El amoníaco, amoniaco, azano, espíritu de Hartshorn, trihidruro de nitrógeno o gas de amonio es un compuesto químico de nitrógeno. Este gas incoloro de olor desagradable, disuelto en agua puede usarse para multitud de tareas. Uno de los usos del amoníaco más destacados es el de la limpieza.
Sus propiedades lo convierten en un producto ideal para eliminar la suciedad y las manchas de múltiples superficies. Por ello, el amoniaco es ideal para eliminar la suciedad acumulada tanto de suelos, como de muebles, azulejos, cristales y otros materiales. ¡Descubre las propiedades del amoniaco!
Principales usos del amoníaco para la limpieza
La fórmula del amoniaco es NH3 y es usado en estado líquido en muchos productos de limpieza. Así, también cuenta con otros usos industriales, pues sirve como refrigerante y como combustible, para eliminar la contaminación de óxidos de nitrógeno, destruye bacterias en los alimentos y controla procesos de fermentación.
Pero cuidado, el amoníaco mezclado con algunas sustancias como la lejía puede producir gases muy nocivos para la salud. Asimismo, el amoníaco es peligroso para organismos acuáticos, por lo que es perjudicial para el medio ambiente.
1. Amoniaco para la grasa
Uno de los usos del amoniaco más conocidos es el de desengrasante. Es un limpiador muy efectivo para eliminar las manchas y salpicaduras de grasa de toda la cocina. Además, podemos utilizarlo diluido en agua para la limpieza del horno.
Si el agua está caliente obtendrás mejores resultados, aplicando la mezcla con un paño en las superficies que deseas limpiar. Deja reposar durante unas dos horas para ablandar la suciedad incrustada, aclara y pasa una esponja con lavavajillas.
2. El amoniaco para la limpieza de cristales
Otra de las aplicaciones del amoniaco en el hogar es la de limpiar vidrios y cristales. Si limpias las ventanas y espejos con este producto conseguirás una limpieza y un brillo perfectos. Además, será mucho más fácil retirar cualquier mancha y huella para conseguir un resultado increíble en unos minutos.
3. Amoniaco para limpiar baños
El amoniaco actúa de forma eficaz retirando la suciedad y ayudando a mantener los azulejos limpios y brillantes durante más tiempo. Además, el amoniaco es ideal para eliminar manchas de moho y óxido, ambas muy comunes en los baños. Pero ten mucho cuidado de no mezclarlo con lejía, y no olvides utilizar guantes, pues el amoniaco puede resultar abrasivo para la piel.
4. Amoniaco para la limpieza de la madera
Entre las propiedades del amoniaco diluido en agua se encuentra la de limpiador suelos y muebles de madera. Sin embargo, no puede usarse a la ligera, ya que también se utiliza para quitar el barniz de la madera. Por ello, debes asegurarte de que la madera no esté barnizada.
Si no estás seguro, moja un paño con un poco de amoniaco diluido en agua y prueba a limpiar una zona pequeña de la madera para ver si cambia su color. Entre los usos del amoniaco, también se emplea para oscurecer la madera de roble.
5. Usos del amoníaco en ropa y calzado
También es capaz de eliminar manchas sobre los tejidos, por ello se utiliza para la limpieza tanto de la ropa como del calzado. Pero no todos los tipos de telas son resistentes al amoniaco, así que prueba en alguna zona poco visible de la prenda para no estropearla.
Si puedes lavar tu ropa con amoníaco, incluso podrás mezclar un poco de amoniaco con detergente en la lavadora al comienzo del ciclo de lavado. Pero una vez más, cuidado, no lo mezcles con lejía. El amoniaco también se utiliza para limpiar calzado, sobre todo aquel que no admite lavado. Solo tienes que diluirlo con agua y jabón.
6. Amoniaco para la limpieza de alfombras
El amoniaco es capaz de eliminar casi cualquier mancha de los tejidos, como hemos dicho en el apartado anterior. Por esta razón, otro de los usos del amoniaco es el de la limpieza de alfombras y moquetas. Combate de forma eficaz la suciedad en los tejidos de este tipo, algo muy útil cuando se derraman líquidos sobre las alfombras.
Para ello, utiliza un pulverizador y aplica el amoniaco previamente diluido en agua sobre la mancha de la alfombra, frota hasta que se borre por completo y seca el tejido para no estropearlo.
7. Amoníaco para eliminar malos olores
Entre las propiedades del amoniaco, también es infalible para eliminar malos olores como el de humedad o moho que suele adherirse a prendas como los trapos de cocina o las toallas. Añade un poco de amoníaco al agua cuando pongas la lavadora, verás como los olores desagradables desaparecen. Incluso puedes utilizarlo como sustituto del suavizante.
8. El amoniaco para la limpieza de la tapicería
El amoníaco es muy efectivo para limpiar tapicerías, como la del coche, pues devuelve la luminosidad a los colores. Del mismo modo, puedes utilizarlo para limpiar la tapicería de los muebles de casa, sobre todo de aquellos que no pueden desenfundarse.
9. Usar amoníaco para limpiar bronce y cobre
Otra de las propiedades del amoniaco es que puedes limpiar con él los adornos de cobre y bronce. Mezcla una tapa pequeña de amoniaco en un poco de agua tibia y frota los objetos de estos materiales. Recuperarán su brillo y belleza.
10. Consejos para limpiar la casa con amoniaco
El amoniaco no desinfecta tan bien como otros productos como la lejía, pero los resultados son excelentes. No obstante, antes de utilizar este producto te aconsejamos que sigas estos consejos:
- Dilúyelo en agua en la proporción de una parte de amoniaco por dos de agua.
- Aleja a niños y mascotas de las zonas de limpieza unas horas.
- Abre las ventanas durante la limpieza, pues el amoniaco suelta olores y vapores que pueden ser irritantes.