En la semana 14 de embarazo, el feto está prácticamente formado. Sus brazos
y sus piernas siguen creciendo, y sus articulaciones funcionan perfectamente. Ya puede gesticular, y llevarse uno de sus deditos a la boca. Los cambios en la madre también son evidentes, y seguiremos con las mismas molestias de las semanas previas: pesadez, estrías, dolor de espalda y estreñimiento, aunque en líneas generales, esta semana es, como todo el mes, una de las mejores del embarazo.
En otro post, ya dejamos atrás la semana 13 de embarazo, ahora hablaremos de la semana 14 en nuestro seguimiento del embarazo semana a semana.
Cómo es la semana 14 de embarazo
En esta semana, se inicia el segundo trimestre del embarazo y los consiguientes cambios:
- El embrión está muy formado y muy activo dentro del líquido amniótico.
- Da patadas contra las paredes del útero, y algunas madres dicen que las perciben, pero todavía no se sienten sus movimientos de forma generalizada.
- El bebé tiene una apariencia completamente humana, con los rasgos faciales perfectamente definidos, ojos y orejas se pueden apreciar perfectamente en su carita, y aparecerán las cejas y los primeros cabellos.
- El cerebro se sigue desarrollando, y se observará en la ecografía que su cabeza es más grande que la totalidad de su cuerpo. Esto también ocurre cuando han nacido: su cabeza sigue siendo más grande que su cuerpecito.
Semana 14 de embarazo, ¿cuántos meses son?
En la semana 14 de embarazo estamos del segundo trimestre y estamos atravesando por la mitad del cuarto mes de embarazo. En esta semana, el bebé ya produce unos pocos leucocitos, aunque sigue dependiendo de nosotros para combatir con éxito cualquier infección.
El feto va creciendo cada vez más, pero lo que realmente está creciendo dentro de nosotras es la placenta y la cantidad de líquido amniótico en el que se mueve el bebé, por esta razón notaremos que tenemos más tripa, y tal vez bastantes más molestias en la espalda.
Si todavía no tenemos barriga de embarazadas, es muy probable que no tardemos en tenerla. Estamos ya en el segundo trimestre de embarazo, la etapa más tranquila de todas, y aunque no se noten grandes cambios, sí empezará a salir tripa, que cada vez irá aumentando más de tamaño, hasta que finalice el embarazo.
Persistirán molestias de semanas previas, como el estreñimiento, los dolores de espalda o las manchas en la cara por la aparición de nuevas hormonas propias del embarazo.
Pero todo esto es absolutamente normal y se puede mitigar o combatir con unos cuidados especiales para procurar nuestro bienestar y el del bebé.
Trucos y consejos para las gestantes
Es muy importante que, si notamos que sudamos más, tomemos precauciones. Este posible aumento del sudor se debe a que se incrementan las glándulas sudoríparas, provocado por los constantes cambios hormonales que se dan en las madres. Hay que aumentar las medidas de higiene personal, puesto que la sudoración puede general riesgos de contraer infecciones y enfermedades en la piel. Lo más recomendable es utilizar geles y cremas de PH neutro, con más frecuencia de lo habitual.
Es muy recomendable también evitar baños y duchas largas y con el agua demasiado caliente, porque provocan una dilatación excesiva de los vasos sanguíneos y aumentaría la tensión del corazón. Es posible que, a pesar de ser una de las mejores semanas del embarazo, tengamos cambios de humor involuntarios, por lo que debemos estar preparadas y también las personas que nos rodean, y ser muy conscientes de que se trata única y exclusivamente de una cierta revolución hormonal provocada por el embarazo.
Debido al aumento del volumen y del riego sanguíneo, es posible que aparezcan venas varicosas, por el aumento de la hormona de la relaxina. Podemos prevenirlas con pomadas especiales de farmacias. Además, es muy importante pasear y evitar estar sentadas o de pie en la misma posición durante un tiempo demasiado prolongado. Como durante todo el embarazo, habrá que hacer ejercicio suave, y cuando nos tumbemos, colocar una almohada y poner los pies encima para dormir con las piernas elevadas y evitar la aparición de varices.
Como siempre, el estreñimiento será nuestro caballo de batalla y deberemos seguir con una alimentación sana, rica en alimentos que tengan mucha fibra, y que nos ayuden a corregir el tránsito intestinal. En esta etapa, también es muy importante ingerir muchas proteínas, al menos unos 60 gramos diarios, ya que al ser la placenta el elemento que suministra al feto todos los nutrientes necesarios, las proteínas son esenciales para el desarrollo del bebé. Debemos consumir alimentos ricos en proteínas, tales como las carnes (rojas o magras) las aves, la leche y derivados como queso, natillas o yogures, huevos, pescados de todo tipo, judías y frutos secos.
Si han aparecido manchas en la cara es necesario utilizar cremas hidratantes y nutritivas con factor de protección solar. Como siempre, y durante todo el embarazo, será necesario hidratarse bien la piel con alguna crema hidratante suave, y sobre todo seguir bebiendo mucha agua y consumiendo líquidos y frutas ricas en líquidos como las peras o el melón, que nos ayudarán a hidratar nuestro organismo.
Nuestra maternidad ya se va notando, el bebé o bebés que esperamos ya se mueven dentro y los médicos nos hacen revisiones periódicas, ¡todo va viento en popa!