Las legumbres son alimentos que son imprescindibles en nuestra alimentación, ya que contienen potasio, vitamina B, vitamina C y potasio, siendo todos ellos imprescindibles para la salud del corazón y de sus correspondientes funciones. Se pueden consumir de maneras muy diversas, si bienes clave saber el truco para ablandar los garbanzos y así poder incluirlos en la mayor parte de las comidas.
Cuando se ingieren en una gran cantidad cada semana, se puede disfrutar de numerosos beneficios como la reducción del riesgo de sufrir diferentes enfermedades coronarias. Siempre que te hayas olvidado de dejarlos en remojo la noche antes, hay algunos trucos que debes conocer para poder ablandarlos rápidamente.
Cómo ablandar los garbanzos
Por norma general, tanto las judías como los garbanzos necesitan de entre 12 y 16 horas de remojo para estar perfectos, con independencia de la variedad de la que se trate. Una vez que haya transcurrido este periodo de tiempo, se aconseja cocinarlos durante al menos 45 minutos para conseguir que se puedan masticar y digerir de una manera sencilla.
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Sin embargo, si no tienes tiempo suficiente para elaborarlos de esta forma, hay un truco que puedes poner en práctica y que es muy sencillo de realizar, hasta el punto de que se conseguirá en uno de tus favoritos para la cocina.
Para ello tendrás que verter los garbanzos en un recipiente apto para microondas y cubrirlos con agua. A continuación habrá que tapar el recipiente con papel film y hacerle un agujero, para seguidamente introducirlos en el microondas durante 15 minutos a la máxima potencia posible. Cuando haya pasado este tiempo, nos encontraremos con que los garbanzos estarán blandos.
Otras alternativas
El método mencionado no es el único truco para ablandar los garbanzos, ya que se puede optar por el uso de otros ingredientes. En este caso apostaremos por un ingredientes clásico de la gastronomía española, que además se utiliza para fines diversos en el terreno de la limpieza. Para ello habrá que utilizar bicarbonato de sodio. Por cada 300 gramos de garbanzos hará falta 1 litro de agua y 5 gramos de bicarbonato.
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Para ponerlo en práctica se deben verter los garbanzos en un recipiente profundo en el que haya espacio suficiente, ya que estas legumbres aumentarán en tamaño cuando absorban el agua. A continuación, hay que cubrirlos con agua y añadir 5 gramos de bicarbonato de sodio. Ahora remueve con una cuchara hasta que se disuelva.
Hecho esto habrá que dejar la mezcla en remojo durante varios minutos, controlando en todo momento la consistencia de los garbanzos y sacándolos una vez que ya estén blandos. Seguidamente se deben escurrir los garbanzos en abundante agua fría, asegurándose de eliminar cualquier rastro de bicarbonato que pueda haber usando agua fría y llevándolos a la olla.
Si quieres acelerar el tiempo en el que tus garbanzos estén blandos y listos para incluir en cualquier receta, debes poner la mezcla de agua, garbanzos y bicarbonato en las proporciones ya mencionadas encima del fuego. Tras 10 minutos a fuego fuerte, se apaga y se dejan reposar las legumbres tapadas con el mismo agua de la cocción.
Los beneficios de los garbanzos para la salud
Los garbanzos son pequeños granos que se pueden comer tanto en preparaciones frías como calientes, y que combinan a la perfección con una gran cantidad de alimentos. Además, tienen numerosos beneficios para la salud, como:
- Aportan proteínas: su alto contenido en proteínas de origen vegetal hace que sean ideales para personas vegetarianas, además de contener algunos aminoácidos esenciales. También aportan vitamina E, que ayuda al cuidado de la piel.
- Regulan el tránsito intestinal: gracias a su aporte de fibra, los garbanzos reducen la inflamación abdominal, al mismo tiempo que permiten mantener unas evacuaciones regulares, reducen la distensión abdominal y el estreñimiento, y ayuda a prevenir las enfermedades gastrointestinales, entre otros.
- Facilitan la pérdida de peso: son alimentos que apoyan la pérdida de peso, ayudando a saciar el apetito y a evitar el picoteo entre horas. Además, promueven el buen tránsito intestinal y mantiene el cuerpo con energía y activo.
- Ayudan a tener huesos y músculos sanos: los minerales presentes en los garbanzos incluyen hierro, fósforo, magnesio, zinc y cobre, lo que hace que sean perfectos para mantener sanos los huesos y los músculos, previniendo al mismo tiempo enfermedades relacionadas con la edad como la osteoporosis.
- Protegen la salud del corazón: los garbanzos favorecen la salud cardiovascular, ya que las únicas grasas que tienen sus ácidos grasos Omega-3, además de diferentes minerales que favorecen la salud en general.
- Diabetes y obesidad: de acuerdo a lo indicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), su consumo ayuda a reducir los riesgos de enfermedades asociadas a la alimentación, como diabetes mellitus tipo 2 y obesidad.
- Fatiga y deportes: gracias a su aporte de proteínas y carbohidratos, los garbanzos son muy recomendados en dietas para aquellas personas que realizan grandes esfuerzos físicos, por lo que se suelen incluir en la alimentación de los deportistas, que de esta manera pueden hacer frente a la fatiga y el cansancio en la práctica deportiva.
- Ayudan al cuidado de la salud de los bebés: el ácido fólico es una importante vitamina del complejo B asociada con mayor frecuencia a la salud de las mujeres, sobre todo por sus potenciales beneficios, especialmente durante el embarazo. Por este motivo, para las mujeres embarazados, los garbanzos permiten disfrutar de una buena fuente de ácido fólico que contribuirá a conseguir un bebé muy sano.