Las técnicas de venta evolucionan con el paso de los años, por ello tienes que estar al día en las diferentes estrategías.
Tendrás que organizarte bien para tener tiempo suficiente para desarrollar todas tus ideas.
Convencer a una persona de que tu producto es lo que necesita y que es mejor que el de la competencia no es sencillo, sobre todo si se trata de un producto de una marca desconocida o de un producto novedoso.
Si eres una persona tímida debes de "desacerte" de ella, no es buen aliado.
Sigue leyendo si quieres aprender como vender un producto en el siglo XXI.
Analiza a tus clientes potenciales
Debes saber a quién vas a vender tus productos, si estás vendiendo ropa de niño, será difícil venderla a un señor soltero, pero será más sencillo que te la compren mujeres de una edad comprendida entre los 25 y los 40 años y que tengan hijos.
Es muy importante que te tomes un tiempo en hacer un análisis de mercado para determinar cuáles son los consumidores de tu producto, es decir, debes hacer una segmentación de mercado, de este modo podrás enfocar en el futuro diferentes formas de tratar de vender el producto en función de en qué segmento del mercado te encuentres. Por ejemplo, en el caso de vender ropa de niño, puedes hacer una campaña de marketing dirigida a madres y otra campaña diferente dirigida a abuelas.
Aprende a presentar tu producto
Cuando vas a hacer una presentación, bien sea una demostración de un producto o una presentación ante un público grande, debes tener en consideración unos cuantos puntos a seguir:
- Debes tratar de hacer que el posible cliente sienta que tu producto sea para él algo necesario, que cubre una necesidad o soluciona un problema. De otro modo, gastarse dinero en tu producto será para él un simple derroche dinero y no lo tendrá en consideración.
- Debemos preparar muy bien la presentación, de forma que no se nos escape ningún detalle pudiendo evitar en todo momento tener que realizar algún tipo de improvisación que pueda echar por tierra todo el trabajo. Tomate tu tiempo en escribir un guion y en realizar unos cuantos ensayos, a ser posible ante un espejo o un familiar, amigo o compañero de trabajo.
- Debes tratar de utilizar siempre un lenguaje cercano, pero sin abandonar nunca la profesionalidad, tu cliente no es un amigo, pero sí una persona que espera de ti un trato que le inspire confianza.
- Durante la presentación del producto debes conseguir que el cliente participe, que toque lo que va a comprar, que lo pruebe.
- Haz siempre presentaciones que sean lo más cortas y completas posibles, si te extiendes demasiado harás que tu posible cliente empiece a pensar en otras cosas y que quiera irse, con lo cual perderás su atención.
- Haz preguntas de vez en cuando para comprobar que el posible cliente te está siguiendo.
Genera confianza en tus clientes
La confianza es uno de los pilares fundamentales de toda venta. Nunca conseguirás vender un producto si no te ganas la confianza de los clientes potenciales.
- Se siempre sincero: El camino directo hacia la confianza es la sinceridad, así que debes tratar de ser siempre lo más sincero posible. Si el producto que vendes no es adecuado para el cliente no trates de venderlo a toda costa, es posible que este cliente se sienta estafado en un futuro y lo más probable es que transmita su opinión sobre tu empresa a otras personas, con lo cual perderás credibilidad y la confianza de otros posibles clientes se verá muy deteriorada. ¡Ganas una venta pero pierdes 20!
- Admite los errores: En caso de que tú o tu empresa cometa algún error debes tratar de disculparte lo antes posible, no quieras justificar algo injustificable, si se ha obrado mal, lo único que debes hacer es disculparte y tratar de hacer algo que pueda aportar soluciones o que en su defecto mitigue el problema.
- Escucha a tus clientes: Los clientes necesitan ser escuchados. Escucharlos no es solo un buen ejercicio para aumentar su confianza, sino que también puede ayudarte a encontrar las claves para mejorar tu producto en un futuro.
- Forma un equipo de atención al cliente y haz que este sea excelente: No hay nada que genere más confianza que un equipo de atención al cliente de calidad, que sepa ayudar ante cualquier problema que pueda surgir y que lo haga de una forma rápida y eficiente.
- Cumple las promesas: Si has prometido algo a un cliente con intención de que compre tu producto y consigues la venta, debes cumplir lo prometido. Si le mientes el cliente se sentirá estafado y ten por seguro que su mala experiencia llegará a otras personas.
Utiliza las redes sociales
El hecho de que tu empresa tenga presencia en las redes sociales, que cuente con páginas activas y que mantenga cierta iteración con sus usuarios, puede aportar gran valor a los productos que vendes, convirtiéndose además en un buen escaparate.
Los clientes pueden además hacer constar sus opiniones, con lo cual estarás demostrando también que pueden confiar en tu marca.
Hazte un experto en las diferentes estrategias de comunicación.
Otro punto a favor de las redes sociales es que permiten a las empresas realizar tus propias campañas de marketing, dirigidas a un público segmentado por zona de residencia, por gustos, aficiones, etc… con lo cual, cuando llegue el momento de promocionar alguno de tus artículos, realizar una de estas campañas puede resultar muy beneficioso, ayudándote a aumentar el número de ventas.
Busca aliados
Mejorar tus relaciones hará que amplíes tus horizontes y puedas llegar a más gente. Debes tratar de relacionarte con empresas con las que tengas en común el mismo mercado, pero no el mismo producto, de forma que se puedan establecer alianzas estratégicas de venta.
En general cuanto más fomentes las relaciones públicas, mejor te va a ir en tu negocio. ¡Cuídalas!