La generalización del uso del papel supone un peligro para el medio ambiente, ya que su producción implica la tala de árboles y, por tanto, contribuye a la desforestación. Por eso, reutilizar y/o reciclar papel es una de las actividades más responsables y ecológicas que se pueden realizar.
Ya os mostramos cómo hacer papel reciclado de manera artesanal, ahora te vamos a dar ideas para reutilizar este papel en casa y en la oficina.
Cómo reciclar papel en casa
El reciclado de papel en casa puede pasar por separar el papel y llevarlo al correspondiente contenedor, por la reutilización del papel usado (un papel impreso puede servir después para anotar la lista de la compra, un periódico puede usarse posteriormente para envolver algo con él…) o por el uso creativo de elementos de papel y cartón en nuestra vida cotidiana.
Materiales
- Papel usado (es más simple con papel de periódico, pero se puede usar cualquier tipo de papel)
- Balde grande o palangana
- Agua (basta con tener un grifo cerca)
- Malla de metal con agujeros lo más pequeños posible (la ideal es la malla mosquitera)
- Telas de algodón
- Algo pesado y preferentemente resistente al agua (una bandeja o cacerola de metal grande puede servir)
Pasos a seguir
- Corta el papel que vayas a reciclar en trocitos pequeños con unas tijeras o simplemente con las manos. Cuanto más pequeños sean los trocitos, más uniforme va a quedar el color del papel reciclado y más finas podrán ser las hojas del mismo, ya que la pasta tendrá menos grumos.
- Mete los trocitos en un recipiente con una buena cantidad de agua caliente (la proporción debe ser de 1/3 de papel por 2/3 de agua, más o menos) y dejalo en remojo hasta que se convierta en una pasta grumosa.
- Cuando se enfríe, acabar de mezclarlo con la ayuda de una batidora muy potente o una licuadora. La pasta va a ser espesa, así que deben ser máquinas de buena calidad o se estropearán.
- Escurrir la pasta resultante y aclararla con agua fría. Luego eliminar todo el exceso de agua.
- Usar una malla de acero para extender la pasta sobre ella. Cuanto más apretada sea la malla menos textura tendrá el papel. La pasta podéis extenderla con una cuchara o una espátula y debéis fijaros en que quede distribuida de manera uniforme y sin dejar huecos. Un rodillo (o en su defecto una botella) puede ayudar. En este momento debéis darle la forma y el tamaño que queráis que tenga el folio de papel reciclado. Asimismo, la pasta de papel puede usarse para muchas otras cosas (se pueden crear objetos tridimensionales con ella), así que en este momento podéis optar por llevar el proceso por otros derroteros.
- Extraed el agua con una esponja presionando por ambos partes. Primero hay que pasarla por encima de la pasta y luego dar la vuelta a la malla de manera que la pasta quede sobre una tela colocada sobre una superficie plana para pasar la esponja por el otro lado.
- Retirad la malla y tapad con otra tela, sobre la que hay que poner algo de peso.
- Dejar reposar hasta que el papel esté completamente seco. También podéis optar por sacar el papel de entre las telas tras un par de horas con peso encima y tenderlo a secar colgando de una cuerda, como se hace con las fotografías y la ropa. En caso que queráis darle alguna forma tridimensional al papel, lo ideal es dársela antes de que seque y dejarlo secar al sol con la forma que queráis que tenga, ya que así el papel quedará rígido.
El papel reciclado en casa suele tener una textura gruesa y rugosa, así que no es muy adecuado para usarlo como material de escritorio, no obstante, es muy estético y se puede utilizar como elemento decorativo para hacer paspartouts para cuadros o fotos, en álbumes de fotos, para objetos pequeños, como posavasos o mantelitos desechables…
También se puede pintar (con pinturas adecuadas para papel) o teñir antes de su uso con tintes específicos o con colorantes naturales como las hojas de té (añadidas al agua en el que vas a remojar el papel) o las pieles de cebolla infusionadas, entre otros. Y si lo que queréis es que el papel reciclado sea más blanco, podéis hacer lo mismo, añadiendo al agua con soluciones cloradas naturales creadas a partir de la cal o de las cenizas de la madera quemada.
Reciclar papel en la oficina
La oficina es uno de los entornos en los que más papel se utiliza y uno de los que tienden menos al reciclado, en gran parte porque a veces los datos que se manejan en las empresas son sensibles y se prefiere destruir (con máquinas específicas) la documentación in situ y luego contratar una empresa de destrucción de documentos que queme el batiburrillo de tiras de papel restante.
No obstante, sería posible hacer desaparecer por completo ese papel igualmente mediante el reciclado si se contratase una empresa que firmase acuerdos de confidencialidad y convirtiera esas toneladas de papel de oficina en papel reciclado en lugar de quemarlas. Asimismo, es perfectamente posible reducir el volumen de papel que se usa en las oficinas tendiendo cada día más a la digitalización de la documentación y a la informatización de los trámites, de manera que imprimir pase de ser "lo habitual" a ser excepcional. No solo supondría una ayuda sustancial para el planeta, sino que además revertiría en un ahorro sustancial de dinero para la empresa.