueden ser las croquetas.

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Hay que destacar que las berenjenas presentan muchas propiedades nutricionales, que contribuyen a mejorar nuestra salud. Son ricas en fibra, además de tener una gran cantidad de vitamina B y ser una gran fuente de antioxidantes.

Los ingredientes necesarios para hacer las croquetas de berenjenas

Las croquetas de berenjenas resultan muy sencillas de hacer, y si seguimos con atención los pasos necesarios para su elaboración conseguiremos un plato espectacular. Pero antes habrá que reunir todos los ingredientes necesarios para ponerse manos a la obra. Son muy fáciles de conseguir y en cualquier tienda o supermercados los comprarás.

Hay que hacerse con tres berenjenas, media cebolla, 30 gramos de aceite de oliva, 80 gramos de harina, 50 gramos de mantequilla, 400 mililitros de caldo de pollo, 400 mililitros de leche, nuez moscada, sal y pimienta negra.

Pasos a dar para realizar la receta de croquetas de berenjena

En primer lugar hay que preparar las berenjenas. Las partiremos a la mitad y con la ayuda de un tenedor o de un cuchillo las pincharemos. A continuación deben envolverse en papel film y meterlas en el microondas durante 15 minutos. 

Cuando haya pasado este tiempo, las sacaremos con cuidado de no quemarnos, ya que lo más probable es que la fuente o el plato que hayamos utilizado se encuentren excesivamente calientes.

Con una cuchara iremos retirando la carne de las berenjenas, que será el alimento que protagonizará el plato y que se encargará de darle sabor a las croquetas. Lo siguiente será pelar y cortar la cebolla, que pocharemos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando ya haya adquirido un tono amarillento, que suele ser a los diez minutos, le incorporaremos la carne de la berenjena.

El paso más complicado de esta receta, como ocurre con la mayoría de las croquetas, es la preparación de la salsa bechamel. Será preciso tostar la harina con un poco de mantequilla en una olla. Cuando los dos ingredientes se hayan integrado será el momento preciso para ir añadiendo poco a poco la leche, que debemos ir removiendo de manera constante sin parar. Todo con el fuego medio-alto.

Cuando la bechamel haya adquirido la textura deseada, lo siguiente que haremos será incorporar la cebollas y las berenjenas que habíamos pasado por la sartén y que ya estarán blandas. El resultado será una salsa muy cremosa que servirá de relleno para las croquetas.

Lo complicado es hacer la salsa bechamel

A mucha gente se le resisten las croquetas por la dificultad que entraña la elaboración de la bechamel. En cualquier caso, una vez que tengas mezclados y unidos todos los ingredientes, lo que haremos será guardarlos en la nevera. Como mínimo habría que dejarlos cuatro horas, pero es si posible procura que permanezcan en el frigorífico una noche entera para que adquieran más consistencia.

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Con la masa totalmente lista y sacada de la nevera será el instante de darles forma. Nos ayudaremos de un par de cucharas de postre o incluso con las manos para darles un aspecto redondo. Una vez que terminemos habrá que pasarlas por huevo batido, y a continuación por el pan rallado.

Cómo freír las croquetas para que no se rompan

El último paso de esta receta nos llevará a freír las croquetas. Puedes decantarte por una sartén o una freidora, en función de lo que tengas a mano o más te convenza. 

Es preciso poner una cantidad elevada de aceite en la sartén y calentarlo, pero sin que llegue a desprender humo. Esto supone que puede coger temperatura, aunque sin excederse. Llegado el momento las meteremos en el fuego, dejando que se hagan durante un par de minutos. Una vez que empiecen a estar tostadas por fuera será el instante de retirarlas.

Te recomendamos que para eliminar el exceso de grasa que suele generar el cocinado con tanto aceite, coloques papel de cocina en la parte inferior de la fuente para que vaya absorbiéndolo y luego no nos pueda resultar tan pesadas.

Tampoco es aconsejable comer las croquetas nada más sacarlas de la sartén. Dejaremos que reposen durante un par de minutos, para que vayan perdiendo temperatura y de esa manera podamos disfrutar mucho más de su sabor.
Con esta receta tan sencilla, que no te llevará mucho tiempo, podrás comer unas croquetas de berenjena muy ricas y sabrosas. Seguro que sorprendes a tus comensales con este plato.