La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en numerosos alimentos. Actúa como antioxidante en nuestro organismo ayudando a proteger las células contra los daños provocados por los radicales libres, por eso es tan importante ingerir alimentos con vitamina C.
Además, el cuerpo necesita esta vitamina para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. La vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal, contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario y protege al organismo contra las enfermedades. ¿Quieres saber más? En este artículo, te mostramos para qué sirve la vitamina C.
Alimentos ricos en vitamina C
La frutas y verduras son grandes fuentes de vitamina C, por ello recomendamos la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, como, por ejemplo:
- Frutas cítricas, como naranjas, pomelos, limones o mandarinas, así como pimientos rojos y verdes o el kiwi, son alimentos con vitamina C.
- El brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates también son alimentos ricos en vitamina C.
- Algunos alimentos y bebidas fortificadas con vitamina C, así como suplementos.
Ten en cuenta que el contenido de vitamina C de un alimento podría disminuir al cocinarse o almacenarse durante mucho tiempo. Al cocinar los alimentos al vapor o en el horno la pérdida de vitamina C será menor, aunque muchas de las mejores fuentes de vitamina C se comen crudas.
Cantidades recomendadas de vitamina C
La mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina C de los alimentos y bebidas que consumen. Sin embargo, ciertos grupos de individuos son más propensos que otros a tener dificultades para obtener las cantidades recomendadas. Algunos de ellos son los siguientes:
- Los fumadores activos y pasivos, pues el humo del tabaco aumenta la cantidad de vitamina C que el cuerpo necesita para reparar el daño causado por los radicales libres.
- Los bebés alimentados con leche de vaca, evaporada o hervida, ya que la leche de vaca contiene una cantidad ínfima de vitamina C. Por ello no se recomienda la leche de vaca en bebés menores de un año.
- Las personas que no consumen suficientes alimentos ricos en vitamina C.
- Aquellos con trastornos de salud, como hipoabsorción grave, ciertos tipos de cáncer o alguna enfermedad renal.
La deficiencia de vitamina C durante varias semanas puede hacer que contraigas escorbuto. El escorbuto es una enfermedad que genera cansancio, inflamación de las encías, pequeñas manchas en la piel de color rojo o violeta, dolor en las articulaciones, mala cicatrización de las heridas y vello ensortijado.
Otros síntomas de esta enfermedad son la depresión, inflamación y sangrado de las encías y aflojamiento o pérdida de las piezas dentales. Las personas que padecen escorbuto también pueden sufrir anemia y, sin tratamiento, puede llegar a ser mortal.
Efectos de la vitamina C en la salud
Al consumir gran cantidad de vitamina C presente en frutas y verduras, es posible tener menos riesgo de padecer varios tipos de cáncer, como de pulmón, de pecho y de colon. Sin embargo, tomar suplementos dietéticos de vitamina C, con o sin otros antioxidantes, no ayuda a prevenir esta enfermedad.
En cambio, no se sabe con certeza si el consumo elevado de vitamina C podría ser beneficioso para el tratamiento del cáncer. No obstante, las dosis orales de vitamina C no pueden incrementar los niveles de vitamina C en la sangre como lo harían las dosis administradas a través de inyecciones intravenosas. Algunos estudios indican que los niveles muy elevados de vitamina C en la sangre podrían reducir los tumores. Sin embargo, los suplementos dietéticos de vitamina C y otros antioxidantes podrían interactuar con los tratamientos contra el cáncer.
Una ingesta adecuada de alimentos ricos en vitamina C reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Esto es debido a que reducen el daño oxidativo, pero los científicos aún no pueden afirmar con certeza si la propia vitamina C ayuda a proteger nuestro organismo. Además, otros estudios de investigación indican que la vitamina C, combinada con otros nutrientes, podría retrasar la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad, así como la aparición de cataratas. Sin embargo, es aconsejable que las personas que tienen o comienzan a tener esta enfermedad hablen con su médico sobre la posibilidad de tomar suplementos de vitamina C.
La vitamina C es, además, un potente antioxidante. De hecho, el sérum con vitamina C posee un gran poder antienvejecimiento. Combate las arrugas, las líneas de expresión y las manchas, estimulando además la síntesis de colágeno.
Por último, quienes toman alimentos con vitamina C de forma regular, podrían sufrir resfriados de menor duración o síntomas más leves al resfriarse que aquellos que no lo hacen. En cambio, el consumo de suplementos de vitamina C tampoco parece ser de gran ayuda una vez que comienzan los síntomas del resfriado.
¿Puede ser perjudicial la vitamina C?
El consumo de vitamina C en concentraciones demasiado elevadas puede ser contraproducente, causando diarrea, náuseas y cólicos estomacales. Por ejemplo, en las personas que padecen hemocromatosis, la vitamina C en dosis elevadas podría empeorar el exceso de hierro y dañar los ciertos tejidos.
Además, los suplementos dietéticos de vitamina C pueden interferir en los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia. Si usted recibe tratamiento contra el cáncer, hable con su médico antes de tomar suplementos de vitamina C u otros antioxidantes.
En conclusión, tomar alimentos con vitamina C es muy beneficioso para nuestro organismo, así como utilizar un sérum con vitamina C para lucir una piel bonita y luminosa. Pero antes de tomar suplementos de vitamina C será mejor consultar con un especialista, sobre todo si tomas medicación para las enfermedades mencionadas.