La diabetes es una de las enfermedades que tiene mayor incidencia en España, y aunque es grave, gracias a un diagnóstico temprano se puede evitar que tenga notables efectos sobre la salud. Hay muchos pacientes que tardan mucho tiempo en ser diagnosticados, ya que algunos de los síntomas de las diabetes son muy sutiles.
Una persona que tiene diabetes de tipo 1 o 2 tiene elevados niveles de glucosa en sangre, si bien la producción de la insulina de su organismo es inexistente o reducida, lo que impide que el azúcar llegue a las células encargadas de generar la energía. El hecho de detectar esta enfermedad lo antes posible permitirá al paciente disfrutar de un tratamiento menos agresivo, además de evitar complicaciones a posteriori.
Tipos de diabetes
Existen principalmente tres tipos de diabetes, que son las siguientes:
- Diabetes de tipo 1: Es la diabetes causada por una reacción autoinmunitaria que impide que el cuerpo produzca insulina.
- Diabetes de tipo 2: En este caso, el cuerpo no utiliza la insulina de manera adecuada y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales.
- Diabetes gestacional: Aparece en mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes y que desaparece después del nacimiento del bebé, aunque existe un mayor riesgo de que se padezca diabetes de tipo 2 más adelante en la vida.
Cómo diagnosticar la diabetes sin ir al hospital
Son muchas las personas que se preguntan cómo diagnosticar la diabetes sin tener que ir al hospital, para lo cual es imprescindible atender a los diferentes síntomas de la diabetes:
Aumento de la sed y de las micciones
Uno de los síntomas de la diabetes que nos pueden llevar a pensar en que padecemos esta enfermedad tiene que ver con el aumento de la sed y de la micción. Con esta enfermedad se acumula la glucosa en la sangre, lo que provoca que los riñones tengan que trabajar con mayor frecuencia para filtrar y absorber el exceso del monosacárido.
De esta manera, el organismo expulsa a través de la orina el exceso de azúcar en combinación con otros líquidos, lo que provoca la deshidratación. Esto hace que aumente la sensación de sed, que al mismo tiempo provoca que se deba orinar con mayor frecuencia. Este solo es uno de los signos que nos puede llevar a pensar en que padecemos diabetes.
Fatiga constante
Si buscas cómo diagnosticar la diabetes sin ir a un profesional, otro de los signos que te pueden invitar a pensar que sufres esta enfermedad es la fatiga constante, uno de los síntomas de la diabetes más comunes.
Los altos niveles de glucosa en sangre provocan que se debilite el uso del azúcar para la producción de la energía que se necesita para que el funcionamiento del organismo sea el adecuado. Esto se debe a que se da una insuficiente a la hora de producir la insulina, que es la encargada de que la glucosa pueda llegar a las células para ser transformada en energía. Asimismo, la propia deshidratación y la hipertensión arterial, pueden llevar a que exista una mayor sensación de fatiga.
Hormigueo y entumecimiento
Entre los síntomas de la diabetes también hay que mencionar el hormigueo y entumecimiento en pies y manos. Esto viene dado por el exceso de la glucosa en la sangre, que afecta de manera directa al funcionamiento del sistema nervioso.
De igual manera pueden aparecer dolores en piernas, brazos, pies y en las propias manos de la persona diabética. Estos son todos signos de que se padece diabetes de tipo 1 o 2.
Visión borrosa
A la hora de saber cómo diagnosticar la diabetes hay que tener en cuenta que las personas que la padecen pueden ver afectado el sentido de la vista. Uno de los síntomas provocados por elevados niveles de glucosa en sangre tiene que ver con la visión borrosa.
Los monosacáridos se encargan de extraer líquidos de los tejidos del organismo, entre los cuáles se encuentran los cristalinos de los ojos; y esto hace que haya una menor humedad y se vea afectada la función de enfoque de los ojos.
Inflamación y enrojecimiento de las encías
Entre los signos que pueden hacernos pensara en que se padece de diabetes se encuentran problemas relacionados con la sensibilidad bucal, que se incrementa ante la disminución de la capacidad del organismo para hacer frente a los gérmenes y las bacterias. Esto hace que crezca el riesgo de infecciones en las encías y los huesos bucales.
Es habitual que las personas diabéticas sufran de problemas de inflamación y enrojecimiento de las encías; y en los casos más severos incluso se puede llegar a padecer de problemas de sujeción de los dientes o incluso un desprendimiento de las encías.
Hambre excesivo y pérdida de peso
Un paciente que comienza a mostrar síntomas de la diabetes puede experimentar pérdida de peso al deshacerse de parte de la glucosa al miccionar. Esto tiene que ver con la pérdida de calorías al realizar este proceso.
Además, esta enfermedad puede provocar un hambre excesivo y continuado que viene dado por la falta de glucosa en las células. Es habitual que se de en las personas que padecen de diabetes de tipo 1.
Infecciones frecuentes
Otro de los síntomas de la diabetes habituales es la existencia de infecciones frecuentes. Los elevados niveles de glucosa en sangre pueden provocar que se debilite el flujo sanguíneo, lo que afecta a la circulación; y por lo tanto al proceso natural de curación del organismo. El cuerpo tiene menor capacidad para hacer frente a los agentes patógenos que llegan a él.