Nadie puede poner en duda el gran valor que tiene la tortilla de patatas en la gastronomía española. Es una receta sencilla de preparar que además suele gustar a todo el mundo. El único inconveniente es que divide a todo un país sobre la necesidad de echarle o no cebolla. En cualquier caso, en esta ocasión le ha surgido un duro competidor en esta quiche de patatas que te presentamos a continuación. Destaca sobre todo por su sabor y textura, que resultará complicado de superar.
Para algunos es posible que incluso llegue a superar a la tortilla de patata. Pero si eres un apasionado de este plato quizás deberías atreverte a probar esta quiche tan particular que no tiene nada que envidiar a la clásica tortilla española. Para que aprendas hacerla, a continuación te desvelamos los pasos a dar.
Los beneficios de la patata
Hay muy poca gente a la que no le guste la patata. Pero si te encuentras en este grupo quizás te hagamos cambiar de opinión si te ofrecemos una serie de propiedades que tiene este alimento que lo convierten en una opción muy interesante.
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Tiene un sabor increíble y en la cocina resulta de lo más versátil, ya que puede prepararse de muchas maneras. Pero en el fondo habría que quedarse con los beneficios que nos acaba reportando. Es rica en hidratos de carbono, por lo que se convertirá en una gran fuente de energía, sobre todo para los deportistas o aquellos que hagan actividades que exijan un esfuerzo físico. También cuentan con muchos minerales como el magnesio y el potasio, además de vitamina B y C.
Los ingredientes para elaborar esta quiche de patatas
Además de estar muy rica y de ser sencilla de cocinar, esta quiche tampoco exigirá ingredientes muy complicados. La mayoría de ellos los tendrás a tu alcance en casa, pero el resto los encontrarás sin problemas en cualquier supermercado.
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Los ingredientes que se necesitan son los siguientes:
- Un paquete de medio kilo de masa quebrada.
- Dos patatas cocidas y cortadas en rebanadas.
- Una cebolla mediana.
- Un puerro.
- Cuatro huevos.
- 250 gramos de queso manchego.
- 200 ml de queso crema.
- Sal y pimienta.
Los primeros pasos de esta receta
Lo primero que debemos hacer y que posiblemente te resulte lo más complejo será la preparación de la masa. Puede resultarte un poco complicado si no estás acostumbrado a trabajar con ella, pero con nuestros consejos no tendrás ningún tipo de inconveniente.
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Hay que ponerla sobre la fuente en la que vayamos a realizar el plato y la introduciremos en el horno a 160 grados. La dejaremos dentro unos cuantos minutos hasta que empieza a coger color y a compactarse.
Mientras se hace la masa podemos aprovechar el tiempo y poner a cocer las patatas. Una vez que estén listas las pelaremos y cortaremos en rodajas. También habrá que pelar y cortar las cebollas en rodajas. Una vez que estos dos ingredientes ya están listos los colocaremos sobre la masa, sin olvidarnos también del queso manchego.
Preparar la mezcla de queso manchego y queso crema
Como irás comprobando, se trata de una receta muy sencilla, que no te exigirá grandes conocimientos culinarios. Básicamente, lo más complejo puede ser la masa.
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Luego habrá que incorporando sobre ella el resto de productos. En nuestro caso continuaremos añadiéndole ingredientes. Lo siguiente será mezclar los huevos y el queso crema, removiendo bien los dos ingredientes para que queden perfectamente integrados. Una vez que lo consigamos será el momento para echarlos a la quiche de patatas junto con el resto alimentos. Ya queda menos y posiblemente nos entren las ganas por comprobar el resultado final, pero de momento habrá que aguardar unos minutos.
La hora de meterla en el horno
Una vez que hemos colocado todos los ingredientes sobre la mesa llega la hora de introducirla en el interior del horno. Lo pondremos a una temperatura de unos 160 grados durante media hora aproximadamente. Cuando veas que está cuajada, que no presenta un estado más bien líquido será el momento de retirarla.
Hay un truco muy sencillo para saber esto. Al igual que sucede con los bizcochos, siempre puedes utilizar un palillo o un tenedor para comprobarlo. Pincha con cualquiera de estos elementos, y si sale limpio es que está lo suficiente hecha. De no ser así, la dejaremos cinco minutos más.
Una vez que la saquemos del horno llegará el momento de lo mejor del día. Podremos degustar un plato que posiblemente nunca hayas probado antes. La mayoría de la gente suele comerlo a temperatura ambiente, pero a otros les gustará un tanto templado. Eso dependerá de los gustos de cada uno, como sucede con la tortilla.
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Se trata de una receta muy sencilla, que no exigirá un gran esfuerzo ni tampoco la compra de ingredientes extraños o que te obliguen a visitar varias tiendas. No descartes esta elaboración para sorprender a tus visitas. Lo puedes poner en el aperitivo o incluso en el primer plato. Será una experiencia única que posiblemente nunca nadie haya probado.
Es habitual encontrarse quiches de jamón, bonito o verduras, pero no resulta tan sencillo probar una de patatas y queso. El sabor lo convertirá en una receta irresistible, y el que lo pruebe querrá repetir más de una vez. Seguro que convences a tus comensales con esta propuesta tan apetitosa.