Secar flores es una forma de mantener en cierta forma vivas aquellas flores que alguien nos regaló en su momento y que nos pareció algo muy especial. Puede que queramos mantenerlas el máximo tiempo posible por cuestiones nostálgicas o simplemente por su belleza. Lo que está claro es que secar flores es algo que podemos hacer de una manera muy fácil y que nos permitirá seguir disfrutando de ellas.
Gracias al secado de flores podremos seguir manteniendo su encanto, aunque ya no en la forma en las que las conocimos. No obstante, seguirán con nosotros durante mucho tiempo si el proceso de secado se hace correctamente y pueden convertirse en un elemento decorativo fundamental en nuestro hogar.
La forma más fácil de secar las flores
Aunque después conoceremos diferentes métodos de secado de flores, uno de los más fáciles es, simplemente, no hacer nada. Hay que dejar las flores en el jarrón y despreocuparnos de él. Lo único que hay que hacer es dejar unos cuantos centímetros de agua donde se encuentren las flores y olvidarnos por completo.
Cuando las flores hayan absorbido el agua o ésta se haya evaporado, hay que procurar que las flores estén en posición vertical y completamente secas. Para aplicar este método, una de las mejores flores para secar son las hortensias.
Secado de flores con gel de sílice
Seguro que cuando has comprado calzado, en más de una ocasión habrás encontrado en la caja una bolsita con gel de sílice. Sirve para absorber la humedad y que no afecte al calzado mientras esté en su caja.
Ese es un material que también sirve para el secado de las flores y que podemos adquirir en una tienda de artesanía o manualidades. Funciona muy bien con flores resistentes como las rosas.
Para llevar a cabo esta técnica debemos enterrar las flores que queramos secar, usando un montón de gel de sílice en un recipiente grande. Aproximadamente, una semana después, las flores tendrán un estupendo aspecto y estarán completamente secas.
Prensado para secar flores
Quizá este método es uno de los más utilizados hoy en día. El prensado es muy sencillo y solamente hay que poner la flor entre dos papeles de cera y ponerlas dentro de un libro pesado.
Este proceso requiere de mucho peso y por ello, cuanto más peso pongamos encima del libro más presión habrá sobre la flor, haciendo más rápido el proceso.
Lo más aconsejable es dejar las flores prensándose durante unas dos semanas. Cuando la humedad ya no exista, las flores tendrán una textura parecida a la del papel. Ya estarán listas.
Uso del microondas para secar las flores
Aunque parezca raro, secar flores en el microondas es posible. Pueden secarse en apenas unos minutos con este electrodoméstico. Lo que hay que hacer es elegir las flores para secar, ponerlas en una fuente y cubrirlas con unas 4 tazas de arena para gatos limpia.
Tan solo hay que poner el recipiente en el microondas, programarlo entre 2 y 3 minutos a temperatura máxima y sacarlo. Habrá que esperar hasta que la arena se enfríe para poder retirarla y encontraremos las flores secas.
Secado de flores al aire
Colocar un ramo boca abajo y dejarlo secar en una zona bien ventilada es otra de las opciones existentes para el secado de flores. Lo que hay que hacer es agrupar las flores que queramos en un ramo, atarlas con una cuerda o goma y colocarlas boca abajo en una zona donde haya corrientes de aire y donde reciban luz solar directa.
A medida que van pasando los días, se notará que los pétalos van deshidratándose, cambiando de color y reduciendo un poco su tamaño. En el momento en el que estén secas, ya solo queda descolgar el ramo y hacer un centro de mesa con él.
Baldosas y papel absorbente
Otra técnica para el secado de flores es la del uso de baldosas y papel absorbente. Para ello, necesitaremos:
- 2 Baldosas de cerámica
- Las flores que queramos secar
- Papel absorbente de cocina
- Cuerda de bramante
- Tijeras
Colocaremos un pliego de papel absorbente sobre una de las baldosas. Sobre el papel iremos colocando las flores, procurando que queden como queramos. Este paso es importante porque tal como las coloquemos, se quedarán así posteriormente. Es importante que ningún pétalo, hoja o tallo de las flores se toquen entre sí. Es como una composición artística.
Encima pondremos otro papel absorbente y la otra baldosa de cerámica. Usamos la cuerda de bramante para atar las baldosas en forma de cruz para que queden bien fijadas. A continuación, lo pondremos todo en el microondas, a máxima potencia durante un minuto aproximadamente.
Cuando se acabe el tiempo hay que tener cuidado para no quemarnos porque las baldosas estarán muy calientes. Esperaremos un poco a que enfríen y retiraremos la cuerda con las tijeras. Levantaremos la baldosa superior y el papel absorbente superior con mucho cuidado para que ninguna flor se mueva.
La baldosa posiblemente estará mojada debido a la humedad de las flores. Debemos secarla y pondremos sobre las flores otro papel absorbente nuevo. Pasaremos las flores con mucho cuidado hasta otro papel, procurando que nada se doble o se rompa. Secaremos la otra baldosa y volveremos a prensarlo todo, atando las baldosas y de nuevo al microondas durante el mismo tiempo.
Repetiremos el proceso una vez más hasta que veamos que las flores ya no tienen humedad y están completamente rígidas. Debemos tener mucho cuidado porque las flores ya secas son muy delicadas y posiblemente si hacemos un movimiento brusco o apretamos demasiado las podemos romper.
Recuerda que cuanto más grande y gruesa sea la flor, más le costará secarse. Si tras dos veces las flores siguen algo flexibles, debes hacer otro proceso más para que queden completamente secas, siempre cambiando el papel y secando las baldosas.