Cómo tratar la osteoporosis: síntomas, causas y tratamiento

La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que hace que los huesos se debiliten, aumentando el riesgo de fracturas. Afortunadamente, hay pasos que se pueden tomar para prevenir la osteoporosis antes de que ocurra. Si ya padeces de esta enfermedad también existen tratamientos que pueden reducir la velocidad a la que se pierde masa ósea. A continuación, te mostramos la enfermedad en sí y qué tratamiento te ayudará a controlarla mejor.

Qué es la osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad esquelética, sistémica y progresiva que se caracteriza por una disminución de la masa ósea. Esto supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas. Esta patología es asintomática pudiendo pasar desapercibida hasta que finalmente se manifiesta con una fractura.

Esta enfermedad es más frecuente en adultos mayores y la padecen más las mujeres que los hombres por diferentes causas:

Desde el punto de vista fisiológico, las mujeres tienen menos masa ósea que los hombres, además tienden a vivir más y a absorber menos calcio.
La pérdida ósea ocurre en ambos sexos pero en el caso de las mujeres se acelera después de la menopausia, ya que disminuyen los niveles de estrógeno.
También se puede generar una pérdida ósea más rápida si ambos ovarios se extirpan quirúrgicamente, ya que los ovarios producen estrógeno.

Síntomas de la osteoporosis

Al ser una enfermedad silenciosa, la primera vez que se detecta suele ser cuando aparece una fisura o fractura, también puede aparecer dolor en la zona lumbar o una deformidad más grave como la espalda encorvada. Con el tiempo puede haber pérdida de estatura debido a la osteoporosis lo que puede provocar el aplastamiento de las vértebras (los huesos de la columna vertebral). Estos problemas tienden a ocurrir después de que ya se haya perdido mucho calcio óseo.

Causas de la osteoporosis

La osteoporosis puede surgir por dos motivos: por la pérdida de hueso o porque el cuerpo no es capaz de producir suficiente hueso. En algunas personas se pueden dar ambos casos. En la juventud, los huesos son densos y fuertes pero a medida que envejecemos se va perdiendo algo de masa ósea. Para la mayoría de las personas, esto comienza a partir de los 20 años de edad.

Existen factores controlables e incontrolables que pueden aumentar el riesgo de parecer osteoporosis.

Factores de riesgo incontrolables

Sexo: es una enfermedad que afecta más a mujeres que a hombres.
Edad: es el factor que más hace aumentar el riesgo.
Raza: los caucásicos y los asiáticos tienen más probabilidades de padecerla.
Genética: los antecedentes familiares contribuyen al riesgo de osteoporosis.
Menopausia: provoca que la destrucción de los huesos se acelere.
Estructura del hueso y peso del cuerpo: las personas delgadas o menudas tienen un mayor riesgo de contraer osteoporosis porque tienen menos hueso que perder.

Factores de riesgo controlables

Falta de calcio y/o vitaminas.
Estilo de vida sedentario o falta de ejercicio.
Fumar hace que produzcas menos estrógeno, que es lo que protege los huesos.
El abuso del alcohol puede hacer daño a los huesos y aumentar el riesgo de caídas y de roturas de huesos.
Trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa.
Desequilibrios hormonales: niveles bajos de estrógeno o testosterona y niveles altos de tiroides.
Uso excesivo de ciertos medicamentos: los corticosteroides e inhibidores de la bomba de protones (IBP) pueden dificultar la absorción de calcio por parte del cuerpo y causar osteoporosis.

Cómo prevenir la osteoporosis

Si tienes algún síntoma que coincida con los que te hemos mencionado o antecedentes familiares, debes comunicar de inmediato a tu médico. No siempre se puede evitar, sin embargo, hay algunos pequeños cambios que podemos realizar para prevenir o reducir los síntomas de la osteoporosis.

Ejercicio: la actividad hace que los huesos y músculos sean más fuertes y ayuden a prevenir la perdida ósea. También te ayuda a mantenerte activa y móvil. Los ejercicios donde soportas tu propio peso tales como: caminar, correr, jugar al tenis, y bailar son todos muy buenos para la prevención. Recomendamos que se practiquen tres o cuatro veces por semana. Además, los ejercicios de fuerza y de equilibrio también te ayudarán a evitar caídas, bajando la probabilidad de romperte un hueso.
Comer alimentos altos en calcio ayuda a construir y mantener tus huesos fuertes.
La vitamina D para absorber el calcio. Estar al sol durante un total de alrededor de 20 minutos todos los días ayuda a hacer suficiente vitamina D. También puedes obtenerla de los huevos, pescado grasiento como el salmón, cereales, y leche (fortificada con vitamina D).