Según la (OMS) Organización Mundial de la Salud, alrededor de dos millones y medio de personas sufren depresión en España, lo que representa más de un 5,2% de la población.
A continuación, te damos unos cuantos indicadores sobre cómo saber si tienes depresión.
Qué es la depresión
La depresión se puede definir por sus síntomas, los cuales son parecidos a los de la tristeza, pero a diferencia de éstos, no hay un motivo claro que la provoque y, lo que es peor, no son síntomas pasajeros, sino que necesitan una supervisión y un tratamiento médico adecuado.
- Tristeza: todo nos parece malo, triste, sin sentido, no vemos el lado bueno de las cosas. Carecemos de alegría o ilusión por lo que hacemos.
- Pensamientos negativos de culpabilidad, decepción, en un buque de tristeza en el que no se para de dar vueltas a todo lo que pueda resultar negativo.
- Ansiedad: cualquier situación te produce angustia o miedo, incluso con efectos físicos como el dolor de estómago, de cabeza, etc.
- Baja autoestima en lo laboral, en lo físico y en lo personal: si nuestro problema es éste, os compartimos algunas pautas para subir el autoestima con algunos ejercicios de autoayuda.
- Abandono del cuidado personal, tanto en la higiene como en la forma de vestirnos, de arreglarnos, de cuidar nuestro cuerpo en general.
- La concentración resulta muy difícil, por lo que cada vez se cometen más errores.
- Tienes una dispersión mental que hace que saltes de un asunto a otro sin poder resolver cuestiones que lo necesitan.
- Ansiedad por comer o pérdida de apetito.
- Cansancio sin justificar, falta generalizada de energía.
- Insomnio permanente y horarios muy desorganizados a la hora de dormir y conciliar el sueño.
- Irritabilidad: todo te molesta y te enfada, saltas a la primera de cambio y no estás a gusto con nada.
Causas de la depresión
Hay una serie de factores, llamados factores de riesgo, que son genéticos, psicológicos y bioquímicos, y en la combinación de los mismos podemos encontrar las causas de la depresión.
La depresión suele ser, por genética, dos veces más frecuente en mujeres que en hombres, aunque hay doctores que opinan que los factores de estrés también tienen mucho que ver en la depresión, y que la mujer asume, en el día a día, más roles que el hombre, luego puede ser más propensa a sufrirla. También la edad (franja de los 35 a los 45 años) suele ser un factor que influye.
Los cambios hormonales también pueden ser causantes de una depresión: la menopausia o el posparto son cambios muy profundos que pueden conducir a una depresión. Y la genética es fundamental, si hemos tenido o tenemos antecedentes familiares de depresión.
Indicadores de depresión: el test de depresión
Aunque lo más recomendable es acudir al médico a que valore los síntomas de depresión, o cómo te sientes, hay diversos test de depresión que puedes encontrar fácilmente en Internet, que valoran, de 0 a 33%, de 34% a 66% y de 66% a 100% si estamos deprimidos. La primera franja sería negativa, es decir, hay una ausencia total de depresión; la segunda franja indica que estamos bajos de ánimo y podemos tener tendencia a la depresión; y la tercera es que definitivamente tenemos depresión.
El test consta de 18 preguntas que tratan de averiguar cuál es nuestro estado de ánimo y si éste ha cambiado en los últimos tiempos. Hace preguntas en torno a nuestro nivel de autoestima, a cómo ha sido, en general, nuestro pasado y el grado de satisfacción que hemos tenido con las cosas que hemos hecho, como son nuestras relaciones personales, el estado de ánimo, el grado de satisfacción en el trabajo, grado de emotividad (llantos a menudo y sin motivo aparente) y otras cuestiones que hacen referencia a cómo afrontamos el día a día, y cómo es nuestra visión general de la vida.
¿Qué es la distimia?
La distimia, también llamada trastorno distímico, es un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que a menudo se parece a una forma de depresión menos severa, pero más crónica que ésta. La distimia afecta más a mujeres que a hombres, y es frecuente en las mujeres menores de 64 años, también afecta en torno a un 6% de la población, puesto que no deja de ser una forma de depresión.
Tiene unos síntomas comunes, bastante parecidos a la depresión, aunque más crónicos y profundos, aunque cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Por ejemplo, hay sensaciones de tristeza permanente, ansiedad o vacío existencial, desánimo generalizado y cansancio o falta permanente de energía. Para un diagnóstico de distimia, un adulto debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años, que se rebaja en un año en niños y adolescentes, junto con al menos, dos de los síntomas de la depresión indicados arriba.
Diagnóstico y tratamiento de la distimia
Como se ha comprobado que a menudo la depresión coexiste con otras enfermedades médicas, como cardiopatía, cáncer o diabetes, y también con otros trastornos psiquiátricos como abuso de drogas, o bien la ansiedad, el diagnóstico y tratamiento en las etapas iniciales son cruciales para la recuperación.
El tratamiento, como en la depresión, incluirá la toma de medicamentos antidepresivos, en combinación con la psicoterapia orientada a modificar la visión distorsionada que produce la depresión y la distimia, y también hay que tener en cuenta que, dado que estos cuadros pueden durar hasta unos cinco años, posiblemente el tratamiento sea bastante prolongado en el tiempo.