El sándwich de pollo asado es un fijo en cualquier bocatería. Se trata de una de las opciones con más aceptación por parte de los clientes, que valoran sobre todo la gran versatilidad que ofrece. Es posible que en alguna ocasión hayas intentado hacerlo en tu casa pero no te ha salido igual de rico. Esto puede deberse a que los ingredientes empleados no fueran los mejores para este bocadillo.
Hay una creencia de pensar que el sándwich es un bocata para salir del paso y comer de una manera rápida y apresurada. Pero esto no es del todo cierto. Puede llegar a convertirse en una solución muy interesante por los nutrientes, pero también por lo saludable que es. Tienes la posibilidad de comerlo en cualquier instante, sin necesidad de utilizar platos ni cubiertos. Por lo general recurrimos a él para calmar el apetito a media tarde o a media mañana, pero también se presenta como una opción interesante para comer o cenar cuando no tenemos muy claro que vamos a preparar. Eso sí, siempre te aconsejamos que uses ingredientes de calidad y saludables.
Un bocadillo de estas características nos ofrece múltiples variantes, ya que puede prepararse con infinidad de rellenos y empleando diferentes panes. Por ejemplo, un sándwich saludable y completo puede estar compuestos por pechuga de pollo, verduras y con panes integrales. Si te preocupa mantener la línea o no engordar es preferible que no utilices salsas, que serán las que le añadan calorías a la elaboración.
El sándwich de pollo asado, válido para la merienda o cena
El sándwich de pollo asado te puede sacar de un apuro en cualquier momento del día, ya que no te llevará mucho tiempo hacerlo y resultará de lo más nutritivo. No obstante, nosotros te lo proponemos tanto para la hora de la merienda como para la cena.
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Siempre existe la posibilidad de adaptar la receta a los productos que tengas por casa, además de usar aquellos que sean de tu agrado. Nos permitirá huir de la cena tradicional recurriendo a los ingredientes de siempre, con la particularidad de que lo comeremos con las manos y no habrá que invertir demasiado tiempo.
Por lo general acabamos comiendo un sándwich cuando no hay muchas ganas de cocinar o cuando queremos comer algo viendo una película o un partido de fútbol. Nos permitirá disfrutarlo en condiciones sin necesidad de que nos despeguemos de la pantalla de televisión. Para algunos supone también una gran receta de aprovechamiento, para darle salida a esos trozos de pollo que tenemos en el frigorífico y que no sabemos qué hacer con ello.
Qué partes del pollo se pueden aprovechar para el sándwich
Cuando preparamos el pollo en casa, por lo general la tendencia es a comernos las alas, los muslos y los contramuslos. Son las partes más jugosas y las que más disfrutamos. Pero las pechugas que puedan sobrarnos resultan ideales para hacer este sándwich. Tan solo habrá que cortarlas en lonchas y guardarlas en un tupper.
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Pueden comerse así como están, pero si decides empanarlas, entonces habrá que utilizar ingredientes de calidad para conseguir el mejor resultado posible. Y lo mismo sucederá con el resto de productos que utilices para el bocadillo. Los tomates y lechugas a emplear deben ser buenos, de lo contrario la receta no saldrá tan buena como deseamos.
En esta ocasión, nuestra propuesta para añadirle un toque de sabor pasa por incorporarle una salsa compuesta por mayonesa y un poco de mostaza. Pero como decíamos con anterioridad, se puede evitar si tratamos de llevar una dieta lo más saludable posible.
Ingredientes para hacer esta receta
Los restos del pollo que te hayan sobrado recientemente puedes aprovecharlos perfectamente con este bocata. Los ingredientes necesarios para realizar este sándwich son los siguientes:
- 25 gramos de pollo cocido o asado.
- 3 rebanadas de pan de molde.
- 15 gramos de mantequilla en punto pomada.
- 1 hoja de lechuga romana.
- 1 loncha de jamón cocido.
- 1 cucharada de mayonesa.
- 3 rodajas de tomate.
- 1 huevo.
- Aceite para hacer el huevo a la plancha y sal fina.
¿Cómo preparar el sándwich de pollo asado?
Lo primero que haremos para preparar el sándwich es untar una rebanada con mantequilla, que la colocaremos en un plato con la mantequilla boca abajo. En la otra cara le echaremos mayonesa y la extendemos. A continuación, sobre ella irá la lechuga muy picada, que cubrirá toda la rebanada. Lo siguiente será colocar el pollo asado en tiras o deshebrado si te gusta más.
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Luego pondremos otra rebanada de pan, que irá sin salsa o mantequilla. Sobre ella irá una loncha de jamón cocido. Lo siguiente será preparar un huevo en la sartén, que puede ser frito o a la plancha, en función de los gustos de cada uno. Echaremos una pizca de sal sobre él. Una vez que el huevo ya esté hecho lo situaremos sobre el jamón cocido y lo último serán las tres lonchas de tomate.
Acabaremos el sándwich colocando la última rebanada de pan y en la parte superior la untaremos con mantequilla. Sobre una plancha o en la sartén en la que se hizo el huevo colocaremos el sándwich a fuego medio-fuerte. Dejaremos que se dore el pan con la mantequilla, y cuando ya esté listo le daremos la vuelta con la ayuda de una espátula. Tiene que quedarnos crujiente.